«Es una decisión ideológica y acientífica que lleva a un callejón sin salida», así de contundente se ha mostrado este jueves el consejero de ... Desarrollo Rural, Guillermo Blanco, ante la orden ministerial que modificará el Real Decreto que regula el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). «En la España rural las decisiones se toman desde despachos urbanitas alejados del pueblo», añadía.
La Consejería ha desvelado los datos de extracción de ejemplares del lobo y los percances que la especie ha provocado a la ganadería en la región desde julio de 2020 hasta el 30 de abril de este mismo año. Unas cifras que arrojan 694 ataques verificados, con la pérdida de 1.210 cabezas de ganado, y otras 66, heridas. Unos incidentes que han afectado a 52 municipios a lo largo de toda la comunidad, de forma que solo han quedado libres «de los ataques los municipios más costeros del centro y oriente de Cantabria», ha explicado el consejero.
La Hermandad de Campoo de Suso con 121 ataques y 126 animales muertos, y Camaleño con 56 ataques y 192 reses, encabezan el listado de municipios más afectados. También destacan otros como Campoo de Enmedio, Los Tojos, Rionansa, y municipios más cercanos a la costa como Cabezón de la Sal que presentan cifras significativas con más de 20 ataques y 50 reses muertas en cada uno de ellos, lo que da lugar a una «estabilidad» que presenta la especie en lugares que no estaba presente hasta hace pocas fechas.
Blanco ha reseñado que «las cifras son muy similares a las del año anterior, y todavía no hay una serie suficiente para valorar el plan, solo llevamos dos años. Para hacer conclusiones, se necesitarán cinco años». El consejero asegura que «solamente así se podrá garantizar la coexistencia entre el medio rural –la ganadería extensiva– y el lobo. La comunidad ha pasado de contar con una población de tres manadas de lobos en 1998 a alcanzar las veinte en 2021».
En el periodo que corresponde del 1 de agosto de 2020 al 22 de julio de 2021 se registraron la muerte de 36 lobos, 35 en controles y uno atropellado, superándose en dos ejemplares el cupo previsto para la campaña 20-21, que era de 34. «Los dos adicionales se autorizaron en zonas que se había superado el cupo inicialmente aprobado de acuerdo al plan de gestión, debido a la existencia de daños significativos», apunta Blanco.
La resolución que se publicará este viernes en el boletín establece en 34 el número de lobos para extraer hasta el 31 de julio de 2022, si bien los cálculos previstos son el 20% de la población, que es lo que permite el plan de gestión. «Los daños registrados son muy importantes, se están estableciendo en zonas muy poco apropiadas para la especie como son las zonas costeras», ha subrayado el consejero.
Antonio Lucio, director general del Medio Natural del Gobierno de Cantabria, ha especificado que las indemnizaciones este tipo de ataques «se están llevando a cabo entre los tres y seis meses después de que se ponga en conocimiento y sean evaluados». Desde el inicio de este plan, en 2019, se contrató una póliza de seguros por valor de 750.000 euros para reparar el daño económico que provoca la pérdida de ganado.
El informe técnico que da soporte a este plan de gestión se publicará a partir de la semana que viene en la página web del Gobierno.
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