Dos mil cántabros esperan en 'el limbo de la dependencia', el doble que hace un año

Pero, además, fuera de las listas de espera oficiales -en las que se cuenta a quienes ya tienen definida su prestación y solo aguardan a empezar a hacer uso de ella- figuran otros 415 solicitantes que, habiendo pasado el trámite de la valoración, aún no tienen resuelto su expediente, el PIA (Programa Individual de Atención). Esto es, personas reconocidas como dependientes, pero a los que aún no se les ha comunicado la ayuda que mejor se ajusta a sus necesidades. Hace justo un año, en este grupo figuraban 301 solicitantes de ayuda, pero en el primero, el de las valoraciones, había 856, justo la mitad que en el último balance.

¿Qué ha motivado ese atasco? A falta de explicaciones oficiales, es conocido que la labor administrativa del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass) tiene un problema de fondo, que puede estar relacionado de alguna manera con los ajustes de su propio personal por los procesos de oposiciones desarrollados. Una señal de ello fue la cola en las renovaciones de los carnés de familia numerosa, que obligó a la Consejería a aprobar prórrogas para ampliar la validez de los documentos caducados ante la imposibilidad de poder actualizarlos en plazo. Y no hay que olvidar que en enero, cuando se anunció un aluvión de revisiones para la puesta al día marcada desde Madrid (Real Decreto 675/2023) de las ayudas al cuidado en el entorno familiar, el equipo de Gómez del Río tuvo que contratar a la empresa Tragsa para que se hiciera cargo de analizar los expedientes de alrededor de 9.800 cántabros. Entonces, desde el Gobierno se justificaba esa decisión «ante la falta de personal interino en las bolsas de empleo».

A esa operación se puede añadir, aunque no ha habido demasiado tiempo para que se note el efecto, las nuevas solicitudes de ayuda generadas por la orden publicada en mayo, que, por ejemplo, abre las prestaciones económicas para el cuidado en casa de una persona dependiente a allegados no familiares. En la red de Cantabria constan, según las últimas estadísticas, un total de 17.698 beneficiarios, con 28.058 prestaciones asignadas -hace un año esos datos eran 17.532 y 27.957, respectivamente-. Como novedad, esta legislatura se recuperó la posibilidad de elección de residencia por parte del usuario, creándose listas de espera para cada centro. Así las cosas, según los registros del Icass, hay 306 personas que aguardan a que se libere una plaza concertada en el destino escogido, y otras 86 que están en trámite. Pero, en paralelo, hay 267 dependientes (muchos serán los mismos de la primera lista) que reciben la prestación vinculada al servicio, es decir, que reciben una cuantía económica para pagar la residencia hasta que accedan a la plaza financiada.