Las empresas de espectáculos exigen ayuda al Gobierno tras meses sin ingresos

Los empresarios hablan de «una situación límite, al borde de la ruina absoluta y con un altísimo riesgo de cerrar, de forma definitiva, nuestros negocios», según aseguran en su comunicado. Es el caso de Nacho Barquín, al frente de una promotora de espectáculos en Cabezón de la Sal (Mina Music Producciones), además de animador, locutor, DJ y organizador de festejos en pueblos. «Desde marzo no hemos podido hacer nada. No hay un protocolo claro y no dejan que se celebre ningún evento», critica. «Al ser autónomo, recibes una pequeña aportación por cese de actividad, pero cobraron la cuota de autónomos de marzo y abril, y en septiembre nos la vuelven a cobrar sin que haya habido actividad, y no lo acabamos de entender: nos dan poco más de 600 euros y nos quitan 300: ¿cómo se puede mantener una familia así cuando, además, hay que seguir pagando seguros, créditos y facturas?». En su caso particular, ha pasado de organizar más de dos centenares de actividades anuales a ninguna.

Es la misma queja que expone Mónica Salas (Pirotecnia y Sonorizaciones Salas), criada «entre cables y discotecas móviles», y dedicada a esa labor desde el año 90. «Nuestra temporada empieza en mayo y acaba en el Pilar, y durante el invierno nos mantenemos con lo del año anterior. ¿Cómo lo vamos a hacer este año?», se lamenta. «No hay romerías, no hay fiestas, todo el mundo está con ese miedo. No podemos tocar en la calle pero sí se puede ir a la playa, o a Cabárceno, o que se junten quinientas personas en Potes. Pero en una fiesta, no. Mucha gente no entiende que somos empresas, pero si en vez de ser autónomos perteneciésemos a una gran empresa de la que dependiésemos todos los que trabajamos en el sector, el presidente del Gobierno ya se habría movido. Como somos varias, y pequeñas, parece que no duele tanto, pero es el mismo número de empleados el que se va a la calle».

Del gremio del espectáculo dependen profesionales como artistas, técnicos, conductores, representantes, administrativos y personal de seguridad, quienes también destacan el impacto que su actividad tiene en otros sectores como la hostelería o los alojamientos. «Exigimos a las instituciones municipales, autonómicas y estatales que no nos dejen atrás en la salida de esta crisis, y se comprometan, de forma firme, a escuchar nuestras reivindicaciones», exponen en el manifiesto, que ya ha suscrito más de una veintena de empresas de Cantabria.

Entre las soluciones que proponen está que «los presupuestos destinados a fiestas y eventos culturales sean destinados a las empresas de eventos y espectáculos», para evitar su desaparición. Exigen, además, «ayudas y aplazamientos en el pago de tasas, impuestos, así como la prórroga de los ERTE para los trabajadores de las empresas, y ayudas a los autónomos del gremio». Solicitan, igualmente, «un protocolo claro, y que posibilite la realización de festejos y eventos con la máxima seguridad, para ciudadanos y trabajadores».