El dragado de los puertos cántabros en el periodo 2020-2024 costará 5,4 millones de euros

La campaña de dragado de los puertos cántabros «básicamente tiene la misma dinámica cada año», según la directora general de Obras Hidráulicas y Puertos de Cantabria, Sandra García Montes, quien explica que el objetivo es mantener el calado de las canales para asegurar su navegabilidad. Afirma que en todos los casos, estas campañas de mantenimiento «recogen las inquietudes de los pescadores» y por ello «no hay demanda del sector que no quede atendida».

Los temporales que con frecuencia azotan la costa cántabra durante los meses de invierno provocan fuertes oleajes que arrastran sedimentos. Como consecuencia de ello, cada año se hace necesario realizar tareas de dragado para liberar las canales de estos depósitos y permitir el paso de las embarcaciones. En cuatro de los cinco puertos incluidos en la nueva campaña, además de verse afectados por los temporales, se trata de zonas portuarias localizadas en el entorno de ríos que llevan sedimentos: Suances, situado junto a la ría de San Martín; San Vicente, junto a la del mismo nombre; y Santoña y Colindres, en el estuario del río Asón. En los puertos de Santoña y Colindres se juntan, además, los oleajes de esos ejes fluviales que facilitan frecuentemente el depósito de sedimentos. Comillas es el único puerto que no está próximo a un río, pero cuya especial configuración obliga a realizar anualmente dragados.

La responsable de Puertos de Cantabria explica que en los casos de Laredo y Castro Urdiales no se produce «ese transporte de sedimentos y por esos no requieren esos dragados de mantenimiento. No precisan ese trabajo tan continuo».

Con el objetivo de que los barcos no encallen cuando quieren acercarse a la costa, se realizan cada año una serie de trabajos muy similares para conseguir entre los 3,5 y los 4 metros de calado en la canal de los puertos. Las labores previas al dragado pasan por realizar una batimetría, es decir, medir la profundidad. A partir de este dato pueden identificarse las zonas concretas en las que se ha perdido calado y sobre las que será necesario actuar.

El mes de marzo es el momento elegido para iniciar los trabajos, unas tareas que se ajustan a las costeras de la pesquería. «Empezamos por Santoña, que tiene una campaña de verdel muy fuerte, y de allí pasamos a Colindres», explica García Montes. Según el calendario previsto, el trabajo en Santoña comenzará por el dragado de la zona de la canal y la dársena para posteriormente pasar a la zona de la barra (exterior), que es la vía de entrada al puerto.

De forma paralela, la segunda draga que participará en la campaña trabajará en el puerto de Colindres, donde cada año se extrae arena de la canal y, si fuera necesario porque ha perdido calado, en la dársena, concretamente en el área más próximo a los muelles.

Desde la zona oriental se pasará al occidente de la región, al puerto de San Vicente, donde según los plazos previsto, se comenzará a trabajar en abril. «En San Vicente se draga la canal de entrada, la zona de los muelles y la zona deportiva», explica la directora general de Obras Hidráulicas y Puertos. En mayo, comenzarán los trabajos en la dársena y la antedársena de Comillas y, por último, en los meses de junio y julio, se dragará en la zona de la barra y el entrecanal de Suances. Antes de dar por concluida la campaña, en julio, se realizará un 'repaso' en la zona de la canal de Santoña.

El puerto de Suances es uno de los más expuestos a temporales y que por su orientación y características en la zona de la canal, en la entrada al puerto, acumula más cantidad de sedimentos. «Para el puerto de Suances se está elaborando actualmente un estudio de alternativas para mejorar su entrada y buscar una solución para resguardar más el acceso a la canal», señala García Montes, quien explica que posteriormente habrá que iniciar la tramitación ambiental y, «será entonces cuando se podrá poner en marcha algún tipo de obra que mejore esta infraestructura para que no sea tan dependiente de las labores de mantenimiento». Se trata pues de un proyecto a medio plazo porque «este tipo obras llevan varios años de tramitación y antes de dos o tres años ese proceso no va a estar acabado».

En lo que se refiere a Santoña, aunque a lo largo del pasado año desde la Cofradía de Pescadores se reclamó un mayor dragado de esta zona, la directora general de Obras Hidráulicas y Puertos confirma que estas demandas «ya han sido recogidas en esta campaña y, en cualquier caso, sí nos ha trasladado la Cofradía su deseo de que draguemos incluso un poco más de lo que inicialmente nos habían reclamado y se ha recogido la solicitud y se va a poner en práctica».

A la hora de seleccionar los puntos de vertido de los materiales que extraen las dragas se eligen, en aquellas zonas en las que el material extraído guarda características similares al de las playas del entorno (arena limpia), zonas que aseguren su retorno al sistema de arenas de la costa. Esto suele ocurrir con los materiales que se extraen en Suances, San Vicente y en el material que se draga en la barra de Santoña. Todo ello se vierte en áreas de poca profundidad para facilitar el retorno al sistema de la costa.

En el resto de casos, que no guardan esa sintonía con el material de las playas, se vierten a profundidades mayores (entre 25 y 50 metros), sin que se espere su regreso a la costa, sino que permanezcan en altamar y fuera del trasiego de sedimentos de la costa.

El depósito de estos materiales conlleva también informes favorables de Medio Ambiente, de Costas, del Ministerio de Transición Ecológica, de Pesca y de Capitanía Marítima. «Son tramitaciones largas y por eso se agrupan en campañas», señala la responsable de Puertos.