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Francisco Matorras Weinig y Alberto Ruiz Jimeno lideran la clasificación de investigadores españoles que acaba de actualizar el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Un primer y un segundo puesto acreditan a los dos científicos del Instituto de Física de Cantabria (IFCA) como los más ... productivos y los más citados del país. Todo un hito.
Sin embargo, lo primero que dirán los dos investigadores, antes incluso de que esta periodista active la grabadora y dé por comenzada la entrevista, es que el ranking del CSIC hay que tomarlo «con prudencia» porque «clasifica a gente de muchas áreas distintas» y eso 'favorece' a los físicos de partículas que, como ellos, «tenemos una forma de trabajar muy particular porque se hace a partir de grandes colaboraciones, con muchos investigadores implicados».
Hay humildad genuina en esa llamada a la cautela que hacen los dos investigadores y hay, sobre todo, respeto por la ciencia. Porque si algo comparten Matorras (Santander, 1966) y Ruiz (Logroño, 1952) es el rigor científico. Sobre él han construido dos carreras brillantes que les han llevado a muchos lugares, entre ellos, a Suiza, concretamente, a trabajar juntos pero no revueltos en el desarrollo de diferentes aspectos del gran acelerador de partículas del CERN (el Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales), un experimento monumental y multilateral dedicado a estudiar el mundo de las partículas subatómicas y, por tanto, a entender de qué está hecho el universo.
De la pared del pequeño despacho que Matorras ocupa en el IFCA, en el campus de Las Llamas, cuelga un calendario con una imagen del acelerador. El artefacto refulge al lado del interruptor de la luz. Él lo ha visto en funcionamiento -«desde la sala de control, claro está», aclara con una sonrisa-, pero admite que la mera contemplación de las piezas y las grandes madejas de cables durante el montaje ya impresionaban. Matorras participa desde 1994 en el experimento 'CMS' del acelerador, es decir, desde poco después de presentar la tesis -que, por cierto, le dirigió Ruiz Jimeno-. El proyecto sigue en marcha, compromete el trabajo de cincuenta centros de investigación y universidades de todo el mundo, el IFCA entre ellos, y el catedrático está involucrado en el mismo a distintos niveles. De ahí surgen la mayoría de las publicaciones que han puntuado en el ranking que ha creado el CSIC a través de Google Scholar, donde Matorras está registrado y donde cuelga sus trabajos.
La aportación inicial del IFCA tuvo más que ver con el desarrollo y diseño de un subdetector del acelerador, y ahora hay varios compañeros de Matorras trabajando en nuevos sensores para actualizar su funcionamiento mientras que él está implicado de lleno en la parte de computación. «Porque esto está generando una cantidad de datos brutal que hay que procesar y analizar», explica el investigador, que es responsable de uno de los centros de 'filtrado' de datos que emite el CERN.
El análisis de esa información ayudará a entender si lo que se observa se ajusta a las teorías ya conocidas o si las colisiones de las subpartículas a velocidades endemoniadas encajan con nuevos modelos científicos. Eso tiene una parte de interpretación física y de interpretación estadística muy potente que ha llevado al IFCA a trabajar con herramientas de inteligencia artificial.
Pero no solo del acelerador vive Matorras, que se recuerda a sí mismo como un niño «con curiosidad científica» y necesidad natural de responder a los porqués. En paralelo, el investigador ha puesto en marcha un máster de ciencia de datos en la Universidad de Cantabria (UC), imparte clase en el grado de Física y se esmera en buscar nuevas aplicaciones a las herramientas con las que trabaja. Por tanto, lo normal es encontrarlo en su despacho, en los laboratorios o en los aularios de la Facultad de Ciencias; a lo sumo en la sede de la UIMP, donde es vicerrector. Sin embargo, el catedrático avisa de que puede estar en cualquier parte. «Mi despacho es este -dice señalando el ordenador-. El 80% del trabajo lo puedo hacer en cualquier sitio con una conexión a internet».
«El trabajo de Matorras y el mío van muy en paralelo. Le dirigí la tesis y para mí es casi como un hijo, estoy muy contento de que sea el primero», celebra Ruiz Jimeno con efusividad, no sin antes volver a remarcar que este ranking tiene más validez para clasificar a los investigadores de su propia área que para mezclarlos a todos.
Ambos han participado en las mismas colaboraciones internacionales. La más importante es la actual, el experimento 'CMS', pero también han compartido el bautizado con el nombre de 'Delphi', igualmente ligado al CERN, y Ruiz Jimeno, por su parte, trabajó además en Chicago, en el experimento 'CDF' del acelerador Tevatron, una investigación que también generó muchos datos.
Ahora catedrático emérito, Ruiz Jimeno sigue vinculado de «forma menos directa» al 'CMS', trasladando su actividad al ámbito de la política científica. Con todo, considera que la actividad del IFCA en física de partículas, en astrofísica y cosmología o en la parte de computación es muy relevante; y cree, además, que al instituto vinculado a la UC le aguarda buena proyección en aspectos como el diseño de instrumentación o el big data. «Globalmente, en el IFCA se abarcan todos los campos de la física y en todos esos campos hay gente muy destacada, con grupos muy competitivos a nivel internacional». «Está implicado en investigación muy puntera y seria», incide Ruiz Jimeno.
Número 2 y catedrático emérito de la UC
Investigar es clave, pero contarlo también lo es. «Es una absoluta obligación de los investigadores con la sociedad y en el IFCA hemos sido bastante pioneros en la divulgación», indica a continuación Ruiz Jimeno. «Es nuestra obligación hacerlo. Nos 'paga' la sociedad y tenemos que intentar que se entienda lo que hacemos, pero es que transmitirlo es bonito en sí mismo. Cuando la gente entiende tu trabajo, puede valorarlo más», añade Matorras en un receso de su jornada laboral.
Número 1 y catedrático de la UC
Cuando en 1983 empezó a cursar la Licenciatura de Física, el IFCA aún no existía. Sin embargo, el núcleo de investigación «bastante fuerte» que existía en la UC le ayudó a decidirse por la carrera científica. El futuro del IFCA también le resulta prometedor a Matorras porque «sigue teniendo buena visibilidad y actividad a nivel internacional» y porque prueba de ello es que ha recibido sellos de excelencia como el María de Maeztu. «Hay líneas de investigación muy activas», dice Matorras y apunta al cambio climático -el actual director del Instituto, José Manuel Gutiérrez, es coordinador del importante Atlas Interactivo del IPCC-, a la astrofísica, a la inteligencia artificial... «Estamos trabajando a un nivel importante, al más alto nivel. Y espero que se mantengan el apoyo institucional y económico».
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