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La Consejería de Educación ha decidido trasladar de septiembre a junio los exámenes extraordinarios de Bachillerato y del primer curso de los ciclos formativos de Formación Profesional, una histórica reivindicación del Comité de Directores de los institutos de Cantabria que será realidad a partir ... del próximo curso. Los exámenes se realizarán dos o tres semanas después de la última evaluación ordinaria. Este cambio ya se materializó en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en el ejercicio 2016/17, coincidiendo con el cambio de calendario escolar que la Administración entonces dirigida por Ramón Ruiz implantó en la región.
La medida supondrá igualmente el adelanto al mes de julio de las pruebas extraordinarias de la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad), lo que permitirá al alumnado cántabro disponer de «una igualdad de oportunidades» respecto a estudiantes de otras comunidades autónomas de la que hasta ahora carecía. Cantabria es, junto a Andalucía, Aragón, Cataluña, Galicia, Baleares y Murcia, uno de los siete únicos territorios que aún mantiene este curso las pruebas extraordinarias de Selectividad en septiembre, lo que hace que los estudiantes que superen esa convocatoria sólo puedan optar a plazas universitarias «residuales», algo que cambiará a partir del próximo ejercicio. «La situación actual genera problemas de desigualdad porque las comunidades que tienen las pruebas extraordinarias de Bachillerato en junio realizan las de la EBAU en julio, de manera que los alumnos solicitan entonces las plazas. Y los nuestros tienen que evaluarse en septiembre y matricularse a continuación, cuando el número de plazas que quedan son residuales», explica el consejero de Educación, Francisco Fernández Mañanes.
Por tanto, a partir del curso 2018/19 la convocatoria ordinaria de la EBAU se realizará a principios de junio, como es habitual, y la extraordinaria, para todos aquellos que no hayan superado la primera o no hayan completado el bachillerato hasta las recuperaciones, tendrá lugar en las primeras semanas de julio. Una modificación que cuenta con el visto bueno de la Universidad de Cantabria, encargada de coordinar las pruebas, en cuyas facultades además se realizan.
Objetivo El consejero Fernández Mañanes confía en que la medida pueda contribuir a mejorar los resultados académicos de los alumnos
Igualdad con otras comunidades El adelanto de las pruebas extraordinarias de la EBAU permitirá disponer de más y mejores oportunidades para acceder a la universidad
Mañanes destaca que el adelanto de septiembre a junio de los exámenes extraordinarios de Bachillerato puede contribuir además a una mejora de los resultados académicos de los alumnos, que «van a disponer de su mismo profesorado durante dos semanas en junio, en las que serán atendidos específicamente y preparados para las recuperaciones». El largo verano de por medio no suele ayudar. «Va a ser un espaldarazo y confiamos en que puedan mejorar sus resultados respecto al modelo anterior, como así ha sucedido en otras comunidades autónomas», explica el titular de Educación. Los partidarios de este adelanto destacan además que garantiza la evaluación continua y favorece la organización del sistema educativo.
La medida viene acompañada de una segunda, que implica que los alumnos de Secundaria tengan el próximo año dos días más de clase en detrimento de dos de las jornadas de vacaciones de febrero. El propósito, según explica Mañanes, adecuar mejor el calendario para que el alumnado que se tenga que enfrentar a las recuperaciones en junio pueda a llegar a disponer de dos semanas completas junto a su profesorado para prepararlas de forma adecuada.
La UC también trabaja en trasladar a finales de junio/principios de julio los exámenes extraordinarios de septiembre, como sucede en muchas otras universidades. No será el próximo curso cuando se haga realidad, pero la institución académica espera que sí sea posible a partir del ejercicio 2019/20, antes de concluir el mandato del rector Ángel Pazos, que lo tiene marcado como uno de sus objetivos de legislatura. El equipo de Gobierno de la UC asegura que cualquier cambio en este sentido tiene que contar con el visto bueno del Consejo de Estudiantes (CEUC), con quien ha mantenido varias reuniones al respecto y con quien espera llegar a un acuerdo definitivo en próximas citas.
El adelanto de los exámenes de septiembre del Bachillerato y de la EBAU es una de las principales novedades que se introducirán el próximo curso, pero no la única. Como ya ha publicado este periódico, los alumnos de 3º de ESO podrán elegir por primera vez dentro de las asignaturas de libre configuración una relacionada con el Patrimonio de Cantabria, que permitirá la posibilidad de conocer «la plasmación del devenir histórico y cultural de la comunidad, cristalizada en forma de patrimonio natural y cultural». La misma la impartirán los profesores del departamento de Geografía e Historia.
Otro cambio es que los alumnos de 1º y 2º de ESO podrán, si su centro lo permite, sustituir la segunda lengua extranjera -hasta ahora obligatoria- por una asignatura de libre configuración, opción que también se ofrece a los estudiantes de tercer curso.
Además de la incorporación de los 406 profesores que obtengan plaza en las oposiciones de Secundaria y Formación Profesional que están ahora mismo en marcha, que permitirán empezar a reducir las altas tasas de interinidad existentes, la educación pública de Cantabria dispondrá el próximo curso de 130 docentes más que en el ejercicio recién concluido.
Así se ha acordado en la negociación entre la Consejería y los sindicatos para definir el número de unidades –grupos de alumnos– y las plantillas docentes con las que van a contar los centros educativos, cerrada el pasado viernes. «Es un refuerzo muy importante», expresa el director general de Personal Docente y Ordenación Académica, César de Cos. Un beneficio para los interinos que, a pesar de las oposiciones, el próximo año «van a disponer de numerosas plazas», defiende.
Por un lado, serán 25 maestros con destino a colegios de Infantil y Primaria, lo que permitirá «seguir mejorando la ratio de profesores/alumnos, que ya es de las mejores de España». Las otras 105 incorporaciones serán de profesores de institutos de Secundaria para cumplir el acuerdo llegado hace ahora dos años con la Junta de Personal Docente para reducir las horas lectivas de los profesores de Secundaria a 18 semanales. Un acuerdo que contemplaba que esa reducción se materializaría por completo en el curso ya finalizado, el 2017/18. «El próximo ejercicio nos acercaremos a cumplirlo prácticamente en el 100% de los casos», señala el consejero Francisco Fernández Mañanes.
Educación no contempla el cierre de ningún colegio a pesar de la «alarmante» baja escolarización que tienen algunos de los ubicados en zonas rurales. «Estamos haciendo un esfuerzo extraordinario por sostenerlos», destaca el consejero.
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