Un ejército contra el caos

La activación del nivel 2 del Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones (Inuncant), ha permitido al Gobierno regional solicitar al exterior una ayuda que no ha tardado en llegar.

La Unidad Militar de Emergencias (UME) envió a media mañana un equipo de reconocimiento procedente de su base de León para hacer una valoración de la situación. A esa avanzadilla, de 15 unidades, se incorporó a media tarde un subgrupo táctico formado por 105 soldados desplegados en 37 vehículos, batallón al que hoy se sumará otro de iguales características.

La UME, que mantiene en situación de prealerta a un tercer subgrupo, este con base en Zaragoza, por si fuera necesaria su intervención, se desplaza con vehículos de transmisiones, autobombas, un 'Embal' (un camión para el achique de grandes lodos) y el material preciso para efectuar tareas de desescombro. Además, transporta cuatro embarcaciones tipo zodiac y dispone de un helicóptero con una capacidad para casi una veintena de personas, medios de los que podrá disponer en el caso de que fuera necesaria la evacuación por mar o por aire de personas atrapadas o aisladas.

Estos 225 soldados de la UME se están incorporando de forma escalonada al descomunal trabajo que desde la madrugada del jueves realizan en las poblaciones más afectadas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local han puesto todos sus recursos a disposición de los vecinos que peor lo están pasando en estas últimas horas.

El Instituto Armado, que ha reforzado su servicio telefónico (COS), tiene movilizados en Molleda a todos sus efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña, los 'greim', especialistas en la evacuación de personas desde los lugares de más difícil acceso.

Del mismo modo, también ha desplazado a los agentes del Servicio Marítimo hasta la desembocadura del Saja/Besaya, una de las cuencas más perjudicadas por los devastadores efectos del temporal de lluvia.

Igualmente, ha ordenado el desplazamiento de todos los efectivos que integran el Subsector de Tráfico a aquellas carreteras regionales en las que se están registrando incidencias de relevancia -un argayo, un hundimiento, una inundación...- y, por supuesto, ha puesto en guardia a todos los hombres y mujeres del Servicio de Seguridad Ciudadana, en estas horas delicadas comprometido con la colaboración a cuantos ciudadanos la precisen.

La suma se acerca a los 200 guardias civiles, que cuentan con la colaboración de los policías locales de 14 ayuntamientos de la región, todos ellos implicados al máximo en la difícil tarea de minimizar los daños del temporal prestándose a cualquier tarea.

Para gestionar las incidencias y realizar una valoración constante de la situación, la Dirección General de Protección Civil ha dispuesto de un Centro de Coordinación Operativa en su sede de Santander y levantado sendos Puestos de Mando Avanzado (PMA) en las localidades de Unquera y Los Corrales de Buelna.

Desde estos tres puntos concretos se coordinan las actuaciones que en cada zona afectada realizan no sólo el Ejército y la Guardia Civil sino los numerosos efectivos que los distintos servicios de emergencias han puesto a trabajar.

El 112, que tiene a 30 personas atendiendo llamadas telefónicas, cuenta con la ayuda de los 60 bomberos que integran las plantillas de los seis parques que hay repartidos actualmente por toda la provincia, de los 60 guardas y agentes forestales que la Dirección General del Medio Natural ha puesto a su servicio y del abundante personal asignado al mantenimiento de las carreteras que la Consejería de Obras Públicas ha logrado reunir.

A este despliegue de medios también se han incorporado los integrantes de nueve agrupaciones de Voluntarios de Protección Civil -medio centenar- y, por supuesto, cientos, miles, de vecinos dispuestos a echar una mano y ayudar en lo que se les diga.

Ante cualquier urgencia sanitaria, el servicio de emergencias 061, que también ha reforzado el per- sonal que opera en su centralita, mantiene en estado de prealerta a un equipo médico de diez personas (médicos, enfermeros y auxiliares) dotado con un hospital de campaña, un vehículo de intervención rápida y una UVI móvil de refuerzo, equipamiento que robustecería si fuera necesario.

A este amplísimo operativo también se ha incorporado Cruz Roja, que desde ayer mantiene desplegadas en las poblaciones afectadas cinco brigadas del Equipo de Rescate e Intervención en Emergencias (ERIE) en las que operan un total de 25 personas, todas especialistas en salvamento acuático, así como un dispositivo de albergue, refugio y manutención para las posibles víctimas y un grupo de apoyo psicológico integrado por otros 30 expertos que aguardan una orden procedente del Centro de Coordinación Operativa para efectuar un trabajo que nadie desea haya que realizar.