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El efecto del covid en las listas de espera quirúrgica era más que previsible. Con los quirófanos al mínimo en los meses más duros de la pandemia, centrados en sacar adelante lo urgente e indemorable, era evidente que iba a engordar la relación de pacientes ... pendientes de operar -2020 se cerró con 11.399 intervenciones en cola y una demora de 144,9 días-. Pero el impacto de la crisis sanitaria en la lista de espera de consultas con los médicos especialistas, sin embargo, ha sido a la inversa: en el último año ha caído casi un 30%. Así, de las 42.182 personas que aguardaban su cita al cierre de 2019 se ha pasado a las 30.190 que lo hacían en el último diciembre, es decir, casi 12.000 menos, según los datos facilitados desde el Servicio Cántabro de Salud.
«Hay menos pacientes esperando y la demora media, además, es menor: de 72,8 a 66,32 días», apunta el subdirector de Asistencia Sanitaria, Trinitario Pina, que reconoce «la bajada importante de derivaciones de consultas en los meses de marzo y abril», cuando la actividad asistencial, en plena primera ola de covid, se tuvo que limitar a lo esencial para poder dar respuesta a la escalada vertiginosa de contagios. Además, añade, «el propio confinamiento y el miedo de la población supuso un freno». Superada la fase más crítica de la pandemia, la actividad se fue normalizando, «aunque con los baches de las siguientes oleadas».
En este sentido, subraya que «si lo habitual antes del covid era llegar a las 30.000 consultas mensuales en los hospitales, a final de año ya estábamos en torno a las 25.000». Pero por el camino se quedaron buena parte de ellas, lo que tiene su reflejo en el balance final. El descenso de las derivaciones a consultas especializadas, que la Gerencia de Atención Primaria en su informe de resumen de año cifra en un 40%, ha sido un factor clave. En la comparativa por especialidades, respecto a los datos de junio de 2019 (adjunta en la tabla superior), llama la atención el descenso en Oftalmología, que acumulaba la mayor demanda -contaba con 8.455 pacientes pendientes de una primera consulta o revisión a las puertas del verano de 2019-.
Sin embargo, el último año ha reducido prácticamente a la mitad su lista de espera, que sumaba 4.899 casos al cierre de 2020, aunque su demora media (106 días) es una de las más elevadas. Otra de las caídas más llamativas es la experimentada por el servicio de Dermatología, que si bien hace un año era el tercero más solicitado, con más de 4.200 personas a la espera de una cita con el dermatólogo, ha conseguido rebajar la lista hasta las 1.600.
En cambio, esa evolución no se ha repetido en el caso de Traumatología, la especialidad que siempre encabeza la relación de pacientes a la espera de pasar por quirófano y que es también la segunda en el ranking de consultas con más demanda. Un año después, mantiene un volumen de 4.500 pacientes que aguardan la evaluación del traumatólogo, elevándose la demora media por encima de los tres meses. Los otorrinos figuran entre los especialistas que han reducido a la mitad sus consultas acumuladas (en diciembre tenían un millar a la espera), sin variaciones en el tiempo medio para la cita, que está en los 38 días.
También los psiquiatras han descargado su lista, con un volumen de 1.169 pacientes en cola, aunque cuentan con que los números se disparen cuando empiecen a aflorar las consecuencias de la pandemia. También los cirujanos maxilofaciales han reducido su lista, hasta situarse en las mil consultas pendientes, pero es la especialidad en la que más tiempo transcurre hasta la cita: de media son 147 días, es decir, casi cinco meses. El equipo de Rehabilitación, pese a subir la espera ligeramente (de 29 a 45 días), ha bajado a la mitad del número de pacientes que aguardan una consulta -el último dato registrado apunta 838-. Menor es el descenso de la lista de Cardiología, que pasa de 1.261 a 1.073 consultas por ver, aunque también aquí la demora media se eleva de uno a dos meses y medio. Y también Neurología cuenta, según el balance de cierre de año, con 500 pacientes menos a la espera de que llegue su cita. En total, aguardan la valoración del neurólogo 742 personas.
De otro lado, tanto el equipo de Oncología Médica como el de Hematología, que se enmarcan en actividad no demorable, han aliviado su lista en el año covid. En diciembre sólo se contaban 34 pacientes pendientes de una visita al oncólogo -con una demora de apenas 11 días- y otros 94 aguardaban su cita con el hematólogo. Sin embargo, otros servicios han registrado un aumento de la demanda de consulta, como ocurre con los facultativos de Reumatología, Digestivo, Ginecología o Cirugía General. Entre las especialidades quirúrgicas, han reducido su volumen pendiente de consulta tanto Cirugía Vascular (con 311 pacientes en espera) como Cirugía Plástica (pasó de 56 a 15).
En paralelo, las pruebas diagnósticas también cayeron en torno al 10% -el año pasado se realizaron 1,3 millones de pruebas, siendo las de radiodiagnóstico (ecografía, resonancia y escáner) las más frecuentes.
«Con la pandemia se frenó la llegada de volantes, la gente dejó de ir a los centros de salud con la frecuencia que lo hacía antes, así que nos derivaron menos. Eso nos permitió aliviar la lista acumulada», apunta Miguel Ángel Gordo, jefe de Oftalmología de Valdecilla. En su caso, de los 5.500 pacientes pendientes de consulta en febrero de 2020 han pasado a los 3.500 actuales, «con récord absoluto de operaciones durante el verano», destaca. «Somos personal de alto riesgo, trabajamos boca con boca con el paciente, a apenas 20 centímetros. Nosotros no podemos hacer telemedicina, necesitamos ver el 100% de los casos. Por eso, pese a las dificultades, estoy muy orgulloso de cómo reaccionamos. Nos ayudó nuestra ubicación, en el Hospital de Liencres, con espacios más amplios». Y añade que los datos prueban ese «gran esfuerzo». Sin embargo, a renglón seguido, expresa su «preocupación» por el problema que se empieza a atisbar. «La demanda ya se está recuperando, ya nos llega una cantidad importante de volantes y no vamos a poder asumirlo por falta de oftalmólogos», motivada por varias bajas y una redistribución de efectivos, tras las oposiciones, que favorece a los hospitales comarcales, «cuando es Valdecilla el que atiende el mayor volumen y ve la patología más compleja».
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