Secciones
Servicios
Destacamos
Ahora sí. Cantabria ya está en nivel de epidemia de gripe. Si la semana pasada, el parte de Salud Pública apuntaba que el virus por excelencia del invierno aún estaba a las puertas de estallar, ahora no hay duda de que ha empezado la escalada ... de contagios. El último balance confirma que la región ya ha superado el umbral epidémico -establecido en 56 casos por cada 100.000 habitantes-. Y si el virus se comporta como acostumbra, en las dos próximas semanas, que coinciden con las fiestas navideñas, se producirá una subida súbita de cuadros de fiebre, cansancio, dolores musculares, de cabeza y garganta, tos y congestión nasal, que hasta ahora han estado más concentrados en la población infantil. Y no solo la gripe ha multiplicado la tarea de los pediatras en los últimos días y ha sido motivo de ausencias de escolares en las aulas, sino que esta infección respiratoria se ha solapado con otros patógenos habituales en esta época del año que dan síntomas parecidos.
En ese 'cóctel' de rinovirus, adenovirus, parainfluenza... ha tenido un protagonismo mayor el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), causante de la oleada estacional de bronquiolitis. Y eso que desde el año pasado su impacto se ha conseguido minimizar con las campañas de inmunización en los recién nacidos. La cobertura con el anticuerpo Nirsevimab ha sido del 95% tanto en 2023 como este año, lo que ha reducido a la mitad los ingresos hospitalarios en los pequeños más susceptibles. A partir de ahora, se espera que el VRS empiece a perder presencia cuando la gripe se imponga con fuerza.
56
casos por 100.000 habitantes es la tasa que marca el umbral epidémico de gripe
Hasta ahora el virus gripal ha afectado principalmente a las familias con niños, que son los grandes transmisores, pero de aquí en adelante aumentan las papeletas de caer, independientemente de la edad. De hecho, la declaración de nivel de epidemia implica que el virus ya ha dado el salto a la población general. La afluencia en los servicios de urgencias pediátricas, siendo aún intensa, ya está en niveles inferiores a los registrados a comienzos de diciembre. Cabe recordar que durante los tres días del puente festivo fueron atendidos en las urgencias hospitalarias más de 700 menores. Y aún el último fin de semana, se han registrado 417 urgencias, la mayoría por gripes, bronquiolitis, neumonías y laringitis. El frío y las celebraciones a la vista son las ventajas que aprovechará el virus gripal para expandirse, al calor de los espacios cerrados y de los contactos sociales entre reencuentros, brindis y felicitaciones.
Desde el Servicio Cántabro de Salud (SCS) esperan que la presión asistencial empiece a notarse según se estrene 2025. El escenario «más complicado» del invierno llegará «entre enero y febrero». Y en función de esa previsión se ha diseñado el plan escalonado de respuesta en los hospitales, que contempla más dotación de camas -56 adicionales entre Valdecilla, Laredo y Sierrallana- y ampliación de zonas de boxes en Urgencias, siempre y cuando desde el SCS consigan personal suficiente para cubrir las bajas que ya arrastran servicios como el de Valdecilla.
A medida que aumente la demanda derivada de las infecciones respiratorias graves, la capacidad de los centros para mantener el ritmo de las cirugías será más difícil, con lo que eso implica en las listas de espera. Por eso, las medidas establecidas buscan la manera de procurar ese equilibrio perdiendo el menor número de cirugías hasta que la gripe empiece a perder fuelle. Precisamente, cómo preparar al sistema sanitario para 'salvar' estos meses complejos fue uno de los asuntos que se abordó el lunes en el Consejo Interterritorial, aunque sin avances.
Al término del encuentro, el consejero de Salud, César Pascual, negó que el PP hubiera votado en contra de un supuesto protocolo común frente a la gripe, «porque sencillamente no existe ninguno». Recordó que todas las autonomías tienen un plan de invierno o plan contra la gripe y otras infecciones estacionales, que están en marcha. «Como todos los años». Reconoció que hubo un intento del Ministerio de redactar un documento que fue «descalificado por los profesionales de Salud Pública en las comisiones técnicas», porque «contenía errores metodológicos importantes». Por eso, criticó que la ministra Mónica García «tiene la costumbre de, cuando no trabaja o trabaja mal, culpar al PP de todos los males, sin pararse a pensar que el rechazo procede de los técnicos de Salud Pública de comunidades de distinto signo político».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.