Arcadio Blasco | Nuevo delegado de Aemet
«El encanto de Cantabria está también en su climatología, y eso hay que saberlo vender»Secciones
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Arcadio Blasco | Nuevo delegado de Aemet
«El encanto de Cantabria está también en su climatología, y eso hay que saberlo vender»A Arcadio Blasco (Coruña, 1976) se le notan las ganas de agradar en el desembarco. Es, desde hace pocas semanas, el 'hombre del tiempo' en Cantabria, un papel que durante muchos años le correspondió a José Luis Arteche, que acaba de jubilarse. En unos días, ... el nuevo delegado territorial de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología), ya ha descubierto que su teléfono va a sonar mucho.
–Vamos al grano. ¿Es más difícil, por sus condiciones, hacer un pronóstico en Cantabria que en otras comunidades?
–Bueno, en general en el norte de España es más complicado que en otros puntos. A ver, todas las zonas de España tienen su complicación. Por ejemplo, Zaragoza, de donde vengo, se mueve en dos extremos. Entre el calor y el frío, pero también tiene una complicación añadida con el hecho de las tormentas de verano, que son extremadamente fuertes y que dan lugar a fenómenos muy complicados. En el caso de Cantabria o, en general, en el norte, tenemos la orografía y la ubicación que tenemos. Estamos al lado del mar, pero con un sistema montañoso próximo, lo que hace que el clima oceánico del que disfrutamos tenga sus variantes y sus pequeños matices en cada una de las zonas. ¿Más difícil? Bueno, todos tienen algo. Todas las zonas o todas las regiones tienen algo. Pero sí que es verdad que el norte puede ser un poquito más impredecible y más complicado.
–Aquí se dice que en un único día tenemos todos los tiempos posibles.
–Puede ser, claro que sí. Hombre, frío, mucho frío, nunca hace. Esa es la ventaja. No hay unas temperaturas extremas como puede haber en otros puntos del país. Pero, efectivamente, nos podemos encontrar con un mediodía soleado, viniendo de una mañana con bruma o neblina y mucho más fresco, y luego, por la tarde, un chaparrón. Nos podemos encontrar de todo.
–Y a todo esto hay que sumarle el cambio climático. ¿Usted esto cómo lo ve?
–Pues que es una realidad, es lo que hay. Estamos en una etapa donde, por ejemplo, venimos de un año extremadamente cálido en todo el país. El segundo más cálido en España después de 2022. Pero a nivel mundial, el más cálido, con un aumento de temperatura de casi grado y medio. Es un aumento de temperatura de momento temporal, no está mantenido en el tiempo, pero que es preocupante. Y no solo es la temperatura, también el calentamiento de los océanos, la retirada o la disminución del hielo marítimo antártico, la retirada de los glaciares... Estamos viviendo unas situaciones preocupantes. El cambio climático está dándonos veranos o incluso años mucho más cálidos. En cuanto a precipitaciones, depende. Voy a ejercer un poco de gallego. Digo depende, pero sí que es verdad que tenemos un episodio de sequías muy fuerte, por ejemplo, en Cataluña. Veremos qué ocurre, pero es una realidad completa y que tenemos que aprender a convivir con ella. Y también intentar luchar para que ese cambio climático se suavice.
–Dicen los expertos que una de las consecuencias aquí es que el tiempo se 'mediterraniza'.
–A grandes rasgos, sí. A ver, vamos en camino. Las temperaturas están aumentando y el invierno ha sido, por ejemplo, muy cálido. Respecto a nuestros valores normales, sí que se está observando que tenemos cada vez estaciones más cálidas, años más cálidos y entonces sí que podemos tender a eso. Pero es muy pronto para verlo, para saberlo. El clima es más complicado, más complejo, y asegurar eso a día de hoy todavía es muy difícil. De momento, seguimos con nuestro clima oceánico: suave, precipitaciones evidentemente abundantes, con temperaturas muy agradables, y vamos a ir viendo cómo evoluciona la situación en cuanto al cambio climático.
–Y fenómenos extremos cada vez más seguidos...
–Lo que digo yo siempre es que olas de calor siempre ha habido, hay y habrá. Y olas de frío, también. Y tormentas fuertes, nevadas... Pero sí que es verdad que está aumentando cada vez más su intensidad y su frecuencia. Cada vez las olas de calor, por ejemplo, son más intensas, más largas en el tiempo, más frecuentes. Y lo mismo con otros fenómenos meteorológicos adversos. Ya no solo en España, a nivel mundial. Recordemos, por ejemplo, la intensísima ola de calor que hubo el año pasado en el área mediterránea. O fuertes precipitaciones, incendios que están relacionados con las condiciones meteorológicas (en Grecia, en Canadá..). Todos estos fenómenos siempre han ocurrido, ocurren y ocurrirán. Pero, con el cambio climático, su frecuencia y su intensidad van en aumento.
Las frases
Condiciones concretas «En el norte, en general, es más complicado hacer pronósticos que en otros puntos»
Cambio climático «Olas de calor, de frío o tormentas ha habido siempre, pero está aumentando su intensidad y su frecuencia»
Huir del calor «En Zaragoza muchos se iban al Mediterráneo. En los últimos años hay más interés por venir aquí»
Planes «Me gustaría poder dotar de más personal a esta delegación territorial»
–Aquí a la predicción se le da mucho valor. Para los hosteleros, ya lo ha visto, es la clave en Semana Santa. ¿Ya ha notado esa presión estos días?
–Sí que es verdad que el número de llamadas es quizás mayor que de dónde vengo. Eso sí que se nota y hay mucha preocupación. Ahora, desde el punto de vista personal, también digo que Cantabria tiene mucho que ofrecer y el tiempo que tiene es el que es. No hace falta un buen tiempo o un mal tiempo para venir a Cantabria. Yo creo que puede ofrecer todo lo que tiene que ofrecer llueva o haga calor. Hay muchísimo que ver, hay muchísimo que hacer. No pasa nada porque en vez de 25 grados haya 18. Y el encanto de Cantabria también está en su climatología. Eso también hay que venderlo, hay que saberlo vender.
–Hay estudios de la UE que indican que Cantabria será uno de los territorios más favorecidos en el turismo por el excesivo calor en otras zonas.
–A ver, yo vengo de Zaragoza aunque soy gallego. Cuando llegué a Zaragoza muchísima gente se iba de vacaciones al Mediterráneo. De los últimos años para aquí, hay mucho mayor interés por venir de vacaciones a comunidades autónomas como Cantabria, Galicia o Asturias. Creo que, en general, no se busca ir a la playa todos los días.
–¿Hasta qué punto es 'peligroso' para el turismo ese único simbolito en el Telediario para representar el tiempo de un día entero en toda la comunidad?
–Es peligroso, efectivamente. Un único símbolo para una comunidad es complicado. Las condiciones meteorológicas evolucionan o pueden evolucionar a lo largo del día. Entiendo, sin meterme a valorarlo, que es una información general de España. Es lógico. No les da tiempo en unos minutos a especificar. ¿Es representativo? Puede que sí, puede que no. Depende del día. Ahora bien, aquí siempre aconsejo que la gente consulte la página web de la Aemet por comunidades. Hay una información general para Cantabria con sus especificaciones para determinadas zonas y se ve la evolución temporal. De hora en hora, o en plazos de seis horas. Eso ayuda mucho.
–¿Y cómo influye la proliferación de todas esas aplicaciones del tiempo en los móviles?
–Nosotros somos el servicio meteorológico nacional. No lo vemos como una competencia. Somos un servicio público, estamos para dar un servicio a toda la ciudadanía y nos abstraemos de eso.
–Su antecesor, Arteche, es posiblemente la persona que más ha salido en el periódico en estos años después de Revilla. ¿Está preparado para eso?
–Creo que sí, lo dirá el tiempo. El delegado territorial es el representante de la Agencia Estatal de Meteorología en una comunidad y, evidentemente, tiene una repercusión mediática y estás presente en los medios. Sé que en Cantabria, además, José Luis Arteche ha hecho una carrera y ha estado siempre al lado de los medios. Creo que, en parte, forma parte de mi trabajo e intentaré, ya que todo ha funcionado muy bien y la relación ha sido muy buena, seguir la misma línea que mi antecesor.
–Más allá de los medios, es un cambio después de muchos años. ¿Por dónde quiere ir? ¿Qué planes tiene?
–Es una pregunta complicada, llevo muy pocos días. Planes tengo unos cuantos. En cuanto al personal, me interesa intentar dotar de todavía más personal a esta delegación territorial. Es una necesidad que tiene la agencia en general y hago un llamamiento a todas aquellas personas que siempre han estado interesadas o que les guste la meteorología. Que se informen sobre las oposiciones a los cuerpos de Meteorología del Estado. Hay plazas y necesitamos gente que esté comprometida y que le guste la meteorología. Más allá de eso, hay planes, pero todavía no los puedo desvelar. Todavía me estoy adaptando.
–Como ya dejamos atrás la Semana Santa, ¿se atreve con un pronóstico de aquí al verano?
–La primavera, en principio, según los modelos de predicción estacional, va a ser más cálida de lo normal en todo el país. Y Cantabria, por supuesto, va incluida. En cuanto a la precipitación, no hay una señal clara y eso a veces despista un poco. ¿Qué es eso de que no exista una señal clara? Pues que los modelos nos dicen que hay la misma probabilidad de que haya más precipitaciones de lo normal, que sea normal la precipitación o que sea más seco de lo normal. Cualquiera de los tres escenarios son equiprobables, hay la misma probabilidad de que llueva más, menos o como siempre. Ahí estamos un poco a la expectativa. Lo que sí parece bastante claro es que la primavera se espera más cálida de lo normal.
–Por último, una curiosidad. ¿Usted también habla del tiempo en el ascensor o en la cola del supermercado?
–Voy a contar una anécdota. En Aragón, en las conversaciones, evitaba decir dónde trabajaba porque el tiempo siempre es una conversación recurrente. El caso es que una vez tendiendo la ropa en el patio de vecinos, un vecino me había visto en televisión el día antes. 'Anda, te vi ayer en la tele'. Pues muchos vecinos lo escucharon. 'Oye, que el Arcadio ha salido en la tele hablando del tiempo porque trabaja en la Aemet'. A partir de ahí, en el grupo de WhatsApp que teníamos los vecinos, cada dos o tres días me preguntaban: 'oye, mira, ¿cómo va a hacer?'. Lo ponían en el grupo o me mandaban mensajes por privado. 'Oye mira, ¿me puedes decir qué tiempo va a hacer? Es que quería irme al pueblo este fin de semana'.
Dice que los compañeros del centro y «la gente en general» le han facilitado el aterrizaje. Que está «muy contento». Y recuerda que Cantabria estuvo en el origen de todo. «Soy licenciado en Ciencias Químicas. Trabajé en la empresa privada hasta 2008. En empresas relacionadas con la enseñanza y la prevención de riesgos laborales, pero con la crisis me quedé sin trabajo. Al año siguiente, en 2009, surgió un curso aquí para personal interino. Me vine, lo hice y realmente fue donde descubrí que la meteorología me podía interesar». Es curioso. A una de las profesoras de ese curso le entregó hace solo unos días una placa por su jubilación. «Me dijo: 'Hemos cerrado un ciclo. Yo te di clase y ahora tú me estás dando la placa conmemorativa por mi jubilación'».
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