Empieza el trabajo en el muelle Raos 9

Los marineros que trabajan a bordo del Auto Aspire, que acaba de llegar, son un equipo de distintas nacionalidades y también saben que la cita es importante. Tardan un poco más en amarrar al gigante de lo acostumbrado, dos veces se les caen los cabos al agua. Lo comenta el amarrador mientras asienta las ligaduras. Cuando por fin baja la compuerta del gran barco, comienza una actividad frenética. Los trabajadores empiezan a descargar la mercancía a toda velocidad y en muy poco tiempo el muelle está lleno. Diez estibadores del puerto serán los encargados del material que ha llegado: ocho de ellos se harán cargo de los vehículos y dos más de la maquinaria profesional.

El Auto Aspire, de bandera portuguesa y con 28 metros de eslora, ha sido el primero en descargar mercancía en la nueva instalación santanderina tras la inauguración oficial que presidió el pasado lunes el ministro de Transportes, Óscar Puente. El pasado día 15, este mismo navío fue el protagonista, eso sí, a modo de prueba, de la primera operación en el muelle con un barco atracado. Solo una semana después volvía a atracar en el mismo lugar, el flamante muelle 9 de Raos. Es el primero de los muchos buques que llegarán a cargar o descargar en un dique que ayudará decisivamente a seguir incrementando las cifras del Puerto de Santander, el que más creció en 2023 del norte de España. Así, la nave, procedente de la localidad belga de Brujas y con una tripulación de dieciocho personas, debía descargar este pasado viernes la maquinaria y cerca de medio millar de automóviles. Llegó a Raos a la una del mediodía, para irse siete horas y media después cargado de nuevo con destino a su siguiente destino, la localidad guipuzcoana de Pasajes, donde de nuevo renovaría la carga.

El Auto Aspire es un barco híbrido, que funciona con gas, diésel y energía eléctrica. Desde fuera impresionan sus dimensiones y al recorrer su interior no decepciona: almacenes, camarotes, gimnasio, lavandería, puesto de mando... El barco cuenta hasta con un helipuerto para que, en caso de emergencia, pueda aterrizar un helicóptero en su cubierta. Es tan alto que desde su interior se puede hacer un recorrido visual a todas las instalaciones portuarias de Raos y, por supuesto, al recién estrenado muelle 9.

El objetivo es que esta instalación permita ir aumentando el tráfico de mercancías en el Puerto de Santander. No en vano, el nuevo muelle, que ha tenido un coste de más de 30 millones de inversión financiados en su integridad por la Autoridad Portuaria de Santander (APS), es el último para el que se han usado rellenos artificiales y aumenta la capacidad de atraque en un 50%.

Fue inaugurado el pasado lunes aprovechando la visita a Cantabria del ministro. Puente destacó la importancia de la nueva estructura «para impulsar la actividad y competitividad del puerto, afianzándolo como polo logístico intermodal». Es decir, la importancia de este nuevo muelle radica principalmente en su capacidad para ir aumentando la actividad del Puerto, así como el transporte de mercancías, desde Europa hasta el resto de España y en el sentido contrario. La presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, asistieron a este acto junto a otros doscientos invitados.

Queda aun trabajo por hacer, pero lo más importante, el muelle ya está aquí. Y no ha sido fácil. Más de treinta años ha costado hacer este proyecto realidad, aunque es cierto que nueve de ellos estuvo completamente parado. Finalmente, las obras empezaron en 2015, pero en 2017 se detuvieron por un conflicto con la empresa adjudicataria.

Después de tantos problemas ahora ya es una instalación en uso, una infraestructura que amplía el espacio de atraque del puerto en 250 metros y en 30.000 metros cuadrados la superficie logística disponible. Esto implica que se multiplique la capacidad de tráfico rodado, es decir, los vehículos y la maquinaria que pueden entrar y salir por sus propios medios del puerto. Por otro lado, está preparado para que echen amarre todo tipo de barcos.

El muelle Raos 9 ya funciona, pero la Autoridad Portuaria está trabajando en una segunda fase del proyecto que complete la recién estrenada plataforma. La idea es incluir en ella dos actuaciones complementarias para ganar en flexibilidad y operatividad. Consisten en la ejecución de un 'tacón' -un nuevo espacio de atraque para carga y descarga- en el extremo este del muelle y de una rampa para tráfico rodado, lo que supondrá una inversión de otros 14 millones. Tanto el 'tacón' como la rampa son dos añadiduras que siguen la estela de las ejecutadas por la APS también en el tramo del muelle de Maliaño 1-4 para cerrar el nuevo dique al tiempo que se favorece la carga y descarga de la mercancía.