«Las elecciones andaluzas serán determinantes para el futuro de la política española»

«Andalucía es muy grande y diversa». Es la definición que pone de acuerdo a todos los protagonistas y, para demostrarlo, apelan de forma recurrente a un ejercicio: la distancia entre Santander y Sevilla es de 828 kilómetros, «ahí están sus diferencias socioculturales, temperamentales, etc.», expone Ramón Vega, gaditano residente en Castro-Urdiales, al tiempo que repara en los 620 kilómetros que separan la localidad más al oeste de Andalucía, El Granado (Huelva), de la más oriental, Pulpí, en Almería. Por eso, Vega concluye: «No piensa lo mismo alguien de Jaén que de Granada. Nada que ver». Con todo, confía en que «los andaluces sabrán elegir bien a quien los entiende, como han hecho siempre». Al menos ése es el pronóstico que «la dinámica invita a pensar», y desvela Vega: «Ganará el PSOE. Tan claro como que estas elecciones pueden determinar el futuro de los partidos a nivel nacional».

Comparte ese pronóstico la malagueña Carmen Muñoz, estudiante de Educación Infantil en la Universidad de Cantabria, y convocada a depositar su papeleta mañana. «Todos los sondeos hacen pensar que volverá a gobernar Susana Díaz, ya estamos acostumbrados», declara. También comparte una preocupación: «Me da mucho miedo que Vox pueda lograr representación».

Francisco Martos, jiennense de 74 años y residente en Santander, apunta a la singularidad de la cita: «A diferencia de las elecciones municipales, a nivel regional la oposición no tiene nada que hacer contra el Partido Socialista». Original de Baeza (Jaén), Martos señala las políticas de empleo y «la inclinación progresista de los andaluces» como causas fundamentales de sus victorias electorales en Andalucía; de hecho, afirma ver en la candidata a revalidar la presidencia una «líder descomunal». Un estandarte que «no existe en el resto de grupos».

Torrelavega también es hogar de multitud de andaluces. Antonio García, de 59 años y originario de Málaga, lleva instalado en la capital del Besaya prácticamente la mitad de su vida. «Nada menos que 26 años», se enorgullece. Preguntado por el futuro gobierno andaluz, García tiene más dudas que sus paisanos. Así se lo comparte con su propio entorno, «amigos, familiares, etc.». El motivo lo tiene claro: «La gente está muy desilusionada después de cuatro décadas y tantos casos de corrupción. Ya no sabemos ni a quién votar, si izquierda o derecha».

Ese mismo desencanto muestra Carmen Merino. Desde hace siete años esta gaditana sigue con interés la actualidad de su tierra desde Castro-Urdiales. «Al menos es lo que intento, pero la corrupción ha generado mucha desafección por la política, al igual que sucede en el resto de España», lamenta Marino. Otra de las razones que provoca su aversión, dice, es la campaña que Susana Díaz está llevando a cabo en los últimos días: «Está dando más importancia de la que se merece a Vox, apelando al voto del miedo». Asimismo, esta gaditana asegura que las investigaciones judiciales de sus cargos no pasarán factura al primer partido de la región: «Además del voto cautivo, Andalucía está instalada en el conformismo».