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Los equipos de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) anuncian huelga para mayo –convocada por el sindicato CSIF–, un último cartucho antes de agotarse la legislatura para reclamar a Sanidad que ponga remedio a un problema que se repite de forma cíclica, igual ... que su reivindicación: faltan profesionales para garantizar la cobertura de las urgencias durante el verano, cuando se precisan refuerzos para atender la presión extra de la afluencia turística. Y la plantilla de los SUAP se enfrenta ya a la primera consecuencia, que es «la previsible denegación masiva de permisos en vacaciones, sobre todo en las zonas donde se espera mayor incremento de la demanda asistencial».
Según denuncian, no sólo tendrán por delante meses de intensa sobrecarga, sino que además temen que asumirán guardias en jornadas que deberían ser de descanso o de disfrute de sus propias vacaciones. Pero si no hay sustitutos suficientes, que es uno de los grandes problemas que arrastra la Atención Primaria y que se acentúa especialmente en el periodo estival, esa planificación se cae.
Calendario Los paros están previstos los fines de semana de ocho de la mañana a ocho de la tarde desde el día 13
Crítica CSIF, que es el sindicato convocante, lamenta que Sanidad no dé respuesta al problema de los SUAP
Hace apenas un mes, el colectivo, a través de la asociación aSUAP, se concentraba a las puertas de la sede del Servicio Cántabro de Salud, mientras se celebraba una reunión para reclamar a la administración soluciones a esa escasez de personal. Ya entonces daban por hecho que se avecina otro verano «de saturación», pero aún confiaban en que se tomaran medidas para tratar de paliar la situación. Sin embargo, en aquel encuentro se pactó retomar las conversaciones, antes del 15 de abril, para analizar las propuestas, pero esa cita no se ha producido. No se ha movido nada. Y el tiempo corre.
«Los sindicatos no tienen noticias ni aprecian motivación alguna por cumplir con lo prometido», informan desde la asociación. Así que decidieron convocar una asamblea, celebrada en el Colegio de Médicos, en la que se votó «por práctica unanimidad» iniciar movilizaciones. De entrada, los paros (de ocho de la mañana a ocho de la tarde) abarcará dos fines de semana de mayo (días 13 y 14; 20 y 21) así como las jornadas previas a la cita con las urnas: del 24 al 27. Y la protesta incluye también dos concentraciones, fechadas para 9 y 18 de mayo.
Los motivos de tal decisión son «la falta de propuestas por parte de la administración para gestionar la escasez de recursos humanos» y «el nulo interés de sacar adelante la mesa de trabajo del SUAP/061 a la que se comprometió la Consejería y el Servicio Cántabro de Salud con los sindicatos firmantes del acuerdo en noviembre de 2022», explica Roberto Garrastazu, miembro de la junta directiva de aSUAP y también del comité de huelga.
Este panorama que denuncian los profesionales choca con los anuncios de nuevas incorporaciones que ha venido haciendo el consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, en los últimos meses, en los que se ha ampliado el equipo del SUAP de Los Castros, El Sardinero y Camargo Costa, y se ha reconvertido el de Castro Urdiales para que funcione las 24 horas a diario. Esos 'fichajes' responden (si no todos, la mayoría) a la asignación de puestos comprometida en el acuerdo de fin de huelga de noviembre para aquellos médicos que tenían hasta entonces contratos de continuidad (eran los sustitutos que rotaban entre distintos centros en función de las necesidades). La mejora de sus condiciones laborales implicaba su incorporación en equipos concretos, bien de Atención Primaria en horario de mañana o de SUAP. Pero en realidad, la plantilla médica no crece, sino que se recoloca. De ahí que los números, cuando llegan periodos vacacionales, sigan sin salir.
Desde CSIF, como sindicato convocante de la huelga, se recuerda la necesidad de «incentivar la cobertura en las zonas donde es más difícil» y lamenta que desde la Gerencia «no se dé ninguna respuesta ni tengan ningún plan. Está claro que hay que mejorar la gestión del exceso de jornada que acumulan los profesionales de las Urgencias. No se puede seguir como que no pasa nada porque los SUAP están abocados a una saturación aún mayor de la habitual y encima pueden ver denegado el legítimo disfrute de los permisos y vacaciones legalmente establecidos».
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