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Mabel Lozano fue durante años una cara conocida del cine y la televisión hasta que en 2005 dejó los focos y la popularidad para colocarse al otro lado de la cámara y asumir la dirección de documentales que versan sobre la trata y la explotación sexual de mujeres y niñas. Su último trabajo, 'Biografía del cadáver de una mujer', recibió el pasado año el Premio Goya al Mejor Cortometraje Documental. Esta semana ha finalizado en Santander el rodaje de 'Ava', que narra la historia de una menor con discapacidad intelectual que fue captada por las mafias, y, con motivo de su presencia en la ciudad, impartió este martes una ponencia sobre 'El poder de las mafias' en las jornadas nacionales sobre la trata y la explotación sexual que se celebran esta semana en el Paraninfo de La Magdalena.
–¿Cómo empezó su compromiso con la denuncia de la explotación sexual a mujeres y niñas?
–Conocí un caso personal, el de Irina, una joven rusa que había sido captada por su propio novio. Desde entonces estoy investigando cómo funcionan las mafias, que siempre van un paso por delante. Viajo a los países de origen, no lo hago desde el sillón de un despacho.
–Lleva 17 años investigando a las mafias que trafican con mujeres. ¿Cómo ha evolucionado esta problemática?
–Cuando rodé mi primer documental en 2005 ni mi propia madre tenía interés por verlo. Fue el primero que trataba este tema en España. Las carreteras de España están llenas de clubs donde se ejerce la prostitución de mujeres que llegan de fuera en condiciones de explotación. El abuso ocurre con la permisividad de la sociedad. Está tan arraigado en nuestra cultura que lo aceptamos con normalidad. No existe voluntad política para legislar en contra y ante esta permisividad, España se alza como el primer país de Europa y el tercero del mundo en consumo de prostitución.
–¿Cree que la legalización de la prostitución mejoraría sus condiciones?
–En España se blanquea la prostitución o se argumenta que esas mujeres lo eligen. Quienes afirman que las mujeres son libres de elegir comerciar con su cuerpo, no lo quieren ni para ellas ni para sus hijas. ¿Quiénes lo eligen? La pregunta es si tienen otras opciones. En este drama no existe 'Pretty Woman', o son las menos. La verdadera cara de la prostitución son mujeres jóvenes que han emigrado para ganarse la vida, con niños menores a su cargo, y que son captadas porque son muy vulnerables al no tener una red social ni familiar de apoyo.
–¿De qué trata el documental 'Ava'?
–El documental cuenta el testimonio de la protagonista: una menor con discapacidad intelectual que fue captada por las mafias. Acabamos de finalizar el rodaje de los exteriores en Santander. Las localizaciones elegidas han sido sus playas, la Costa Quebrada o el Palacio de la Magdalena. El rodaje surgió a raíz de la estrecha colaboración que mantengo con el Ayuntamiento y la concejalía de Igualdad desde 2018. Desde entonces imparto talleres cada año en Santander sobre la explotación sexual. Nos son talleres para adoctrinar sino informativos de una realidad que existe también en una ciudad segura como esta. Es una lacra presente en toda España. Un fenómeno delictivo y turbio.
–¿Crece el consumo de prostitución entre los jóvenes?
–El aumento de la adicción a la pornografía entre los jóvenes que se evidenció durante la pandemia y se consolida por la facilidad del acceso online, sin control, es uno de los grandes problemas de hoy. Esta adicción a un contenido cada vez más violento hace que los jóvenes quieran practicar lo que ven, pero no con un igual, sino pagando y sometiendo a otro ser humano. La prostitución no tiene nada que ver con la sexualidad sino con el poder y la dominación sobre la mujer.
–¿La manada viene también de la pornografía?
– La última manada ha sido unos chicos de 14 años que han violado a una niña de 12, ¿De dónde han sacado la idea? De visualizar pornografía. El porno se ha ritualizado en las calles. Siempre ha existido, pero nunca ha sido tan agresivo ni accesible a golpe de clic. La manada viene de la idea de cohesión de grupo de amigos que salen de fiesta y acaban en un club consumiendo drogas. Esta práctica está enquistada en España; se sabe que ocurre, pero se mira para otro lado y está legitimada. ¿Nadie se pregunta por qué acaban los hombres en esos sitios? Porque se sienten impunes.
–También ofrece formación sobre mafias en la Policía Nacional y la Guardia Civil.
–Durante todos estos años he trabajado en estrecha colaboración con la Policía Nacional y la Guardia Civil donde realicé la primera campaña de trata. Ambos cuerpos me concedieron la medalla honorífica. Mi libro ' El proxeneta' es el testimonio de un tipo que al salir de la cárcel me buscó a través de un comisario, para contármelo. En los cursos de formación comparto mi experiencia y las investigaciones realizadas en los países de origen de donde parten las mafias.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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