Un entrenador asintomático contagia a 12 jugadores y al presidente de un club
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Salud Pública vuelve a insistir en la necesidad de limitar al máximo el contacto social para doblegar la curva de transmisión del virusLa directora general de Salud Pública, Paloma Navas, insistió este miércoles, nuevamente, en la necesidad de limitar al máximo los contactos sociales para poner freno a la propagación del coronavirus en la región. Navas explicó cómo se han producido algunos de los últimos brotes ... detectados para ilustrar la facilidad con que el virus se extiende gracias al contacto social. Así, detalló un caso «complicado» iniciado a partir del entrenador de un equipo que no padecía síntomas de la enfermedad.
«Contagia a todo el equipo: doce jugadores, entrenadores, e incluso al mismo presidente del club», relata. A su vez, algunos de los deportistas infectados transmitieron el virus «a sus compañeros de trabajo o convivientes en el domicilio», con el resultado final de 21 casos positivos detectados hasta el momento y 48 contactos estrechos que cumplen cuarentena.
«Seguimos observando un elevado número de contactos por los casos positivos: cada caso positivo tiene una media de más de tres contactos, lo cual nos sigue indicando un elevado contacto social. Hasta que no disminuyamos el número de contactos sociales por cada caso positivo no podremos parar la curva ni doblegarla».
Otro de los casos complejos a los que se ha enfrentado Salud Pública en los últimos tiempos se refiere a un brote «relacionado con el uso de la prostitución». De momento, este foco ha provocado cinco contagios, entre mujeres y hombres, y se ha podido identificar a un cliente. «El rastreo está siendo prácticamente imposible», reconoció la directora general de Salud Pública. Al tratarse de una actividad marginal, seguir la pista de los contactos estrechos resulta muy complicado. «No es recomendable el uso de prostitución en este momento, estamos en un nivel de alerta extremo y por tanto es una actividad que debe evitarse», concluyó.
La representante de Salud Pública se refirió a un método empleado por expertos de otros países para modificar la conducta social de los ciudadanos. «Recomiendan plantearse, por un lado, o bien que todo nuestro entorno es positivo, o bien que nosotros somos positivos y actuar en consecuencia. Si consideramos que todos somos potenciales positivos, podremos seguir las recomendaciones para evitar infectar a nuestras familias, nuestros amigos o nuestros seres queridos. Es una forma sencilla de entender que el virus está circulando mucho en Cantabria, que la probabilidad de contagio es muy alta y que tenemos que hacer un esfuerzo colectivo para actuar todos como cortafuegos».
Navas también se refirió a la validez de las medidas restrictivas adoptadas hace ya más de dos semanas -el toque de queda y la reducción de horarios en la hostelería-, que no han impedido que el número de contagios siga disparado en la región. «No se puede afirmar que las medidas no hayan tenido efecto; de hecho, si observamos el aumento de la incidencia acumulada en Cantabria, hay momentos de meseta. En esos momentos hemos mantenido la esperanza de que sucediera algo atípico, porque todo nuestro entorno estaba en un ascenso en algunos casos casi vertical; nosotros hemos tenido un ascenso más lento, sin duda efecto de las medidas».
Veinte personas infectadas, una de ellas hospitalizada, y sesenta contactos estrechos en cuarentena, es el resultado de una desafortunada celebración: una comida familiar organizada por los dueños de un establecimiento de hostelería a la que invitaron a los trabajadores. «En ese momento eran todos asintomáticos, pero empiezan a debutar en los días siguientes. Cuatro de ellos resultan positivos, y lo extienden a sus respectivos ámbitos de trabajo, donde aparecen cuatro contagiados más. Se extiende al colegio donde uno de los familiares contagia a un compañero de clase».
En cualquier caso, Paloma Navas reiteró que son los ciudadanos quienes, al final, tienen la responsabilidad y también el poder de detener la pandemia. «Lo que sí queda claro es que las medidas por sí mismas no tienen efecto si la ciudadanía no las aplica. Se pueden regular todos los ámbitos, pero deben tener una aceptación, una práctica por parte de toda la ciudadanía».
La pandemia en Cantabria
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