Los alcaldes de Luena y San Miguel de Aguayo rechazan el parque eólico de la Sierra del Escudo

La futura planta afecta directamente a cuatro ayuntamientos (también a los de Molledo y Campoo de Yuso). «El problema no es sólo este parque, porque aquí están planteados otros siete u ocho proyectos eólicos que van a acabar con nuestro paisaje», asegura Gutiérrez. «Nosotros, con la presa de Alsa que gestiona Repsol, creo que ya aportamos suficiente energía renovable y limpia a Cantabria», zanja el regidor de San Miguel de Aguayo.

En Luena, en cambio, están en contra porque ya saben lo que es tener cerca un polígono de este tipo. Desde allí ven a diario los aerogeneradores ubicados justo en el límite con Castilla y León. «Parece que a nosotros no nos toca ninguna torre, pero aun así sufriremos un impacto visual terrible, y ya sabemos de lo que hablamos», apostilla Ruiz.

La alcaldesa de Molledo, por su parte, prefiere «ser prudente». Verónica Mantecón (PRC) quiere consultar a fondo la documentación y compartirla «con el resto de concejales». Los vecinos, tras conocerse el visto bueno ministerial, ya han comenzado a llamar al Consistorio demandando información. Quién aún no ha hecho pública su postura es el ayuntamiento de Campoo de Yuso, que dirige el regionalista Eduardo Ortiz.

El documento con el visto bueno ambiental ha puesto en pie de guerra a diecisiete colectivos diferentes -ecologistas, asociaciones culturales, plataformas conservacionistas, organizaciones vecinales y sindicatos ganaderos-, que han firmado una carta conjunta en contra del parque eólico de El Escudo. Critican al Gobierno cántabro porque «no está cumpliendo con la Ley de Transparencia y no ha dado respuesta a la solicitud de moratoria, que resulta imprescindible hasta la aprobación definitiva de un Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT)». También piden al Ejecutivo «que haga públicos sus informes sobre el estudio de impacto ambiental». Su objetivo es que, antes de que se instale cualquier parque en Cantabria, el PROT determine las zonas en las que se puede y en las que no. Otra de sus quejas es que «estos polígonos eólicos no tienen como objetivo la soberanía energética de la comunidad autónoma, sino que son, una vez más, acciones especulativas con carácter 'extractivista' y destinadas a la exportación».

El documento final aprobado por el Ministerio de Transición Ecológica, en cambio, sí ha tenido en cuenta las alegaciones presentadas por SEO/Birdlife, que han motivado, en parte, la reducción de 36 aerogeneradores a 25. «El proyecto inicial se encontraba en una ubicación delicada por los hábitats que allí hay, especialmente las zonas de turbera y el pasillo natural que supone para numerosas aves migradoras», explica Felipe González, delegado territorial de la organización. «El resto de torres han sido reubicadas y se establece un riguroso programa de vigilancia ambiental», añade.

En el plano político, dos partidos tan distantes ideológicamente como Podemos y Vox también se oponen al futuro parque de El Escudo. Los primeros consideran que es «incompatible con el patrimonio natural» de la zona y los segundos critican «el paripé del Gobierno regional, que actúa como cómplice del Estado».