«España debería tener una presencia más activa en el proceso de paz de Colombia»

-¿Cómo explicaría a los jóvenes lo que es ser un líder en Colombia?

-El liderazgo en mi país tiene unas connotaciones diferentes. El conflicto armado y el narcotráfico crean obligaciones distintas. Todos los que lo fuimos aquí hemos sido víctimas de la violencia. Hemos ejercido contra eso exclusivamente pero, con la llegada de la paz, ahora pueden desarrollarse otro tipo de líderes que piensen en el futuro a largo plazo y no en la semana próxima.

-¿Se puede hablar de paz en Colombia?

-Se puede hablar si por paz se entiende un proceso, que es lo que hay en marcha. No es una línea recta hacia adelante o una autopista. Más bien es una carretera de montaña. Ahí es donde estamos pedaleando.

-¿A qué achaca el resultado negativo del plebiscito en 2016?

-Entraron en juego apelaciones engañosas y la gran capacidad de penetración de las redes. La gente votó contra el Gobierno porque acababa de impulsar una reforma tributaria y contra sus enemigos locales. Lo hizo resentidamente pero no contra la paz, aunque tampoco a favor porque prefería hacer ver su grito de protesta. Lo mismo que sucedió en el 'Brexit' o la elección de Trump.

-¿Y lo entiende?

-Esas posiciones son resultado de la polarización, una situación que afecta a todo el mundo. Es muy difícil que la paz pueda salir adelante si no se despolarizan las actitudes de algunos dirigentes.

-Los colombianos conocen bien la situación de Venezuela y usted reivindica el diálogo para desenquistar la crisis que vive el país vecino. ¿Diálogo sobre qué?

-Sobre dos temas fundamentales: la anticipación de las elecciones generales para que se renueven todos los cuadros políticos, incluido el presidente; y también el desbloqueo económico por parte de EE UU. El pueblo está sufriendo los efectos de esta situación.

-¿Sigue la actualidad española?

-Sí, con el respeto y la ilusión de que estabilice su situación política porque tiene muchos efectos sobre lo que pasa en América Latina. No es una forma de hablar: necesitamos que se descongele para que nuestros proyectos avancen.

-¿Tiene relación con el presidente en funciones, Pedro Sánchez?

-Lo conozco y tengo un buen concepto de él. Se ha mostrado de acuerdo en culminar el proceso de paz en Colombia, todavía sin acabar, porque falta una negociación importante con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Eso sí, España debería tener una presencia más activa en el proceso de paz.

-¿Cómo?

-En este momento el país garante de la paz es Noruega. Hubiera sido deseable que España llevara la voz o que estuviera presente en las negociaciones de paz como lo estuvo en Contadora cuando se hizo la paz en Centroamérica (1984). Creo que ahora puede entrar a jugar un papel importante como facilitador.

-Le preocupan los retos que llegan en materia medioambiental ¿Qué opinión tiene sobre una de sus nuevas líderes, Greta Thunberg?

-Greta es un símbolo, y tenemos que entender que en el mundo de hoy todas las comunicaciones son el resultado de simbologías. Ella representan la lucha de las nuevas generaciones para que les dejemos un mundo mejor. Me parece una figura muy poderosa. Conocí su existencia por mis nietas, que me enviaron sus vídeos. Eso da una idea de cómo se mueven esos liderazgos, que representan una nueva época y un nuevo lenguaje. Contrasta con el que representa el presidente de Brasil -Jair Bolsonaro- que es el 'anti-Greta', el desprecio por el medio ambiente, la reivindicación del depredador.