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«A ver, fecha de nacimiento...». Salvo firmar, Revilla les fue rellenando las distintas casillas después de acompañarles a la mesa. Nombre, DNI, municipio... «Es ... que sin gafas...». Una pareja de ancianos que se hicieron una foto con él. «Venga, ahora aquí el garabato», les invitó. Aún sin pistoletazo oficial, el PRC protagonizó el primer acto con toda la pinta y los ingredientes de una campaña. Carpa, fotos, apretones de manos... En pleno centro de Santander. El partido se echó a la calle -estaba medio plantel- para conseguir las 450 firmas necesarias que avalaran la candidatura regionalista a las generales. «Un acto protocolario de obligado cumplimiento para un partido novato en estas lides», explicó Revilla con ese tono suyo tan reconocible en campaña electoral. «Le hemos habilitado aquí, en la sede del partido -dijo señalando a José María Mazón-, un despacho para que empiece a preparar todo».
«Venga, Miguel Ángel firma», le gritaron nada más llegar. Firmó él y su mujer, Aurora, que también se puso manos a la obra para convencer a los que pasaban por la plaza. «Venga, a apoyar a Mazón al Congreso...». Ellos y Marina Lombó, Pedro Hernando, Fernando Fernández, Pedro García Carmona, Ana Obregón, José Luis Gochicoa... El PRC quiso sacar a su gente a la Plaza del Ayuntamiento. Alcaldes, diputados, directores generales, consejeros... «Hacen falta 450 firmas y hemos venido a pedírselas a la gente. Es un acto público para que no sean sólo nuestros militantes los que firmen. Queremos que sea la gente de Cantabria, de Santander», explicó Mazón.
Y en estas cosas de campaña lo más simpático, siempre, son los comentarios de los que se acercan. «Voy a firmar a pesar de que no lo merece ninguno porque no veo que hagan nada por mejorar la situación de las personas», les dijo una mujer con el boli en la mano. Otros andaban preguntando a diestro y siniestro si se podían hacer fotos con Revilla -a más de un alto cargo le tocó hacer de fotógrafo-. Y él, en su salsa. «Hombre, Pedrito», «qué tal, Conchita», «dame dos besos», «yo a su pueblo voy cuando puedo a coger setas», «tú dónde vas con esa bufanda, que hoy hace mucho calor»...
El presidente regional insistió en una idea que tiene pinta de que va a repetir mucho estos días. «La voz de Cantabria no ha existido nunca en el Congreso. Nadie habla y nadie conoce quiénes son nuestros diputados y senadores. Si hacemos una encuesta aquí en la calle serían incapaces de decir un solo senador o un diputado, salvo Bárcenas, tristemente conocido por ser un chorizo de libro». Porque, a su juicio, «tener diputados del PP, PSOE, Ciudadanos o Podemos es tener una gente que va a votar en Madrid lo que le digan los jefes de allí».
Y Mazón le siguió el hilo. «Estamos recibiendo felicitaciones no sólo de los regionalistas, también de muchos socialistas. Muchos socialistas nos van a votar. También la gente de derechas, porque nosotros no vamos a defender una ideología allí. Vamos a defender a Cantabria».
Y mientras lo decían y entre el gentío, más de uno se apuntó a ver si sacaba algo. «Vendo el cupón anticrisis, venga, que vendo el cupón anticrisis». Las cosas de campaña.
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