Secciones
Servicios
Destacamos
Para el presidente de CEOE-Cepyme en Cantabria, Enrique Conde, la clave del éxito empresarial está en ser competitivo, y ahí la región parte con desventaja: desde las trabas burocráticas que lastran cualquier proyecto frente a otras comunidades, hasta los costes energéticos que penalizan ... la producción en España, en un mercado global en el que no todos los países juegan con las mismas reglas. Pero él confía en el empresariado cántabro, acostumbrado a hacer frente a tantas trabas, que sólo necesita encontrar algo de apoyo en la Administración para salir adelante y contribuir a la recuperación de la región después de la pandemia.
-¿Cómo está Cantabria?
-Está saliendo de una crisis de pandemia y económica, y está obligada a ser competitiva respecto a otras comunidades autónomas e incluso a otros países en un mundo tan globalizado.
-La consejera de Economía, en la presentación del avance de los Presupuestos, dijo que el Gobierno espera recuperar a fin de año el PIB del último trimestre de 2019. ¿Son ustedes tan optimistas?
-Ojalá se cumplan esas expectativas, aunque hay informes que hablan de una recuperación a niveles previos de la pandemia para finales de 2022. Independientemente de eso, hay que señalar que ya antes de la crisis del covid advertimos de que estábamos en recesión económica e industrial y que había que ponerse las pilas. Lo que sí es cierto es que esta pandemia ha dado el título de necesarios a temas que antes eran opcionales, como la digitalización.
-¿Qué tal le ha sonado lo que ha escuchado de las próximas cuentas regionales?
-Los empresarios creemos que una vez controlada la situación sanitaria hay que olvidarse de pandemias y ponerse a trabajar. Lógicamente, los Presupuestos tienen que ser expansivos y mejorar la competitividad ante otras comunidades, y para eso tiene que haber una estrategia clara desde el Gobierno y contar de manera real con el sector empresarial.
TREN RÁPIDO A BILBAO
-La Pasiega, que recibirá financiación estatal, sigue siendo la gran apuesta industrial de la legislatura. ¿Están justificadas tantas expectativas?
-Siempre ha sido una apuesta del Gobierno de la que no se ha hecho partícipes a los empresarios. Nuestra opinión es que si sale adelante el proyecto y es bueno para Cantabria, bienvenido sea.
-Hay otros proyectos del Gobierno central que marchan más lentos, como la Alta Velocidad...
-Las infraestructuras de transporte de Cantabria, en relación con las otras comunidades, están en desventaja. Sí es cierto que el tema del ferrocarril es muy importante: es por donde Europa está demandando que haya transporte de mercancías y pasajeros, y ahí Cantabria tiene una tara histórica.
-¿Cree que el tren rápido a Bilbao nos tendrá entretenidos otros veinte años?
-Esa es la sensación que tenemos desde el mundo empresarial, partiendo de que la realidad es que se van dando pasitos, pero no pasos firmes, y hay que tener en cuenta que en este proyecto hay dos actores, Cantabria y el País Vasco, y para el segundo actor este proyecto es secundario.
ENERGÍA CARA
-Ahora mismo hay otros asuntos urgentes sobre la mesa, como el problema de los altos precios de la electricidad, que empiezan a parar industrias.
-El coste de la electricidad es impresentable. No es que no puedas competir con otros continentes, es que estamos en desventaja con países como Francia y Alemania, con una energía hasta un 50% más barata. Algunas de las grandes industrias de Cantabria, cuyos centros de decisión no están aquí, corren riesgo de echar el cierre, si no total, al menos parcial.
-En Francia han anunciado un plan para construir pequeñas centrales nucleares para hacer frente a este problema.
-La realidad es que es muy difícil encontrar una solución a corto plazo al problema del mercado energético en España. Al final se trata de preparar una estrategia energética. Aquí está claro que no hay alternativa nuclear, pero habría que diseñar otra estrategia de energías renovables, un campo en el que se suponía que España partía con ventaja, y un sistema de transporte y almacenamiento de energía que nos permita ser más autónomos. No se han hecho los deberes y por eso estamos en esta situación.
-Esos costes energéticos se suman a otras desventajas en ese mercado global.
-Hablamos de coste energético, pero también de fiscalidad -sobre todo en el aspecto medioambiental- y de la poca capacidad de España para captar ayudas. De las ayudas para la descarbonización para Europa, 5.000 millones, a España sólo le dieron 60. Y a Cantabria llegaron cero.
RECUPERACIÓN
-Ni siquiera todas las regiones juegan con las mismas reglas.
-Nosotros nos quejamos de las desventajas en el tema burocrático, de la incapacidad para agilizar los trámites. Hay empresarios que se están jugando la cárcel porque empiezan a hacer obras cuando aún no tienen licencia porque se lo dice su propio ayuntamiento. Hay empresarios cántabros que están yendo a colocar negocios a Burgos o al País Vasco porque encuentran más facilidades, tienen otras oportunidades. Nosotros nos ofrecimos a ayudar al Gobierno regional para acabar con esta situación, y esperamos resultados este mismo año.
-¿Se puede hacer algo para acabar con el paro en la región?
-Nosotros mantenemos que debe haber una transición laboral: no podemos defender a ultranza puestos de trabajo que ya están caducos. Lo que hay que hacer es defender la empleabilidad, y para eso son fundamentales las políticas de formación. Ahora que a nivel de España se ha dado un giro a la Formación Profesional que parece bastante realista, en Cantabria hay que conseguir que tenga un atractivo para los jóvenes. Faltan puestos de trabajo en todos los sectores y, sin embargo, las cifras de paro no tienen sentido. No sé si hay falta de información a los jóvenes sobre la realidad del mercado laboral. Ahora hay una barbaridad de puestos en robotización o automatización y a la vez hay ramas de Formación Profesional con ese futuro en las que no se completan los estudios, es algo incomprensible.
-¿Cuentan también con la universidad?
-Tenemos buena relación tanto con la Universidad de Cantabria como con la Universidad Europea del Atlántico, y estamos tratando, desde el grupo de trabajo de talento de CEOE-Cepyme, que las empresas utilicen la universidad para investigar y que haya una fluidez de comunicación que antes no había. Pero todo eso va poco a poco: se trata de que las empresas sepan que hay una universidad con departamentos potentes para investigar. A la vez, la universidad se tiene que acercar también a la empresa, y están poniendo medios.
-¿Qué esperan de la próxima reforma laboral?
- La verdad es que estamos un poco despistados: la reforma laboral se está politizando de manera clara y en ese entorno no nos sentimos cómodos. Se tiene que plantear de una manera clara con los trabajadores y los empresarios, y, últimamente, esa relación que fue tan fluida al principio de la pandemia, ya no lo es tanto. Entonces el empresario fue muy generoso para sacar adelante acuerdos, no siempre tan buenos para la empresa, y el Gobierno no está cumpliendo ahora su parte.
-Saque la bola de cristal. ¿Cómo ve Cantabria dentro de cinco años?
-Más que cómo lo veo es cómo me gustaría verlo: a mí me gustaría que en Cantabria los gobiernos se sentaran con las empresas y les preguntasen por la realidad de los mercados del mundo, porque estamos compitiendo a nivel global, y vieran qué necesidades hay que cubrir y qué medidas aplicar. Me gustaría que las políticas de la Administración fuesen posibilistas y posibilitaran la labor de los empresarios, que es la misma que la de los trabajadores: hoy día, empresario y trabajador están juntos en las ganas de tirar para delante. A veces esa relación se politiza y se tuerce por otros intereses que no deberían estar sobre la mesa. En definitiva, queremos gobiernos que nos escuchen y que se dejen ayudar para poder trabajar todos juntos.
–¿Qué fue del Plan Cantabria 2030? ¿Murió de covid?
–Sigue adelante. Ha trabajado sobre tres patas fundamentales: la innovación, las personas y el talento y el emprendimiento. En los últimos dos años el trabajo ha empezado a dar frutos y ya empieza a haber acciones con la colaboración de cántabros que están en otros países, contactos comerciales de empresas cántabras con la red de talento exterior; incluso han surgido proyectos de emprendimiento que han encontrado el apoyo de empresarios de la región. También hay proyectos aprobados en CEOE de innovación como el Innovation Business Ecosystem... Todo esto está surgiendo de dos años para acá. Se trata de un proyecto muy bonito, que apoyan todos los empresarios y en el que la clave es estar unidos y tener claras las cosas. Lo que sí nos ha mermado el covid-19 es la posibilidad de compartir con mayor frecuencia esos espacios de encuentro de empresarios que hicimos, como Territorio CEOE, que aún así se han desarrollado en algunas zonas de Cantabria; Despacho Abierto, que consiste en una reunión de socios de manera aleatoria, en la que se charla de lo que se hace aquí y de las necesidades del empresariado, y de ahí han surgido algunas propuestas interesantes. Hay que decir que el nivel que tiene el empresario en Cantabria es brutal: con todas las restricciones a las que tiene que hacer frente, con todas las trabas que debe superar, sólo le hace falta que la Administración facilite un poquito el ecosistema.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.