El lobo se mantiene como especie cinegética y este miércoles, el Consejo de Gobierno de Cantabria aprobó la modificación de la Ley de Caza para incorporar los planes de gestión, entre los que estará el de este animal.
Así, con la modificación de la ley que permitirá estos planes de gestión, la Consejería de Medio Rural se hará cargo de los daños que produzca el lobo en toda la región, y no solo en la Reserva Regional del Saja, como ocurre hasta ahora.
La Federación de Caza de Cantabria aplaude que el Gobierno se haga cargo de los daños y defiende que el lobo tiene que tener un plan de gestión adecuado.
Su presidente, Ignacio Valle, señala a Efe que la viabilidad de la población de lobos «pasa por una gestión y un control» que, según asegura, recae ahora en gran medida en los cazadores.
Además, recalca que los ganaderos de Cantabria «no pueden estar soportando y pagando ellos» por los daños de esta especie. «Si la sociedad quiere lobos tiene que asumirlo económicamente y el daño lo debe pagar la Administración», dice.
Valle añade una reivindicación más: cree que el cambio de la Ley de Caza debería servir para sacar en Cantabria una orden o normativa con un baremo para los daños que causan en la agricultura especies cinegéticas y no cinegéticas, como el corzo, el jabalí o el tejón, por ejemplo.
La postura de la Federación de Caza no es compartida por otras organizaciones que en su día estuvieron en la Mesa del Lobo, que consensuó un plan y que acordó que se considerara al animal no cinegético, una postura que posteriormente se rectificó.
Ecologistas en Acción no está de acuerdo con que el lobo sea especie cinegética, y tampoco con que la Administración regional se haga cargo de los daños de la especie en terrenos que, en muchos casos, están gestionados «de forma privada».
«Nos parece que se tendría que abordar este asunto de otra forma», ha señalado a Efe la portavoz de este colectivo ecologista en Cantabria, Sara González.
La modificación de la Ley de Caza no es «ni adecuada ni oportuna» en opinión de Ecologistas en Acción, cuya portavoz reivindica que el lobo no debe ser especie cinegética. «Hay una protección en el ámbito europeo que no se está respetando en España», advierte.
La Fundación Oso Pardo, que también estuvo en la Mesa del Lobo, mantiene la postura acordada en ese foro, para no considerar al animal especie cinegética.
Su presidente, Guillermo Palomero, ha subrayado que el que el lobo sea especie cinegética no reduce los daños, sino «lo contrario» porque «se han ido incrementando año a año». «No se van a reducir los daños del lobo, para nada, y encima es algo contrario a lo que se acordó en un proceso participativo», agrega.
Los ganaderos
Por parte de Ugam-Coag su secretario, Gaspar Anabitarte, también lamenta que el acuerdo de la Mesa del Lobo se «reventara» y «se cortara en seco». «Fue una cosa sorprendente, nos quedamos a verlas venir», indica Anabitarte, ya que su organización también estuvo en esa mesa.
Ugam-Coag critica que «se han perdido cuatro años» en este tema y ha señalado que lo que le importa es que se controlen las poblaciones, «que es lo que preocupa a los ganaderos». «Si no hay gestión, el lobo campa a sus anchas», remacha Anabitarte, antes de reivindicar también los planes económicos.
En declaraciones a Rne, el director general de Medio Natural, Antonio Lucio, ha reiterado que la aprobación del cambio en la Ley de Caza y el que el lobo sea cinegético «no va a significar, ni mucho menos, que cualquiera pueda matar» a estos animales. Será el plan de gestión, según ha explicado, el que determine si se pueden cazar o no lobos y establezca los daños.
El director general ha confiado en que el plan de gestión se pueda desarrollar pronto, una vez que el Parlamento apruebe el cambio de la Ley de Caza.
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