«Entreno todos los días la memoria sensorial»

–Aparece en la última película de Woody Allen, que se acaba de rodar en San Sebastián, y anteriormente tuvo otra aparición en un largometraje de Bobby Moresco No ha sido un camino fácil llegar hasta aquí. ¿Cómo se accede a estos títulos?

–A través de castings, en los que buscan actores que puedan hacer de personajes norteamericanos. Aunque viví hasta los siete años en Santander, me crié fuera de España y mi identidad creativa y mi imaginario los he desarrollado en inglés. En el caso de la película dirigida por Moresco, 'Bent', se rodó en Roma, pero en inglés y estaba ambientada en Norteamérica. El director me pidió pruebas para tres de los personajes y al final interpreté a Linda. Es un gran guionista y director de actores. He tenido la oportunidad de seguir colaborando con él en su grupo de guionistas y actores en Los Ángeles. Tiene una manera de trabajar muy bonita. 'Crash', con la que ganó el Oscar, tuvo lecturas de secuencias en el grupo y varios actores de la película salieron del ahí también. En el caso de Woody Allen, el casting me pilló en Los Ángeles. Por suerte, pedían una grabación con varias tomas distintas. Me lancé a la piscina y también mandé una pequeña improvisación, al estilo de Woody. Hay veces que hay que arriesgarse y saltarse las reglas.

–Poco se sabe de la nueva película de Woody Allen, ni siquiera su título. ¿Qué nos puede contar de cómo fue la experiencia?

–Creo que nunca he estado en un rodaje con un equipo de trabajo más agradable, humano y cariñoso. Fue un autentico placer en todos los sentidos. En ese set había magia.

–Usted ha luchado mucho por tener una buena formación como actriz. Después de Londres se fue con una de las cinco becas que concede el Gobierno de España para estudios artísticos, la 'Fulbright', al Atlantic Acting School, en Nueva York. Hay actores que apuestan más por un buen representante que por una dilatada formación. Con perspectiva, ¿cómo lo ve ahora?

–La etapa de mi formación ha sido una de las más bonitas. Elegí estudiar porque me producía mucho placer el hecho de hacerlo, sin más. En cuanto al representante, para mí lo importante es la buena comunicación entre ambos, que haya un entendimiento sobre los proyectos que me interesan, pero, principalmente, que comprenda el tipo de actriz que soy y mi perfil. Es importante que haya un proyecto común y que se forme un equipo. Lo más esencial es que te vean, te vean, y te vean.

–¿Cómo es la vida de un actor en Los Ángeles? Imagino que los castings deben de ser duros, con tanta competencia.

–Es un privilegio poder hacer lo que te gusta. Lo duro es levantarte cada mañana a hacer lo contrario. Competencia, claro que hay. En Los Ángeles, si entras en una cafetería, el 90% de la gente sentada a tu lado es actor. Si vas al supermercado, igual. Pero por esa razón también se produce mucho contenido, con lo cual calculo que al final la competencia puede que sea igual que la que hay en España. La clave es cómo se reparta el trabajo, porque hay para todos. En enero comienza el 'pilot season', que es cuando se inician las pruebas para todas las series de televisión nuevas que se van a rodar a partir de verano. Ahí puedes llegar a tener un casting al día. Mi primer 'pilot season' tenía entre siete y nueve hojas de separata, con 24 horas para preparar el casting. Hice mucho fondo y aprendí a solucionar. Una de las cosas que más me gusta de Los Ángeles es que hay muchas iniciativas para actores y mucha comunidad creativa. Voy al Actors Studio casi todos los días a entrenar la memoria sensorial, a las lecturas de obras y a las sesiones diarias para los miembros actores y directores. Antes de venir a España coincidí con Ellen Burstyn y Alec Baldwin de moderadores, y delante tenía sentado a Andrew Garfield. Con un premio Tony y una nominación al Oscar, venía a seguir entrenando.

–Las plataformas digitales son las nuevas ventanas al mundo para los actores. ¿Ve alguna oportunidad para usted? ¿Se animaría a entrar en el circuito español?

–Siempre que haya una buena historia que contar, ¡encantada! Me gustan mucho los diálogos de 'Gente Hablando', de Álvaro Carmona, por ejemplo, o el estilo improvisado de 'Paquita Salas'. Ambos son proyectos que nacen con presupuestos limitados, pero muy buenas ideas, buenos actores y buenos guiones. Es lo que tienen las plataformas digitales, que ofrecen más posibilidades para nuevo contenido.

–Se ha codeado con grandes actores en los rodajes en los que ha intervenido. ¿Se mantiene el contacto con ellos o son igual de inaccesibles que para el resto de los mortales?

–Supongo que como en todas las relaciones, sean o no de trabajo, si se tiene que dar una amistad, se da. Al final somos todos personas, actores o no. Creo que alguien se hace inaccesible cuando le tratas como tal. Muchas veces los actores que han alcanzado cierto reconocimiento agradecen que se les trate de tú a tú. Entre iguales todo es más bonito, creo yo.

–¿Si tuviera como invitado a Woody Allen, dónde le llevaría a tomar un pescado?

–A La Mulata. Después, a ver una peli a los Groucho, o al Rvbicón, si hay algo de jazz en directo (que además, dan palomitas).

–¿Qué se lleva en la maleta en cada vuelta a Los Ángeles?

–Una botella de vermut de la destilería Siderit.