Los empresarios fichan en el extranjero la mano de obra que falta en Cantabria

Una situación compleja que también se refrenda con datos, a nivel nacional, y es que la encuesta a las empresas españolas del cuarto trimestre de 2024 –la más reciente que hay– elaborada por el Banco de España pone de relieve con cifras cuáles son los principales sectores donde mayor dificultad existe para encontrar trabajadores. Según el estudio, el porcentaje de empresas que perciben problemas de disponibilidad de mano de obra se incrementa hasta el 44,2%, casi dos puntos más que en el anterior trimestre. La hostelería es el sector donde más personal se necesita, le sigue de cerca la construcción y la agricultura cierra el podio, todas por encima del 50% de dificultades de disponibilidad de mano de obra. En el lado contrario, los sectores que menor dificultad tienen de trabajadores son el ocio y otros servicios, la informática y comunicación y las actividades inmobiliarias.

Uno de los episodios que mejor refleja las complicaciones a la que se enfrenta la hostelería se produjo el pasado año en el mes de mayo, cuando la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC) organizó un encuentro con personas desempleadas para ofertar hasta 120 puestos de trabajo. La respuesta fue ridícula, de los 7.500 citados, solamente acudieron 70 personas para conocer las propuestas laborales del sector. «Ese evento fue antes de la temporada, este año va a ser peor», refleja Emérito Astuy, director del Hotel Astuy, en Isla. «El problema es que no hay cultura del esfuerzo y del trabajo y ahora se está educando a la sociedad para vivir bien, tener mucho tiempo libre y se nos están rompiendo por los pies. Si no hay esfuerzo, no hay trabajo, no hay ahorro, todo lo demás no se puede hacer. Y ahí, en mi entender, estamos generando una sociedad con muy poco esfuerzo», justifica Astuy.

El que fuera presidente de los hosteleros cántabros explica el cambio a la hora de afrontar contrataciones para la temporada veraniega. «Hace años ponía algún anuncio en los periódicos y hacía entrevistas de personal en Castilla y León, me desplazaba hasta allí y realizaba entrevistas personales. En nuestro caso contamos con doce habitaciones para personal de fuera y vamos a ampliar a dieciséis», señala. Astuy hace hincapié en los problemas que existen para traer a gente de fuera del país. «Yo necesitaba una persona para el vivero, conocí a un trabajador colombiano que cuadraba con ese perfil, lo quise traer y solamente me pusieron pegas». El empresario hostelero comenzó el proceso con la publicación de una oferta en el SEPE:«Me mandaron dos candidatos de fuera de Cantabria y ninguno tenía interés en el trabajo». Así es como consiguió el certificado de insuficiencia para un puesto muy específico y que pudiera salir en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, para que así pudiera ser accesible para trabajadores extranjeros. «El año pasado podía haber tenido seis o siete puesto más de trabajo, pero no conseguimos encontrar candidatos», expone.

Si la hostelería lidera la clasificación del sector que más trabajadores necesita, la construcción no se queda atrás. La necesidad de construir viviendas en Cantabria para afrontar la demanda que tiene la población chocan con los problemas para encontrar personal para la edificación. Y aunque una de las soluciones es industrializar la construcción, se necesita mano de obra para las reformas y algunos puestos específicos como el de encofrador, imprescindible para la elaboración, montaje y desmontaje de encofrados metálicos o de madera, que se utilizan para moldear el hormigón.

«Traer personal de fuera tampoco es fácil, no está generalmente bien formado, con lo cual lleva mucho tiempo el formarles, y también se necesita de bastante paciencia para hacer los trámites», asegura Juan de Miguel, presidente del Grupo SIEC. «En nuestro caso hemos traído siete encofradores de Marruecos y nos ha permitido paliar un poco el problema, pero no nos queda otra que cambiar el chip y hacer las cosas de otra manera, tendremos que dejar de construir 'in situ' e industralizar y tenerlo fabricado ya de fuera».

Según el último informe de Tendencias del Mercado de Trabajo en España elaborado por el SEPE, es «notable» el incremento de la edad media de los profesionales del sector de la construcción (de 37,3 años en 2007 a 45,1 en 2022). Asimismo, señala que es un sector de difícil reposición pues, además de falta de oferta formativa suficiente, los jóvenes muestran cierto desinterés para incorporarse. Eligen otros ámbitos laborales en los que las condiciones laborales les resultan más atractivas.

También destaca que en su momento «hubo un gran peso de la mano de obra extranjera que, con la anterior etapa crítica, optó por volverse a su país», lo que se tradujo en una movilidad ocupacional hacia otros sectores con mayor estabilidad y mejores condiciones. Desde el Observatorio de las Ocupaciones concluyen que la construcción es un sector con escasez de mano de obra y en el que más ha aumentado el número de vacantes sin cubrir desde el año 2016. Y por lo tanto, requiere de actualización continua y apostar por la robotización y la sostenibilidad.

«En todos los sectores se está buscando fuera de España. Si no salen más veces fuera a contratar es por la dificultad que hay, a veces de homologar y demás trámites», matiza Itxaso Saiz, empresaria de Maderas José Saiz y presidenta de Acemm (Asociación Cántabra de Empresas de la Madera y del Comercio del Mueble). Es el caso de esta firma con sede en San Vicente de Toranzo y que también cuenta con plantas desde Galicia hasta Madrid, por lo que necesita una cantidad alta de trabajadores. «Siempre hemos contratado gente para temas forestales o de transporte y hace unos años que apostamos también por gente de otras comunidades autónomas, pero este último año hemos visto que es muy difícil. Entonces estamos haciendo la prueba de contratar gente de fuera con idea de que no venga tres meses y se vaya, hay alguno que ya ha traído a la familia con idea de que se establezcan aquí», añade.

Cincuenta son los trabajadores que se han incorporado desde Perú. «Es un cambio de vida, pero es un país que no está en las mismas condiciones que España, en seguridad, calidad de vida e infraestructuras. También a nivel cultural su adaptación es mucho más ágil porque es el mismo idioma», relata Saiz.

Uno de los factores que más han notado desde la patronal del transporte (Aetrac) ha sido la pérdida de conductores ucranianos, ya que muchos decidieron regresar ante el conflicto bélico vivido en su país. En 2023 ya alertaron de la necesidad de 200 conductores para cubrir la demanda. Ahora se abren a buscar transportistas en países sudamericanos.

«Hay carencia en el sector, sobre todo, porque hay una edad media muy alta en los conductores profesionales y más para las rutas internacionales», reconoce Gerardo Pontón, secretario general de Aetrac. «Algunas empresas se refuerzan con trabajadores de la competencia. Muchos también valoran el poder descansar todos los días en casa», expone.

La patronal de las grandes empresas del ramo extiende el problema de la mano de obra a nivel europeo. «La única forma de incentivar que más personas jóvenes accedan al sector del transporte como conductores es dedicar ayudas desde la Administración a la obtención de los carnés de conducir CAP. Es una inversión que puede rondar entre los 4.000 y 5.000 euros», revela Pontón.

Desde CEOE-Cepyme consideran que el problema de la falta de profesionales en la mayoría de los sectores productivos de Cantabria «no es una novedad ni un fenómeno aislado o que sea singular en nuestra comunidad». Enrique Conde, presidente de la patronal, detalla que todas las autonomías y todos los sectores empresariales están sufriendo el mismo problema, en algunos casos con tanta intensidad que está afectando a la propia supervivencia de muchas empresas.

«Existen sectores como el tecnológico o el digital, donde la demanda de las empresas es mayor que la oferta de nuevos profesionales, lo que provoca una subasta de talento entre empresas para cubrir esa creciente demanda ocasionada por el propio crecimiento del sector, con cifras de incremento superiores a dos dígitos por año», detalla Conde.

En una situación diferente se encuentra la industria, donde no se llegan a cubrir las plazas ofertadas. CEOE-Cepyme desvela la necesidad de ofertar a través de la formación reglada o la no reglada perfiles que se adecuen a la demanda de la industria. «La Formación Profesional debe convertirse en un instrumento que responda a esta demanda para resolver la paradoja de que en Cantabria el paro juvenil está por encima del 20% y, sin embargo, hay puestos de trabajo en la industria que no se cubren por falta de perfiles adecuados», recuerda el presidente de la patronal.