Educación distribuye 300 amplificadores con micrófonos para facilitar la docencia

El aula-taller del profesor Grijuela, en el Centro Integrado de Formación Profesional N1, es un espacio diáfano, de techos altos, donde los estudiantes se familiarizan con los conceptos arrancando motores u operando con maquinaria. Así que, generalmente, es también un espacio algo ruidoso y la comunicación puede verse interrumpida. Además, la educación presencial implica en este curso covid el uso de mascarilla y la separación entre personas, por lo que esa comunicación docente-alumno -y viceversa- se complica un poco más. El amplificador, de este modo, llega a manos de José Manuel Grijuela y de otros compañeros para facilitarles el trabajo diario.

«Te permite mantener la voz a un nivel normal y que los alumnos te puedan escuchar perfectamente. Si ellos escuchan mejor, ya es suficiente, pero si encima puedo proteger la voz, mucho mejor. Todo lo que sea prevenir es bueno», expone Grijuela, también jefe de estudios en el centro integrado de Peñacastillo, en Santander.

Son los objetivos que quiere cumplir la Consejería de Educación: facilitar la enseñanza en aulas y espacios donde, por su tamaño, por ejemplo, se vea dificultada, y evitar dolencias y problemas en la voz al profesorado. El departamento de Marina Lombó ha invertido 62.000 euros en la compra de 300 amplificadores con micrófonos que ya se han empezado a distribuir en los centros educativos cántabros, sobre todo, en institutos o centros integrados. Cada uno recibirá seis amplificadores y 36 micros, y la Consejería ha dejado en reserva unos doscientos equipos para ir cubriendo otras necesidades en espacios de grandes dimensiones.

La Consejería ha realizado esta compra, precisamente, tras identificar esta necesidad en las reuniones de seguimiento del curso covid, en el que analizan los planes de contingencia de cada centro y salen a relucir problemas o asuntos que se quieren mejorar. Los plantes de contingencia son la hoja de ruta de cualquier colegio, escuela o instituto este año. En el Centro Integrado de FP N1, por ejemplo, se han adaptado a las circunstancias con un modelo mixto y rotatorio. 'Grijuela destaca el esfuerzo pero también la implicación de la comunidad educativa. «Todos se han portado».

Hasta ahora han funcionado con normalidad, sin cierres de aulas, una de las medidas preventivas que se toman para evitar que se extienda el virus. Ayer, por ejemplo, otras 6 nuevas clases completas entraron en cuarentena en Educación Infantil y Primaria, además de otros 20 alumnos más de etapas superiores.

Las nuevas aulas en cuarentena en Infantil y Primaria están en Sagrados Corazones (Cabezón de la Sal); San José (Astillero); Marqués de Valdecilla (Medio Cudeyo); Juan de Herrera (Maliaño); Marina de Cudeyo y Peña Cabarga. En total, están en cuarentena en estas etapas iniciales nueve de las 2.654 aulas existentes, el 0,33%. En Secundaria se ha decretado cuarentena para 20 alumnos del Torres Quevedo (Santander); La Granja (Medio Cudeyo) y San Miguel de Meruelo.