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Una nueva empresa extranjera ha presentado su proyecto económico y de investigación para la mina de zinc del Besaya. Tras las inversiones millonarias anunciadas por las firmas canadiense y australiana, la compañía chipriota Atalaya Mining -una de las seis adjudicatarias del ... concurso público- destinará 56 millones de euros durante los dos próximos años para confirmar que existe mineral en abundancia en sus terrenos, según el documento que la propia empresa ha aportado al Gobierno y al que ha tenido acceso este periódico.
Atalaya tiene previsto hacer 560 sondeos a 600 metros de profundidad en dos zonas repartidas por los municipios de Santillana del Mar y Suances, sobre todo, pero también en Reocín y Torrelavega. De momento, la compañía sólo cuenta con las mediciones que Asturiana de Zinc realizó en Queveda en los años 80, donde se calcula que puede haber 8 millones de toneladas de mineral con una tasa de zinc del 8,6%. Con el valor actual de mercado -a 3.500 dólares la tonelada-, esto supondría unos ingresos de 2.500 millones de dólares. Muy lejos de los 7.000 millones que prevé conseguir la canadiense Emerita Resources al explotar el subsuelo que consiguió en el concurso, y donde se calcula que hay escondidos 20 millones de toneladas con un 11% de zinc.
Origen Se fundó en 2004 en Nicosia (Chipre) para dedicarse la exploración y explotación de minerales en Europa. Tiene filiales en Londres y Madrid.
Economía Cotiza en las bolsas de Londres y Toronto. Sus fondos propios el año pasado eran de 188 millones. Ha invertido 316 millones en los últimos dos años en la mina de Riotinto (Huelva).
4 millones millones se ha comprometido a invertir la australiana Slipstream Resources en tres años para explorar el subsuelo y concretar cuánto zinc existe.
17 millones gastará la canadiense Emerita Resources en hacer sondeos durante este año. Después, calcula una inversión de 600 millones para construir su mina.
Atalaya Mining, fundada en Nicosia (Chipre) en 2004, llega a Cantabria avalada por su trabajo en la mina de cobre de Riotinto (Huelva), cerrada durante 14 años y reabierta hace dos con una inversión de 316 millones de euros. La empresa, que cotiza en las bolsas de Londres y Toronto, contó con unos fondos propios el año pasado de 188,6 millones y unas previsiones de venta de más de 150 millones.
Durante los dos próximos años, Atalaya estudiará el cuerpo mineral, su uniformidad y el grado de concentración del zinc con un programa de investigación «agresivo y moderno pero que, al mismo tiempo, respete el entorno medioambiental de la zona y contribuya a mejorar las condiciones socioeconómicas de la población local», según se puede leer en el documento.
Más de la mitad de los 57 millones irá destinada a la perforación de los sondeos, mientras que un 24% a construir la llamada 'galería de investigación'. Esta infraestructura se levantaría el segundo año si los resultados de las muestras del primero son positivas. Se trata de un complejo que permite hacer sondeos, realizar ensayos en laboratorio y caracterizar los minerales en el mismo terreno.
Los casi 60 millones presupuestados por Atalaya están muy lejos de los 4 previstos por la australiana Slipstream Resources para hacer sondeos durante tres años, y también de los 17 millones de la canadiense Emerita Resources para la misma operación durante un año. Eso sí, los americanos son los que cuentan con información más detallada del mineral de su zona y ya han presentado un proyecto más detallado, con 600 millones de inversión y 2.000 empleos para la construcción de la mina.
Atalaya explica que conseguirá los fondos a través de una combinación de recursos propios y ajenos. Los primeros, generados por la propia sociedad, incluyen aportaciones al capital social o préstamos participativos para cubrir al menos el 60% de la inversión. El dinero restante llegará a través de préstamos y créditos bancarios.
En su informe, Atalaya asegura contar «con un equipo altamente cualificado». En Huelva, por ejemplo, emplea a 324 personas, mientras que para su primer año de sondeos en Cantabria necesitará 21 trabajadores, entre geólogos, topógrafos y otros técnicos. El segundo año, cuando se instale la 'galería de investigación' deberá ampliar la plantilla al medio centenar de profesionales, entre ingenieros, mecánicos, administrativos y técnicos. «Priorizamos la contratación local, tanto de personas como de empresas auxiliares, ademas de apoyar iniciativas de carácter social y cultural y colaborar activamente en la diversificación económica de la zona, subrayan en el documento.
Los chipriotas, como también los australianos y canadienses, necesitan ahora que los ayuntamientos implicados les concedan las licencias para los sondeos. Antes, el Gobierno deberá resolver en los próximos días las alegaciones que se presenten a las adjudicaciones del concurso.
Todavía faltan por conocer los proyectos económicos y de investigación de tres de las empresas ganadoras del concurso. La norteamericana Louis Berger, matriz de la cántabra Apia XXI desde hace cuatro años y con más de 6.000 ingenieros en su plantilla, logró 320 cuadrículas repartidas entre Cabezón de la Sal, Alfoz de Lloredo, Reocín y Santillana del Mar. Hormisa, una filial del Grupo Sadisa con derechos de explotación en Mazcuerras y Reocín, es propiedad de Santiago Díaz. La última es Áridos y Hormigones del Deva (Grupo Candesa), a la que solo le interesa la extracción de caliza en una parcela cercana a Comillas.
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