Un error «administrativo» obliga a volver a licitar el Plan Director de la Residencia

La idea que presentó el vicepresidente Pablo Zuloaga se basaba en una hoja de ruta con tres pasos que se traducía en tres lotes de contrato (con un presupuesto de 611.210 euros). En la práctica, unos trabajos para saber cómo está exactamente el edificio que cerró sus puertas en 2016 -si merece la pena rehabilitarlo o es mejor tirarlo y edificar de nuevo-, qué hacer con él y, sea lo que sea, cómo hacerlo. Cada uno de estos pasos (un estudio previo, una encuesta abierta a la participación de expertos, «de todos los agentes públicos» y de la ciudadanía, y un anteproyecto para indicar cómo derribar o construir, llegado el caso) está ligado al resultado del anterior. Pero la idea del Plan pasa por licitar todo a la vez. De una tacada. Algo «poco habitual», «complejo», según explicaban ayer desde el Ejecutivo. A esto se une la intención de llegar al mayor número de profesionales posible capaces de estudiar un espacio de 32.0000 metros cuadrados edificados. Por lo uno y por lo otro, siempre según el relato del Gobierno, se optó por un plazo de presentación de ofertas de dos meses para los pliegos, «cuando lo habitual es un mes». Y ahí surgió el error. «En la publicación que lanza la Dirección General correspondiente. Se tomó como referencia el texto de un contrato habitual».

Así que lo publicado hace sólo unos días en la Plataforma de Contratación del Sector Público se tuvo que anular poco después. ¿Retraso? Desde Peña Herbosa restan importancia al asunto y al tiempo que, en la práctica, se demora. «Se publica, se detecta el error, se anula y se vuelve a publicar. Debería estar otra vez hoy mismo o mañana. Entendemos que saldrá en el mínimo plazo», insisten. «La publicación nueva tarda un par de días en aparecer porque es un contrato que tiene que publicarse en el diario oficial de la Unión Europea. Pero el proceso sigue su curso con normalidad», justifican.

Según el cronograma que se manejaba el día de la presentación del Plan Director, el estudio de patologías debería estar listo en julio de 2024. Las conclusiones para saber si es mejor derribar y construir o reformar. El resultado de la encuesta para ver a qué se dedica el espacio, que se haría en parte en paralelo al estudio, debería tenerse para septiembre del año próximo. Trasladar la Consejería de Sanidad, una expansión de centros como el Idival o de las especialidades universitarias, una residencia de acompañantes de pacientes de Valdecilla... Y el anteproyecto de cómo hacerlo, para el mes de diciembre.

A partir de ahí -aunque las fechas en este caso son más intenciones que plazos concretos-, lo siguiente sería licitar el proyecto (abril de 2025 en el horizonte), terminar su redacción (agosto de 2026) e iniciar las obras (abril de 2027). Zuloaga lanzó en su día una cifra estimada -con todas las reservas- de lo que puede costar: 65 millones de euros.