La escasez de máquinas deja inoperativo el tren entre Bárcena y Reinosa

Según explicó ayer el jefe de delegación de Renfe en Cantabria, Álvaro Echániz, el incidente del domingo forzó a Adif a suspender el servicio ferroviario entre esas dos localidades durante toda la jornada. A saber, se suspendieron cinco trenes en dirección a Reinosa y cuatro en dirección a Bárcena.

«El resto de los servicios se realizaron con absoluta normalidad», explicó Echániz, que cree que la incorporación de una de las tres máquinas recientemente enviadas a Valladolid para su puesta a punto permitirá a Adif reabrir hoy mismo ese tramo de vía.

«Con la llegada de esa máquina, entiendo que el servicio debería recuperar la normalidad», subrayó el jefe de delegación.

Una normalidad interrumpida a primera hora de la tarde del domingo, cuando un incendio originado en la parte superior de un tren de la línea que une Santander y Reinosa provocó diversas incidencias en la circulación ferroviaria.

El suceso, que requirió de la presencia de los bomberos municipales, obligó a inmovilizar la máquina en la estación de Nueva Montaña y a cortar la tensión de la catenaria temporalmente, lo que provocó la cancelación de tres de los servicios previstos y retrasos en otros, de acuerdo con la información facilitada el mismo domingo por fuentes del administrador de infraestructuras ferroviarias.

De modo que, en su conjunto, el incidente sufrido por ese tren, y la falta de máquinas para sustituirlo, ha conllevado la cancelación de una docena de servicios de Cercanías; tres el domingo, cuando se produjo el suceso, y nueve ayer, lunes, cuando más se sintieron los efectos del percance.

Este incidente y sus consecuencias sobre el servicio a los usuarios no ha pasado inadvertido para los representantes sindicales de Renfe, que entienden que esta no es sino «una prueba más de las debilidades de Cercanías en materia de infraestructuras».

Según indicó ayer a este periódico el presidente del comité de empresa de Renfe, Manuel Cortines, «el parque concedido a Cantabria es de siete máquinas». Sin embargo, «operativas sólo hay cinco o seis». En ocasiones «trabajamos con cuatro» y, cuando la cosa se complica, como sucedió el pasado domingo, «sólo con tres».

Cortines, que recuerda que una de esas siete máquinas fue enviada a Barcelona para reforzar temporalmente el sistema catalán ferroviario denominado Rodalies y sustituida por otra unidad más antigua, como la que se quemó el domingo, dice que hay otras tres en parada técnica en los talleres de Valladolid («porque tenían problemas de rodaje que había que corregir», aclara) y que tanto aquello primero como esto último ha mermado considerablemente la capacidad operativa de Cercanías, que está trabajando «con cuatro máquinas».

Con tres si surgen imprevistos. Como este domingo y ayer, lunes. «Una situación que dificulta claramente el servicio a los usuarios», asegura Cortines, que calcula que, en el mejor de los casos, y si no median mñas percances, Renfe va a necesitar «tres semanas» para normalizar sus servicios.