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La Consejería de Educación, FP y Universidades ha revisado su propuesta inicial y, finalmente, sí asignará maestras y maestros propios a las aulas cántabras de un año a partir del próximo curso. Trabajarán en parejas pedagógicas, es decir, junto con un profesional de perfil ... técnico, y además lo harán a jornada completa -ahora es parcial-. De este modo, Cantabria se convierte en una autonomía pionera a la hora de implantar este modelo en las aulas de un año y, por extensión, en el primer ciclo de Educación Infantil, dado que la pareja pedagógica ya funciona en las clases de los escolares de dos años.
Tras rechazar la proposición inicial del equipo de Sergio Silva, la Junta de Personal Docente sí ha dado por buena esta segunda propuesta: «Valoramos positivamente el borrador de acuerdo», ha dicho Rus Trueba, su presidenta, que ha argumentado que, con este nuevo planteamiento «se consolida la pareja pedagógica en las aulas de un año y además esto supone una mejora de la atención del alumnado en la etapa de Infantil y una mejora de la calidad educativa».
Tras una segunda mesa técnica con los sindicatos, Silva ha dicho a primera hora de la tarde que la meta de su departamento es «dar estabilidad» a las aulas de un año, que el curso que viene podrían superar el medio centenar, y que, según el consejero, en Cantabria carecían de un modelo sólido. Con su propuesta, el popular quiere dar salida a un «problema heredado de la anterior legislatura (PRC-PSOE)», cuando solamente se contaba con un técnico superior de Educación Infantil y medio maestro en las aulas de un año. «Creemos que la estabilidad y anclar un modelo educativo que valga por muchos años está por encima de cualquier planteamiento de parte», ha señalado el consejero al término de un encuentro que, además de con acuerdo, se ha saldado con elogios a la voluntad de negociación que han mantenido sus protagonistas.
Con esa idea de estabilidad, Silva ha deslizado otra de las claves de la propuesta: blindarla a largo plazo en la próxima mesa sectorial de Educación, es decir, que el modelo no dependa del partido que gestione la educación cántabra. «Le pedimos [a la Junta] un compromiso y un acuerdo en mesa sectorial en el que refrendemos este modelo», ha subrayado Silva, que, con este sacaría adelante uno de los acuerdos de legislatura. «El primer ciclo de Infantil es una etapa determinante -ha insistido el consejero-, que cada vez tiene más relevancia en la evolución de los escolares por muchas circunstancias», entre ellas, por «compensar desigualdades», por ayudar a «detectar precozmente problemas de aprendizaje» y por apoyar la conciliación familiar. En estas razones coincide con la Junta, que ya las esgrimió hace solo unos días en su primera concentración ante la sede de la Consejería.
El modelo revisado que el equipo de Silva ha llevado a la reunión, y que ha sido apoyado por la Junta (STEC, ANPE, CC OO, UGT y TU), se concreta en una maestra o maestro a tiempo completo en las aulas de uno y dos años (tanto en las puras como en las mixtas), que harán 'pareja' con una técnica o técnico superior en Educación Infantil. Así, habrá un mínimo de dos profesionales por aula y se fija «ese carácter educativo de toda la etapa de 0 a 3 años», prestando «atención» especial a la escuela rural al «flexibilizar el número de alumnos por aula para no dejar a ninguno fuera», ha defendido Silva. «Flexibilizando ese número de alumnos por aula e introduciendo en algún caso dos técnicos por aula junto con el maestro -es decir, que trabajen ya no dos, sino tres personas en casos puntuales- no vamos a dejar a nadie atrás», ha apuntado el consejero.
Yendo al detalle, esa flexibilización se traduce, por un lado, en que las aulas que superen la ratio de 12 alumnos y que no se puedan desdoblarse por falta de espacio, se admitirán hasta 18 niños y habrá un segundo técnico. Por otro, en que las aulas mixtas Educación plantea elevar la ratio a 18 escolares, computando el doble el alumnado de un año, con el objetivo de «no dejar fuera» ninguna solicitud, especialmente en zonas rurales. Además, en el caso de que se supere esa cifra y las clases no se puedan separar por falta de espacio, las aulas mixtas podrán alcanzar los 18 alumnos -sin cómputo doble de los de 1 año- con la presencia de un segundo técnico o técnica.
La propuesta de Educación incluye, además, formación para la pareja pedagógica. La Consejería, ha señalado Silva, va a hacer «un esfuerzo» para que el par de profesionales reciba una especie de «paquete formativo» específico que mejore la implantación de las aulas de un año. Si ya se hizo con las de dos años y dio resultado, «debemos hacer ese esfuerzo», ha señalado el consejero.
Tras la reunión, Rus Trueba ha destacado este punto del borrador, así como la apuesta por «blindar» el modelo a largo plazo para todo el primer tramo de Infantil. «Creer en este modelo es creer en un modelo de éxito», ha dicho la presidenta de la Junta. «Las organizaciones sindicales vamos a estar siempre ahí, en busca del diálogo para la mejora de las condiciones del alumnado de Educación Infantil», que, en definitiva, «son el futuro de nuestra comunidad autónoma. [...] Desde la Junta, nos felicitamos por este éxito sindical, fruto de la negociación, el diálogo y el consenso».
A su lado, Conchi Sánchez, representante de CC OO, ha destacado que la propuesta de Educación mejora, «incluso», la contrapropuesta que los sindicatos hicieron llegar a la Consejería la pasada semana, después de que el departamento de Silva lanzara su oferta inicial el pasado 31 de mayo. Esa mejora, por ejemplo, se traduce al «garantizar» la educación en las zonas rurales de Cantabria, incluyendo hasta tres profesionales por aula con este fin. «En un escenario de tanta polarización creemos que el camino es el entendimiento y el diálogo», ha dicho de paso Sánchez.
El consejero ha agradecido igualmente el talante negociador de los sindicatos, de los directores de los centros consultados, de los responsables de la implantación inicial de las aulas de dos años a los que también ha pedido opinión, pero, al mismo tiempo, ha lamentado la ausencia del PSOE en todo este proceso. Silva ha contado que ha podido recabar impresiones de todos los grupos parlamentarios, salvo del socialista, «que no ha tenido a bien cogerme el teléfono». «Me entristece», ha concluido.
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