El porqué de los errores en los recuentos

La confusión sucedió también ayer cuando el Gobierno cántabro constituyó la mesa para contar los votos del censo electoral de residentes ausentes (CERA). Un puñado de sufragios que restaban por cuantificar de las elecciones regionales y de los que dependía la propiedad del diputado número 15, que bailó hasta que se confirmaron los datos oficiales a última hora de la tarde. «No hubo error informático ni humano en el procedimiento oficial», se justificaron ayer fuentes del Ejecutivo autonómico sobre la solvencia del procedimiento contratado a la empresa Indra.

«La mesa número 824 ha funcionado con la misma eficacia que las 823 que se constituyeron el pasado domingo. Yel sistema ha funcionado perfectamente bien. Lo que ocurre es que el recuento se transcribe a unas actas en papel que luego se pasan al programa informático con el sistema D'Hondt, y antes de que el programa sacara sus conclusiones alguien hojeó ese acta en papel y sacó sus conclusiones particulares, obviamente, erróneas», agrega la misma fuente.

Cosa diferente sucedió con las municipales, donde el problema fue de procedimiento. El sistema para cuantificar los votos –que recae directamente sobre la UTE adjudicataria de estas elecciones, Scytl-Vector– suma a cada partido los sufragios que han sido necesarios para lograr concejalías, e ignora los restantes. Es decir, hace caso únicamente las papeletas 'útiles' e ignora las 'inútiles'. Un criterio que descuadra las cuentas entre las papeletas emitidas y las escrutadas, y que según los expertos en demoscopia no es nada usual.

Así las cosas, con lógica el error ha provocado que se presenten discrepancias entre la suma total de votos y lo que aparece reflejado en la web, lo que ha causado que salten las alarmas en el Ministerio. La reacción no ha tardado en llegar por parte de los partidos, que tras cotejar los números con sus propias actas de escrutinio, han presentado recursos e incluso han pedido que se les adjudiquen más concejales de los que les habían asignado en un principio.

Torrelavega ha sido quizá el caso más sonado. El vuelco electoral se confirmó ayer en la capital del Besaya y el Partido Popular pasó de cuatro a cinco concejales tras confirmar la Junta Electoral el error que le había otorgado un escaño a Vox, al sumar 130 votos más. La formación de derecha no llega al 5% necesario para tener concejal y quedará fuera del pleno.

En El Astillero el panorama ha sido similar. La Junta Electoral de Santander confirmó el error en la traslación de los resultados de las elecciones municipales que supuso un concejal más para el PP, que alcanza los tres, arrebatándoselo al PSOE, que se queda con cuatro. Lo destacaron los representantes municipales de Ciudadanos, IU, PSOE y PP, tras la revisión de las actas de los resultados de este municipio, celebrada en la mañana de ayer. Fue el PP quien anunció el martes que presentaría una reclamación al entender que en la mesa electoral de las antiguas escuelas de Los Mozos, en Guarnizo, se había producido un «baile» de datos entre sus resultados y los de OlaCantabria.

Más casos, Ampuero, San Felices de Buelna y Medio Cudeyo. En el primero, el PSOE aglutinará cuatro concejales, tres el PP y dos el PRC y AES. Todo ello después de solucionar las discrepancias por los datos incorrectos publicados en la misma página web del Ministerio.

La oscilación de concejales se produjo también en San Felices de Buelna. Salió ganando el PRC, que tras la aclaración sumó un concejal –pasó de 8 a 9–, el que perdió el PSOE, que se quedó sólo con uno.

La fluctuación de escaños también puede beneficiar a los popularesen Medio Cudeyo. Porque en la mesa de Solares, el PP obtuvo un solo concejal por la aparición en escena de Ciudadanos, que por primera vez obtendría su escaño. Sin embargo, esta revisión –que ayer aún estaba por confirmar– podría devolver los dos concejales para el PP.