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¿Y si hubiera un fármaco capaz de evitar las complicaciones respiratorias derivadas del covid en la población más vulnerable al virus? Un medicamento que pudiera combatir la infección antes de que se desboque y acabe llevando al paciente hacia una neumonía de pronóstico ... incierto. Sin efectos secundarios sorpresa, porque no se trataría de un tratamiento experimental, sino de un viejo conocido de médicos y farmacólogos, empleado para tratar otras patologías durante décadas, pero cuyas propiedades antiinflamatorias le convierten en un arma potencial para atajar la cara más agresiva del coronavirus. «Ese fármaco en cuestión se llama Colchicina, indicado sobre todo para los ataques agudos de gota, y ya se ha utilizado en pacientes con covid avanzado y graves y los resultados han sido beneficiosos en un ensayo griego publicado hace un mes», explica el hematólogo Carlos Richard, coordinador de un ensayo pionero en España, promovido desde el Instituto de Investigación Valdecilla (Idival), que busca la respuesta afirmativa a la pregunta inicial: demostrar que la Colchicina puede combatir la infección «de forma preventiva». «Sólo nuestro ensayo (Colchi-Covid) y otro canadiense denominado Colcorona están concebidos con fines preventivos», explica.
Hasta que llegue la ansiada vacuna, no se puede evitar el contagio si hay una exposición directa al virus (ahí solo la regla de las tres 'M' puede frenarlo: uso de mascarilla, higiene frecuente de manos y metros de distancia social), pero sí se podrían minimizar sus consecuencias, especialmente en la población más frágil, que son los mayores con comorbilidades de riesgo. «Estamos hablando de que podría evitarse la llegada de ancianos al hospital, controlando la infección antes de que se produzcan complicaciones respiratorias graves», detalla el hematólogo. Y si funciona como se espera, descendería también la tasa de mortalidad. No hay que olvidar que sólo en Cantabria, la pandemia se ha llevado 229 vidas, en su mayoría personas del rango de edad al que irá destinado este ensayo clínico aleatorio que se coordinará desde Valdecilla –la investigadora principal es Mar García, jefa del servicio de Farmacología Clínica–, aunque serán los profesionales de Atención Primaria, cuya dirección médica recae en Beatriz Josa, los que supervisarán a los pacientes estudiados, que recibirán el tratamiento en sus domicilios.
MÁS DE 70 Se seleccionarán pacientes de ambos sexos con al menos 70 años
COVID POSITIVO Será necesario tener el diagnóstico confirmado mediante prueba PCR
CONSENTIMIENTO El paciente debe poder leer y/o comprender el contenido del estudio.
FACTOR DE RIESGO Diabetes, hipertensión, enfermedad pulmonar, insuficiencia cardiaca...
En Cantabria, se ha calculado que hay alrededor de 90.000 personas por encima de los 70 años y se estima que alrededor del 20-40% se va a infectar, y en torno a la mitad puede desarrollar neumonía grave que obligue a hospitalizar y que requiera ingreso en UCI por insuficiencia respiratoria. La investigación recibió el visto bueno de la Agencia Española del Medicamento el pasado mes de mayo. Para entonces, ya se había empezado a doblegar la curva de la primera oleada de covid y el impacto de la enfermedad en mayores estaba en descenso. «Pero ahora vuelve el problema y la incidencia en ancianos aumenta preocupantemente». Es la hora de reactivarlo y «de intentar anticiparnos a los acontecimientos», apuntan los investigadores.
¿Cómo se va a desarrollar el ensayo? De entrada, se necesitará la participación de 1.028 personas que cumplan el perfil que se busca: adultos mayores de 70 años diagnosticados de covid-19 con seguimiento ambulatorio. Es decir, que están controlados por sus médicos de cabecera y permanezcan en aislamiento domiciliario. Ahí se incluyen también aquellos pacientes que viven en residencias que no puedan ser tratados de acuerdo al protocolo de tratamiento de covid en centros sociosanitarios. A la mitad de ellos se les administrará el tratamiento con Colchicina durante 21 días, en sus casas, sin necesidad de acudir al hospital o al centro de salud. Y con evaluaciones telefónicas periódicas.
Se prevé que el ensayo tenga una duración de ocho meses desde que se inicie el periodo de reclutamiento (seis para recabar los casos, una vez confirmada la infección por covid mediante prueba PCR, y otros dos para el análisis y difusión de los resultados). «En esta fase inicial, lo importante es que la población sepa que es un fármaco muy conocido y seguro, para que no tenga ningún tipo de miedo cuando se le plantee participar en el ensayo», incide Richard. Y desde el punto de vista terapéutico no existe incompatibilidad entre el protocolo del ensayo y el tratamiento hospitalario del covid. En caso de ingreso, bastará con suspender la medicación en estudio.
Un fármaco viejo para una nueva enfermedad. Así presentan los responsables del ensayo la Colchicina, un medicamento con un siglo de historia utilizado para los ataques agudos de gota, pero que también es un excelente protector cardiaco (se indica para pericarditis) y ahora se quiere demostrar que protege del daño pulmonar que el SARS-CoV-2 causa cuando vence al sistema inmunitario y desarrolla lo que se conoce como tormenta de citoquinas. Y la gran ventaja de este fármaco es que «además de ser muy conocido es muy barato (cuesta dos euros) y seguro, con efectos secundarios muy controlables».
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