Si eres emprendedor en un pueblo cántabro, la Fundación Botín te quiere respaldar

Ahora la voluntad de la Fundación es extender este amparo a los emprendedores de todas las zonas rurales de Cantabria. El año 2022 es un ejercicio de acompañamiento a los proyectos en marcha y está por decidir si en 2023 se lanzará una convocatoria general, pero toda aquella persona que tenga un plan de negocio para alguna de las áreas despobladas de la región, haría bien en no perder de vista a la institución que, a su vez, se apoya en los Grupos de Acción Local (GAL) de las comarcas para elegir qué iniciativas alentar. Este año ya se han presentado propuestas a través del GAL Asón, Agüera, Trasmiera y los Valles Pasiegos, por ejemplo.

Nansa Emprende es uno de los buques estrella de la división de Patrimonio y Territorio de la Fundación Botín y su promotor, José María Ballester, fue premiado por haber levantado un proyecto pionero en el desarrollo rural, que se mantiene en el objetivo de conservar el medio rural al tiempo que se genera riqueza, se fija población y se potencian los recursos del territorio.

A esta séptima convocatoria de Nansa Emprende, a la que también han podido concurrir ya proyectos de otros lugares, se presentaron 37. Relacionados con el turismo rural, la restauración, la artesanía, la tecnología, servicios para la promoción rural, la agricultura ecológica y las pequeñas industrias agroalimentarias, entre otras. Y se han llevado el premio (que conlleva una ayuda de 5.000 euros por negocio) tres mujeres: La primera (Perla Rodríguez) tiene en marcha un centro de apiturismo que se puede visitar por medio de un viaje lúdico y educativo. Se llama Colmenares de Vendejo y está en Cabezón de Liébana. La segunda (Laura Gutiérrez), ha planteado una marca de complementos de moda sostenibles en el valle de Liébana. La tercera (Sofía González) promueve en Polaciones un centro para desarrollar ciclos formativos y actividades de ocio y tiempo libre, con alojamiento para grupos.

Tras la entrega de galardones, la Fundación ha informado de que, de los 37 proyectos participantes, tan sólo 11 presentaron formalmente su Plan de Empresa y podrán acceder al programa con el que se acompaña a los emprendedores en todo el proceso de iniciación y consolidación de sus negocios. Es habitual que en el proceso de aterrizar una idea empresarial algunas se desestimen, sobre todo en el momento en que se hacen los números reales. Este año se ha constatado algo más: la importancia de las mujeres para el desarrollo del medio rural, ya que ocho de los 11 finalistas están liderados por mujeres, un porcentaje que se ha incrementado con respecto a ediciones anteriores.

En esta década larga de trabajo han recibido formación más 650 personas, entre emprendedores y población del medio rural, ha destacado también la entidad, que comparte protagonismo en esta iniciativa con Cámara de Comercio de Cantabria y últimamente también con el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE) y la consultora Rurápolis.

Al acto de entrega de los galardones, que tuvo lugar este martes por la tarde en la Casa Rectoral de Puente Pumar (Polaciones), asistieron María Luisa Pascual, directora de Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria; Secundino Caso, presidente de la Red Española de Desarrollo Rural y de la ADL Saja Nansa; Manuel Grande, alcalde de Tudanca; Carmen Fernández gerente del Saja Nansa e Irene Díaz gerente del Grupo de Acción Local de Liébana, José María Ballester, director del Programa de Desarrollo Rural, Patrimonio y Territorio de la Fundación Botín; David Ramos, en representación la Cámara de Comercio de Cantabria; Nacho Rodríguez, en representación de CISE; y María Eugenia Cuenca en representación de PITMA, así como otros colaboradores del ámbito de la empresa y la Universidad de Cantabria y participantes de ediciones anteriores.