«La educación ha desaparecido y se ha sustituido por un pedagogismo emocional»

La teoría que propone es que «la educación ha desaparecido y se ha sustituido por el pedagogismo», esto es, que los «contenidos se han sustituido por reacciones sentimentales que deja desarmados a los jóvenes», afirma el que fuera mano derecha de Albert Rivera en aquel iniciático y fulgurante partido naranja. Para ello, añade Girauta, «le dirijo una carta a un joven en la que advierto de ciertos peligros y eso lo ilustro con algunas de las anécdotas como las citadas, que más que anécdotas, son ya categorías». ¿Y cuáles son esos peligros? « El gran peligro es que desaparezca la democracia liberal y se sustituya por estas formas autoritarias que vienen de la mano de esta izquierda nueva que no tiene nada que ver con lo que era», dice el jurista. «Si uno analiza las causas de la nueva izquierda, se da cuenta de que todas son reaccionarias. Todo lo que un día significaba la izquierda, una cosmovisión dirigida a la justicia social, a que todos pudieran estudiar, esto se ha terminado; lo que ha pasado es que la izquierda se ha hecho con la hegemonía cultural». ¿Y por qué la derecha no ha impuesto ni una sola causa propia en las últimas décadas?, se cuestiona Girauta en el libro. No es la única pregunta: «¿Por qué va a rastras en materia de valores? ¿Por qué siempre acaba interiorizando premisas a las que en un principio se resiste?». Y su explicación es porque la derecha «se ha desentendido de la guerra cultural y no cree en el poder del discurso. En ese sentido, la derecha es infinitamente más materialista que la nueva izquierda».

Preguntado por la actualidad política que pasa por Cs, el que fuera su partido está inmerso en una guerra entre Inés Arrimadas y Edmundo Bal para liderar los restos de la formación. «Lo veo con mucha extrañeza y cierta tristeza porque es un proyecto que nos dio mucho trabajo, muchos disgustos, también alegrías, pero fue un gran proyecto para regenerar España y hoy es nada», define. «Ver bajo las mismas siglas de aquello que hicimos esta batalla por los despojos del partido me produce mucha tristeza. Esto es hurgar en la basura, y está entre nada y un escaño en el Congreso. Es una situación muy complicada a la que se ha llegado a base de errores y de incongruencias».