«Las empresas implicadas tienen un manchón terrible, pero no podemos ser vengativos»

-¿Le ha quitado muchas horas de sueño este caso?

-No, de dormir no me ha quitado, pero sí me ha generado mucha preocupación porque puede quedar la imagen de que hay corrupción en Cantabria. Y no es así. Los corruptos son solo un funcionario y unos empresarios. Personalmente estoy como una moto. Soy muy exigente conmigo mismo. Me animo yo solo porque no he hecho nada malo, estoy muy tranquilo y seguro de que he nombrado para el Gobierno a gente muy buena que me ha respondido siempre.

-¿Ha sido el momento más crítico del PRC desde que está en el Gobierno?

-No, no... En lo personal no, en lo colectivo probablemente sí porque ahora mismo hay mucho abatimiento e indignación entre los 25.000 funcionarios de la Administración regional. Tienen la sensación de que la gente, en la calle, piensa que todos o muchos son corruptos, cuando no es así.

-Si este no ha sido el peor momento para usted, ¿cuál ha sido?

-Recuerdo como algo terrible el atentado terrorista de Santoña. También hemos tenido incendios, inundaciones...

-Políticamente, me refiero.

-Lo de ahora sí es un mazazo, sobre todo por esa preocupación de que la gente piense que todos los funcionarios son corruptos. Es injusto que paguen justos por pecadores. En Obras Públicas la gente es muy honrada. Y también tenemos médicos, enfermeras, profesores, guardias forestales... que están todos los días trabajando y cumpliendo.

-El PRC venía de su mejor momento con la primera victoria electoral y el primer diputado en el Congreso. ¿Qué impacto va a tener en el 28M este caso?

-Mi partido es completamente ajeno a lo que ha ocurrido. Le puede pasar a cualquiera. Lo que me cabrea es que digan que esto lo sabía todo el mundo desde ha ce tiempo. No es cierto. Yo pregunté a todos. Uno por uno. A Gochicoa, a Del Jesus... ¿Alguna vez alguien os dijo algo? Y siempre ha sido un 'No' rotundo. Ni una palabra. Estas tramas no son tan fáciles de detectar. Son un grupo de cuatro o cinco empresarios con un único funcionario. El que paga y soborna calla como un muerto. Es lógico. Es muy difícil saberlo a no ser que alguien te lo diga y te aporte pruebas.

-¿No cree, entonces, que el PRC vaya a perder votos en las elecciones?

-No tengo ni idea, eso no lo puedo decir. Pero tengo una muy buena percepción de lo que va a ocurrir el 28M. El PRC está muy fuerte. Tenemos 102 listas hechas. Y una base de 70.000 votos municipales que no hay quien nos los quite. Además, estaba absolutamente seguro desde el principio que la gente nombrada por mí no estaba implicada en el caso. Si aparece, por ejemplo, algún consejero que pueda estar metido en la trama, dimito yo al día siguiente. No sigo aquí ni cinco minutos.

-¿Y no se le pasó por la cabeza ni por un momento, ante la envergadura del caso, dimitir también?

-No. Si hubiera algún culpable entre los que yo he nombrado, sí. Si me hubiera fiado de una persona que me falla, entonces yo sería culpable. Si pongo la mano en el fuego por Gochicoa, al que conozco desde hace 25 años, y me falla es que entonces soy muy mal psicólogo. Pero es que en esta trama no hay ningún político metido en nada. Es solo un funcionario con unos empresarios. Y ya está. Si sus compañeros en Obras Públicas no lo sabían, ¿cómo lo iba a saber yo que ni siquiera sabía quién era?

-¿Ni siquiera va a cambiar el enfoque de su campaña electoral?

-No, no. Para nada. Nosotros no tenemos en esta historia más que un disgusto. Ninguna responsabilidad política en absoluto.

-¿Ha llegado a pensar que alguien aceleró la investigación en Obras Públicas por la cercanía electoral? Lo digo porque pocos días antes usted había sido muy enérgico exigiendo «rodar cabezas» en el Ministerio de Transportes por los trenes que no entraban en los túneles.

-No he llegado a pensar eso. Esta investigación lleva por lo menos un año en marcha. Es cierto que el momento para el Gobierno es el peor. Pero estas cosas tienen que salir, no se puede tapar nada. A lo mejor es un mal trago, pero sirve como aviso para navegantes, para que más gente no caiga en esa tentación. Como entres en la corrupción ya no sales, es como la droga, debe ser adictivo.

-¿Fuera de Cantabria le hablan de este caso?

-No, no. No he tenido ningún problema nunca.

-Me refiero si en Madrid o Barcelona este tema se conoce o ha pasado desapercibido.

-A mí no me han dicho nada fuera de Cantabria. El problema está aquí. Hay gente que pueda pensar que somos tontos, pero es que es imposible detectar este tipo de casos. He visto a compañeros de Obras llorar porque ha pasado a su lado y no se han enterado.

-¿Ha habido mucho debate en la cúpula del PRC sobre la dimisión de Gochicoa? ¿Había dirigentes en contra de su salida?

-Yo no se lo consulté a nadie. Esas cosas no las consulto. Ha sido injusto pero había que hacerlo porque en este partido ponemos el listón muy alto. Yo soy de los que habla mucho sobre corrupción y toda mi vida he estado denunciándolo. Y no me he llevado ni un euro nunca. Tengo la conciencia muy tranquila, que es lo que me permite dormir.

-¿Cree que el homenaje al exconsejero se ha entendido fuera del PRC? Ha habido muchas críticas.

-No lo sé, pero tenía la obligación moral de organizarlo sin hacer un cálculo electoral. Gochicoa es una de las personas a las que más quiero y admiro. Lleva conmigo más de 20 años y había que decirle 'gracias'. No ha hecho nada más allá de ser buena persona y pensar que todos son como él.

-¿Y nadie del partido le aconsejó dejarlo para otro momento más adecuado?

-¿A mí? Nadie. Y la prueba es la respuesta: mil personas fueron. Le quieren como le quiero yo. ¿Voy a dejar de hacerlo porque me voten más o me voten menos o porque le parezca mal a alguien? Tengo un problema de conciencia porque esta persona debe quedar absolutamente limpia, y tenemos que darle las gracias y animarle a seguir adelante.

-Aunque eso suponga perder algunos votos.

-Yo que sé, igual sí o igual no. Había que hacerlo y punto. Hubiera sido de una ingratitud total que quedara la más mínima duda sobre él. Nosotros hacemos este homenaje con una persona que ha dimitido, otros partidos no lo pueden hacer porque tienen condenados.

-«Volveré a contar con Gochicoa si el PRC vuelve a gobernar», dijo la semana pasada. ¿No fue demasiado atrevido?

-No será en Obras Públicas, evidentemente, pero por supuesto volveré a contar con él. Gochicoa será una pieza del próximo Gobierno. No te puedes imaginar lo que vale este hombre, no hay tantos en Cantabria como él. Conoce la Administración, es abogado, ingeniero de caminos, funcionario del Estado, con una capacidad de trabajo enorme... Soy muy sentimental, no dejo a la gente tirada cuando es honrada y leal. Y a Gochicoa no se le puede perder para la Administración regional.

-Lo que no se entiende en la calle es cómo pudo este funcionario operar durante 20 años sin que nadie llamara la atención.

-No me vale que me digan ahora que se hablaba en los bares, las cosas hay que decirlas donde hay que decirlas. Me he hartado de pedir que cuando haya algún indicio, me lo comuniquen. No hace falta mandar una carta con las señas y el teléfono. Basta con una llamada discreta.

-El presidente de los empresarios, Enrique Conde, fue uno de los que dijo que ya sabía lo que estaba sucediendo, ¿no habló con él?

-Conde ha estado aquí en veinte reuniones y jamás me planteó nada. Es una de las personas habituales que viene aquí, a la sede del Gobierno, a verme. He ido a comer con él y con empresarios que quieren invertir en Cantabria. Si me llega a avisar, tomo medidas fulminantes. Pero no se hizo.

-¿Y habló con él una vez iniciada la investigación?

-Sólo le pregunté que cómo había dicho eso de que lo sabía. Y me respondió que no había estado afortunado con sus palabras.

-Siendo el funcionario corrupto jefe de Conservación de carreteras, con más de 20 años en la Consejería, habrá coincidido con él muchas veces.

-Habrá fotos mías con él, seguro, pero yo no sé quién es... Me habrá presentado proyectos en estos años, no sé, yo miro su cara en las fotos y no caigo. En cualquier caso, es injusto decir que todo el mundo lo sabía. Entonces, ¿por qué no lo han contado? Se nos puede achacar que somos despistados, pero es que no lo sabían ni los más próximos.

-¿El cuerpo le pide volver a trabajar con las empresas implicadas?

-Desde luego que tienen un manchón terrible. Habrá que aplicarles la ley, pero no se puede ser vengativo con ellas. La justicia tiene que hacer su trabajo, yo ya he hecho el mío. Hemos llegado al máximo de lo que podíamos hacer sin tener ningún motivo ni ninguna culpa.

-¿Se ha sentido respaldado por su socio de Gobierno?

-No me he planteado nada especial con él, le dije al vicepresidente lo que pasaba y las medidas que iba a tomar.

-¿No ha echado en falta algo más de apoyo público del PSOE? ¿Ha sido desleal de alguna manera?

-No lo creo. Sería muy estúpido alegrarse de un problema de tu socio. Esto le viene mal a todos, al Gobierno y a la oposición. Nunca he pensado que Zuloaga se haya dado una alegría con esto. Igual es que soy un ingenuo. ¿Que sacaría con ello? A nosotros no nos va a ganar el PSOE las elecciones, eso es evidente.

-La que sí estaba muy enfadada era la delegada del Gobierno por la polémica de la llamada avisando de la redada policial.

-Pero es que yo no sabía la hora que era, de verdad...

-Me refiero a después de aquello. Una vez que la Fiscalía archivó la investigación de la llamada, Quiñones le acusó a usted de «deslealtad institucional».

-¿A mí? ¿Deslealtad en qué? Ella probablemente ha intentado hacer política con esto. No olvidemos que es del PSOE, y además de un sector muy concreto del PSOE. Pero no tiene razón en lo que dice. Cuando me llaman no miro la hora, me preocupo de lo que me dicen. De todos modos, si no me hubiera llamado, me hubiese enfadado. Es una obligación que me lo comunique porque el edificio allanado es del Gobierno.

-¿Con las medidas anunciadas (una segunda firma para las contrataciones) será suficiente para evitar que esto vuelva a ocurrir o se replantea otras más severas, como la creación de esa oficina anticorrupción que no se llegó a poner en marcha?

-La consejera de Presidencia está trabajando en una Ley para crear un organismo en el que la gente pueda presentar denuncias anónimas. No sé si servirá para algo. Lo que sí me gustaría saber, cuando se conozcan todos los detalles de la investigación, es cómo hacían el trinque: probablemente no estaba tanto en lo que se adjudicaba como en lo adjudicado que no se hizo.