La epidemia se traduce en una caída del precio de la gasolina, que «bajará más todavía»

«La demanda está siendo menor con muchos países paralizados y, sobre todo, con China, que es el que más tira del petróleo. Eso provoca un exceso de oferta en el mercado que hace que el precio baje porque nadie lo compra. Hay mucho producto colocado en el mercado que no se adquiere porque los compradores, como China, están en la situación en la que están. Parados totalmente. En un mundo globalizado, lo que sucede a 7.000 kilómetros nos llega en cinco segundos». O sea, diésel aquí por debajo del euro. La explicación es de Jorge de Benito Garrastazu, presidente de la Asociación Regional de Empresarios de Estaciones de Servicio de Cantabria. «Cualquier conflicto internacional en este mundo globalizado afecta de esta manera. Cuando ha habido una guerra en un país productor de petróleo esto afecta a los precios. Suele ocurrir justo al contrario que ahora, que una situación de guerra provoca un desabastecimiento de un proveedor. Con menos producto en el mercado, el precio sube. Es el ejemplo más habitual para entender lo de ahora, aunque sea al contrario».

Viene al hilo de una situación que no ha pasado desapercibida para los conductores de la región. Este mismo jueves ya se pudo llenar el depósito pagando el litro de gasoil a 0,989 (el precio más barato en una estación de servicio de la región) y el de 95, a 1,105 euros. «Estamos en precios mínimos del año en Cantabria y, posiblemente, de seguir así, que parece que no hay muchas vías de solución salvo esperar, los precios bajarán más todavía».

El empresario, visto lo visto hoy con el anuncio de la portada, acierta en el pronóstico. «Todos los indicadores -añade- dicen que esta situación no va ser fácil de resolver y, si esto continúa, la demanda de combustible será cada vez menor porque hablamos de parar los países. Cuanto menor sea la demanda, mientras la OPEP no recorte la producción, los precios seguirán bajando. Supongo que la OPEP acabará haciendo un recorte de la producción».

La situación, que afecta a todos los combustibles por igual -«porque todos están supeditados al barril de petróleo, que es lo que está bajando»-, provoca que ya algunos estén aprovechando para pedir un «lleno» ante el surtidor y ahorrarse un dinero. Pero aquí, por ahora, con calma en las gasolineras. Sin alarmas. «Trasiego, pero no colas», explica un conductor que repostó ayer mismo. «En Cantabria no se está notando un efecto llamativo por ahora», confirma De Benito.

No obstante, en su calidad también de presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio -que engloba a más de cuarenta asociaciones y representa a 4.500 estaciones de servicio de todo el país- relata que «en Madrid sí está habiendo un repunte como el de los supermercados en cuanto a llenar los depósitos». «No va a haber desabastecimiento porque hablamos de productos estratégicos, que están súper protegidos por los Gobiernos, pero sí existe un cierto temor en la ciudadanía en lugares donde hay más conflictividad por la epidemia, como Madrid».