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Un trabajador de Ampros realiza la entrega de uno de los menús y lo deposita a la entrada en un domicilio de Santander. celedonio FOTOGRAFÍAS:

Educación lleva sus menús a domicilio para evitar situaciones de vulnerabilidad

La Consejería anima a las familias beneficiarias de ayudas de comedor del 75% a que contacten con los centros y se adhieran a la iniciativa

Mada Martínez

Santander

Miércoles, 25 de marzo 2020

Las furgonetas de Ampros (Asociación Cántabra En Favor de las Personas Con Discapacidad Intelectual) cargadas de menús escolares no se dirigieron ayer a los centros educativos, como hacían habitualmente antes de la suspensión de las clases por la amenaza del coronavirus. Las furgonetas marcharon hasta los domicilios donde reside el alumnado beneficiario de una beca de comedor del 75% para entregarles allí los platos cocinados, listos para calentar. Personal de la asociación, protegido con guantes y mascarillas, elaboró y repartió ayer puerta a puerta cientos de estos menús -primer y segundo plato, pan y postre-, ejecutando así la medida que la Consejería de Educación y Formación Profesional ha puesto en marcha, con ayuda de los ayuntamientos, para garantizar la prestación.

Con la suspensión de las clases presenciales, con el cierre de los colegios, los comedores escolares también dejaron de funcionar. Cientos de alumnos cántabros se han quedado sin acceso a este servicio. La Administración ha querido revertir la situación y evitar, además, situaciones de vulnerabilidad: «Lamentablemente», indicaba hace un par de días la consejera Marina Lombó, «es una realidad que muchos alumnos realizan la principal comida en el colegio. Por eso es necesario este servicio, y más a la vista de que la prolongación del estado de alarma».

Su Consejería anunció hace unos días que haría llegar los menús a los domicilios de los alumnos becados, y que lo haría a través de intermediarios como Ampros, en el caso de Santander; de Combi Catering, que distribuirá el catering escolar en 30 puntos de la comunidad, o bien a través de las áreas sociales municipales. Esta última opción la han asumido ayuntamientos como Torrelavega, Santa María de Cayón o Piélagos, que integrarán el reparto de estas comidas en las redes de distribución de sus servicios sociales. La Consejería no se ha cansado de agradecer estos días el apoyo de los consistorios: «Sin ellos hubiese sido impensable», ha reconocido Marina Lombó.

«Hemos puesto nuestras cocinas a disposición de la Administración. En Ampros queríamos ser parte de la solución»

Primera parada: Santander

Ayer se inauguraron estas nuevas rutas, que se abrirán paso por Cantabria para garantizar una alimentación escolar equilibrada y que estarán vigentes, al menos, mientras dure el estado de alarma. La Consejería estima que cerca de 750 familias cántabras accederán a este servicio de comedor a domicilio, aunque hace un llamamiento a los beneficiarios de la ayuda del 75% para que se adhieran a la iniciativa.

Hay capacidad para ampliarla, indican desde Educación: «Las familias pueden solicitar sumarse a este servicio contactando con su respectivo centro educativo». Ampros se encarga desde ayer de la producción y distribución de 421 menús en cerca de 300 viviendas de Santander y ha organizado su reparto por zonas: 'Sardinero-Valdenoja-Cueto'; 'Los Castros-General Dávila'; 'centro ciudad'; 'Castilla-Hermida'; 'Peñacastillo-Nueva Montaña' y 'Cazoña-La Albericia'.

Con amplia experiencia en el ámbito del catering -y, en concreto, del catering escolar: trabajan con centros educativos de la capital o El Astillero-, en Ampros han querido poner «sus cocinas a disposición de la Administración», revela Roberto Álvarez, gerente de la asociación. Lo hicieron, añade, para reactivar sus fogones animados por la siguiente reflexión: «Nosotros podemos ser vistos como un sector que recibe, pero en este caso queríamos ser parte de la solución».

«Queremos que sean menús escolares equilibrados, menús sanos y también apetecibles»

La solución será, además, un «reto» para ellos: es la primera vez que se enfrentan a la distribución domiciliaria, y lo hacen con cuatro vehículos, 18 trabajadores implicados y haciendo ensayos para «resolver la atención a domicilio». ¿Qué cocinarán para los escolares? Sus menús, apunta Roberto Álvarez, se seguirán basando en productos frescos y de 'kilómetro cero': legumbres, frutas y verduras, carnes y pescado de lonja. «Cocinamos los alimentos con una perspectiva saludable», indica.

Si bien mantienen su forma de cocinar, la situación de pandemia les obliga a realizar el trabajo bajo protocolos de higiene y seguridad. En el caso del reparto, estos incluyen la mascarillas, guantes y geles, incluyen la desinfección de los materiales y trajes de faena, y también el 'contacto cero' a la hora de entregar los menús. «Son protocolos muy concretos para garantizar al máximo la seguridad», añade Álvarez.

Hoy se amplían las rutas

En el resto de la comunidad, los menús escolares a domicilio quedarán en manos, por un lado, de las redes de gestión municipal, y, por otro, de Combi Catering, una empresa con experiencia en la confección y reparto de comidas en centros educativos que se encargará, en las próximas semanas, de articular la entrega de entre 320 y 350 menús completos diariamente.

Combi ha establecido tres amplias rutas en el mapa autonómico -en las zonas oriental, occidental y meridional-, y más de treinta puntos de entrega. Y ha establecido además protocolos -con distancias de seguridad, medidas de higiene, guantes y otros materiales, como pautan las autoridades sanitarias-, para efectuarlas.

En sus menús también se incluirán lácteos, frutas, carnes y pescados, productos de cercanía, de temporada o con certificación ecológica, indica Elena López Fernández, delegada en Cantabria de la entidad. «Queremos que sean menús equilibrados, sanos y también apetecibles», añade. López recalca la importancia de este combo de ingredientes: «Somos conscientes de que, para muchos alumnos, la comida más importante del día es la que realizan en el comedor», indica.

El hecho de que los comedores paren en un momento tan excepcional como este, atravesado ya por 'eres', 'ertes' y despidos, tiene consecuencias, añade Roberto Álvarez: «La situación de muchas familias puede deteriorarse por esta situación de crisis».

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