La enésima avería obliga a cancelar tres Cercanías en plena hora punta

Según explicaron a este periódico fuentes de la compañía ferroviaria Renfe, que es la prestadora del servicio de Cercanías, la avería se produjo con las primeras luces del día, en torno a las siete y media de la mañana, cuando el tren que cubría el trayecto entre Torrelavega y Santander se detuvo en la vía a la altura de Barreda.

Esta circunstancia obligó a suspender el tráfico ferroviario hasta la retirada del convoy averiado, que en el tiempo en que permaneció obstaculizando la vía, alrededor de una hora y media, impidió la salida de dos trenes: uno que debía salir de Santander rumbo a Torrelavega y otro que debía hacerlo en el sentido opuesto de la circulación.

Dos servicios, tres sumando el averiado a la altura de Barreda, imprescindibles para los numerosos usuarios que dependen de esos trenes para llegar a sus puestos de trabajo y que esta joranda otra vez, volvieron a expresar su malestar por una situación que ya califican de insostenible.

«Esto no puede ser», «no puede ser», se decían y repetían los miembros del grupo de whatsapp que los propios usuarios de Cercanías han creado para mantenerse informados mútuamente de las incidencias de un servicio que consideran «lamentable», grupo que va creciendo en número al mismo ritmo que lo hacen las anomalías en los trenes y en el que las críticas a la compañía ferroviaria se leen día sí, día también.

Esta nueva incidencia se produjo el mismo día en el que el comité de empresa de Renfe fechaba una resolución sobre el anuncio del traslado del Centro de Gestión de Operaciones (CGO) de Santander a Oviedo.

En ese documento, el comité «rechaza el cierre de uno de los centros de trabajo más importantes que Renfe tiene abierto en Cantabria» pues en el mismo «se toman decisiones estratégicas para gestionar las 300 circulaciones diarias de las tres líneas de Cercanías de nuestra región utilizadas diariamente por centenares de usuarios».

El comité de empresa de Renfe «quiere manifestar su repulsa ante esta decisión», que enmarca «en una serie de despropósitos en la gestión de la dirección de Renfe Viajeros que hacen que el servicio prestado a la sociedad sea nefasto y tercermundista», dos calificativos muy utilizados por los afectados.