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A la izquierda, el turismo siniestrado en la autovía del Cantábrico y, a la derecha, el coche volcado en un talud en Ruiloba. Bomberos de Castro Urdiales / 112
Dos coches destrozados en Cantabria pero solo heridos leves

Dos coches destrozados en Cantabria pero solo heridos leves

La colisión entre una furgoneta y un turismo en Ruiloba y una salida de vía en la A-8, a la altura del viaducto de Oriñón, protagonizan dos llamativas imágenes de los servicios de emergencias

Ana Gil Zaratiegui

Santander

Miércoles, 7 de agosto 2024

Dos accidentes de tráfico dejan este miércoles unas llamativas imágenes en las carreteras cántabras tras una colisión entre una furgoneta y un turismo en Ruiloba y una salida de vía en la Autovía del Cantábrico (A-8) a la altura del viaducto de Oriñón. A pesar de lo aparatoso de ambos sucesos -en el segundo caso el coche ha quedado totalmente siniestrado y en el primero encajado en un talud por encima de la bionda- no hay que lamentar heridos graves, aunque sí tres personas atendidas por heridas leves.

El primer suceso tuvo lugar en tarde en la carretera autonómica CA-131, en Ruiloba, donde los Bomberos de Cantabria tuvieron que rescatar a los tres ocupantes de un turismo, atrapados en el interior tras chocar contra una furgoneta. Como se puede ver en la fotografía, el coche volcó hacia el talud y quedó encajado por encima de la bionda, con la luna trasera completamente rota y el equipaje a la vista. Dos de los ocupantes, una mujer y a una niña, tuvieron que ser atendidos por el 061 por heridas leves. Hasta el lugar también se desplazaron agentes de la Guardia Civil y personal encargado del mantenimiento de carreteras.

La Policía Nacional ha informado de que agentes de la BRIC (Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina) que estaban realizando inspecciones de los puertos deportivos de la zona se toparon con el accidente y fueron los primeros en intervenir ya que uno de los coches estaba «colgando de una rueda sujeta en el guardarrail, con gran peligro de caer a un riachuelo a 4 metros de altura». Los agentes señalizaron el accidente evitar otros nuevos y se dirigieron a los vehículos implicados. Localizaron al conductor de la furgoneta desorientado, con múltiples contusiones y laceraciones. Y para sacar a la mujer y a su hija formaron una cadena humana, poniendo «en grave riesgo sus vidas ante la posible precipitación del vehículo o de ellos mismos hacia el arroyo».

Lograron sacar a la menor del vehículo por la ventana trasera izquierda «con gran dificultad», dado que estaba «muy bien amarrada» y a la madre por la ventana delantera izquierda. Ambas presentaban contusiones y laceraciones.

El segundo accidente sucedió en la mañana, poco antes de las 10.00 horas, cuando un hombre de mediana edad perdió el control de su vehículo y lo estampó en la autovía del Cantábrico (A-8) en el punto kilométrico 159, a la altura del viaducto de Oriñón. El coche quedó siniestrado, con el capó totalmente desmontado y con todas las tripas del coche a la vista.

A pesar del fuerte golpe, en el que no se vieron implicados otros vehículos, el conductor fue atendido pero solo por heridas leves. Los Bomberos de Castro Urdiales fueron los encargados de señalizar la zona y, junto con el 061, extraer al herido del interior del vehículo. Por precaución, fue trasladado a un centro hospitalario.

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