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Cuando el Gobierno regional activó la semana pasada el dispositivo especial de lucha contra incendios forestales sabía perfectamente lo que iba a ocurrir. Los incendiarios aprovecharían la sucesión de días con viento sur y temperaturas elevadas para dar cerillazo al monte. Por eso ayer se ... alejó del lenguaje políticamente correcto y calificó de «seres despreciables» a los responsables. Motivos no le faltan. La comunidad contabiliza 128 fuegos en las dos últimas semanas: 81 del 19 al 31 de diciembre y otros 47 (14 ayer, icluidos cinco de madrugada) en los dos primeros días del nuevo año. Este el lunes ya no queda ninguno activo y todos han sido controlados. A media mañana de este lunes había un incendio activo en el Alto del Caracol (San Roque de Riomiera).
El fin de semana fue una locura para todo el operativo que apenas dispuso de tiempo para tomar las uvas en Nochevieja. Poco había que celebrar. Los más de veinte grados de temperatura gracias a los vientos de componente sur y suroeste fueron los mejores aliados de estos «delincuentes» –como los calificó el consejero de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco–. A lo que hay que sumar el gran conocimiento que tienen de los montes para saber cuándo, dónde y cómo hay que prender la mecha para provocar el caos.
Ayer amaneció con seis fuegos activos, cinco controlados y dos estabilizados con respecto al sábado. Los que más preocupaban eran los de Peña Cabarga, Rionansa y Villafufre. El de Peña Cabarga fue de los más espectaculares. Se inició el sábado por la noche y la viveza de las llamas llamó la atención en todos los municipios desde donde era visible. Incluso hasta Santander llegó el olor a quemado.
Los servicios de extinción se tuvieron que emplear a fondo durante el día para conseguir controlarlo, para lo que necesitaron incluso la ayuda del helicóptero Maya Dama del Gobierno, que estuvo descargando continuamente agua que tomaba en el embalse de Heras. Incluso durante unas horas se temió por las antenas de telecomunicaciones que hay en la cima. Desde las siete de la tarde hasta este lunes, en que ya estan todos controlados, se produjeron otros cinco incencios: Dos en Ruesga, San Felices de Buelna, Luena y Lamason.
«Aquí han aprovechado también la noche del sábado para quemar el monte. Sobre las once y media empezamos a ver numerosos focos que empezaban todos a la vez», explicó a este periódico José Luis Cobo, alcalde de Villafufre. La situación se fue normalizando hacia el mediodía. A esa hora sólo quedaban tres frentes activos en Riotuerto, en la Sierra del Caballar (Villafufre) y en Silió (Molledo).
El operativo de extinción ya había controlado los de Peña Cabarga, Vega de Pas, Lamasón, Peñarrubia y Selaya; y había estabilizado otros cinco (tres en Rionansa y otros dos en Liérganes y Lamasón). Por la noche sólo quedaban dos fuegos activos en el municipio de Molledo, en la zona de Arcenal. El resto estaban controlados.
Repulsa
La acción de los incendiarios indignó ayer al Gobierno regional. «Es terrible que haya personas que se dediquen a quemar nuestros montes. Cuidemos Cantabria y protejamos su riqueza ambiental», escribió el vicepresidente Pablo Zuloaga en su cuenta de Twitter. Incluso el exministro de Fomento José Luis Ábalos, ahora diputado en el Congreso, mostró por este mismo canal su «preocupación» y envió ánimos «para los afectados y los que trabajan en su control».
El Ejecutivo también empleó las redes para mostrar su enfado: «Increíble, lo han vuelto a hacer. Esos seres despreciables que salen con el viento sur a destruir el patrimonio de todos. Si alguien los ve, que avise, así les podemos poner cara».
Una vez más, la colaboración ciudadana es clave. Aunque los hechos constatan la dificultad para que los responsables paguen por ello. Según los datos aportados por la Fiscalía de Cantabria, en 2019 se dictaron sólo tres sentencias por delito de incendio forestal (dos condenatorias y una absolutoria), mientras que en 2020 hubo otras dos condenas. Son pocas en comparación con los fuegos contabilizados: 781 en 2019 y 565 en 2018.
Hoy, de nuevo, el dispositivo de extinción de incendios estará alerta. Habrá fuertes rachas de viento sur –sobre todo en la mitad sur de la región en la segunda parte del día– y temperaturas elevadas, según la Agencia Estatal de Meteorología. En Liébana se activará, a partir de las 18.00 horas, la alerta amarilla.
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