Cantabria votó, hasta las seis, más que en el conjunto de España

La participación en las elecciones generales en Cantabria a las 18.00 horas fue del 60,44%, lo que supone 1,16% puntos más que en las últimas celebradas en noviembre de 2019, según el segundo avance de participación facilitado por el Ministerio del Interior.

De esta manera, a las 18.00 horas votaron 271.569 cántabros de un censo de 466.590 electores.

A la misma hora de hace cuatro años, habían votado 200.621 personas, el 39,12% del electorado regional.

El índice de participación de Cantabria fue casi siete puntos superior al del conjunto del país, el 52,94%, un porcentaje significativamente menor que en los comicios de hace cuatro años (53%).

El volumen quienes habían votado a la hora de comer fue superior en las legislativas de 1986 (ganó el PSOE), Junio de 1993 (González venció por la mínima a un José María Aznar de estreno), Marzo de 2004 (el vuelco a favor de los socialistas con las urnas enlutadas por los atentados yihadistas del 11-M y abril de 2019 (victoria de Pedro Sánchez). Y la cifra es casi un calco de las de marzo de 2008 (José Luis Rodríguez Zapatero repitió como candidato más votado). ¿Puede extraerse alguna conclusión tajante sobre cómo puede terminar la jornada y a quién favorece o perjudica el dato de participación? No.

Así lo sostienen tanto María Martín Revuelta, directora de Comunicación de GAD3, como Cristóbal Torres, catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid y expresidente del CIS. Nunca el conjunto del país había votado un mes de julio y en fecha tardía, con una parte sustancial de la ciudadanía de vacaciones y bajo los rigores de un calor intenso que ha obligado a proveer de ventiladores y agua fría a los colegios electorales.

Ambos comparten también que es posible que el compromiso de los votantes aguante pese a haber sido convocados a votar en el corazón del verano -los sondeos diarios de GAD3 para este periódico han oscilado entre el 69 y el 71%, una cifra «digna» si se consuma al finalizar la jornada-, pero la experta de la consultora cree que no cabe deducir a quién irían a parar los sufragios con una participación más gruesa.

La empresa de Narciso Michavila había apuntado un puñado de provincias como especialmente sensibles para desequilibrar balanzas entre el PSOE y el PP. En ellas -León, Burgos, Lugo, Orense, Albacete, La Rioja, Ciudad Real y Cáceres-, la afluencia a los colegios ha crecido con respecto a noviembre de 2019.

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