«España tiene dos epidemias: la sanitaria y la de este Gobierno»

-Les espera un septiembre fuerte con la moción de censura. ¿Ha aprovechado las vacaciones para prepararla?

-La moción de censura se presentará no antes del 15 de septiembre. Hemos estado trabajando en los argumentos esenciales que presentará Santiago Abascal cuando suba a la tribuna. El resumen es que tenemos el peor Gobierno posible en el peor momento posible, y ha habido dos ámbitos en los que se ha hecho más notable: uno es el sanitario, en el que España ha tenido el peor comportamiento en la respuesta a la epidemia, y otro es el económico, que se puede medir de forma sencilla viendo la caída del PIB.

-Muchos piensan que la moción no tiene mucho sentido cuando tiene tan pocas posibilidades de prosperar.

-España tiene dos epidemias: la epidemia sanitaria y la epidemia de este Gobierno. Nuestro propósito es hacer todo lo posible por que dimita, dentro del juego democrático y las reglas constitucionales. Lo que tenemos hoy es algo más que un Gobierno que no nos gusta, es un Gobierno muy perjudicial para la nación.

-¿Quién tiene más culpa, Sánchez o Iglesias?

-La responsabilidad, en grandísima medida, es de Pedro Sánchez; Pablo Iglesias no ha engañado a nadie: es un enorme irresponsable, una persona cuya ideología puede destruir un país si se pone en práctica. El que ha engañado de una manera descarada a los votantes y a todos los españoles en Pedro Sánchez, que se comprometió sucesivas veces a no gobernar nunca con Podemos, que criticaba el separatismo, a Bildu... y hoy todos ellos son sus socios de Gobierno.

-Hombre, gobernar con una pandemia no puede ser tarea fácil...

-Gobernar no es fácil nunca, y el que pretenda decir que hay soluciones fáciles no sabe lo que está hablando o está pretendiendo engañar. En España el poder está tan diluido que es difícil tomar iniciativas beneficiosas para el conjunto de los españoles. Pero es muy fácil tomar iniciativas perjudiciales. Yo tengo la certeza de que un Gobierno como este hace mucho daño, y ninguna certeza de que pudiera haberlo hecho bien. Les guía una ideología totalmente equivocada.

-¿Que harían ustedes para reconstruir el país?

-Lo que propusimos en marzo es que, dado que ha sido el Estado el que ha encerrado a todo el mundo en su casa, impidiéndole trabajar y paralizando la actividad económica, que fuese el que cubriera de manera temporal el sueldo de los españoles. Eso hubiera generado enorme seguridad y el consumo y la inversión no hubieran caído: dejas a la economía congelada, pero protegida, y permites que pueda volver con mayor normalidad. Todo esto es muy difícil de hacer entender a una serie de políticos que nunca han trabajado en nada que no sea del Estado: coges el Gobierno actual y no hay ninguno que haya trabajado un día de su vida en el sector privado -bueno, sí, Máxim Huerta, y duró una semana-. Casi por la que más respeto siento es por una que fue cajera, porque esa por lo menos se ha levantado todos los días, ha ido a su puesto de trabajo con horario fijo -aunque sea temporalmente o en verano-, y sabe lo que es ganarse un sueldo.

-España tiene crisis económica, crisis territorial, crisis sanitaria ¿y, desde que el rey emérito ha hecho las maletas, crisis institucional?

-La crisis institucional, en lo que tiene que ver con la Casa Real, es una proyección de los problemas del Gobierno, que intenta escudarse poniendo por delante al rey Juan Carlos como único factor noticioso. Lo que sí supone otro tipo de crisis institucional es cómo el Gobierno ha ido laminando la credibilidad de las instituciones, empezando por la Fiscalía General del Estado, siguiendo con la Abogacía del Estado, continuando con el Parlamento, fumigado y sin actividad durante todo el mes de marzo; con el Senado, que ya es una broma, o la separación de poderes en el ámbito judicial. Eso sí es una crisis institucional.

-¿Cree que el Gobierno se dedica a salvar el día a día o que le guía un plan oculto para instaurar la III República?

-Podemos lo ha dicho muchas veces y no lo oculta. Este PSOE de Pedro Sánchez, aunque no lo ha dicho de una manera tan clara, está haciendo todo lo posible por llegar a ese punto. Creo que a Pedro Sánchez le encantaría ser presidente de la República, y ha habido muchas ocasiones en las que ha intentado rebajar la representación institucional del Rey para sustituirla por la figura del presidente de Gobierno.

-Antes le preguntaba por cómo reconstruir el país. ¿Tiene alguna idea para Cantabria?

-Cantabria, como todo el país, necesita decisiones muy drásticas y favorables a la creación de empleo. Habría que hacer un plan nacional de atracción de la inversión con simplificación de normativa para crear empresas, reducción de costes y trabas burocráticas; por otro lado, un plan de choque que favorezca la contratación, con bajada sustancial de costes laborales y facilitando la contratación a emprendedores, comercios y pymes. En tercer lugar, generar un ambiente favorable a la generación de riqueza y de empleo. Y, además, otras medidas, como un enorme plan de infraestructuras -ferroviaria, portuaria, hídrica...- y cablear toda España con fibra. En Cantabria, si quieres fomentar el turismo -y el de interior, que se pone tanto en valor ahora-, primero hay que acabar la autovía entre Burgos y Aguilar, que estaba prometida para 2010, porque si acercas Cantabria media hora a la Meseta va a venir más gente. Y la gente, al llegar al alojamiento, tiene que tener wifi. También hay que atender al sector primario, tan olvidado: agricultores, ganaderos y pescadores que trabajan en condiciones muy duras y altamente reguladas, compitiendo con otros que seguramente estén produciendo en condiciones más fáciles.

-¿Qué tal marcha el partido aquí?

-Somos un partido incipiente, con un diputado nacional, dos diputados autonómicos y concejales en Santander y en otras localidades. Es gente de mucho nivel, un equipo muy preparado que va a hacer crecer mucho al partido.

-¿Podría sacarse más rendimiento de ese voto decisivo que tienen en Santander?

-Somos independientes, pero apoyamos al gobierno de la ciudad siempre que se propongan cosas buenas e interesantes para los vecinos. Sólo llevamos un año y las cosas nunca suceden a la velocidad que a uno le gustaría. Pero estoy convencido de que para las próximas elecciones tendremos una representación mayor y quizás una mayor capacidad de influencia.

-En el Parlamento es difícil robarle protagonismo a Revilla...

-Somos la única oposición real, porque en el fondo el PP y el PSOE son siempre sus aliados, y lo que están esperando es que cambie de pareja. Tenemos dos diputados muy cualificados, que están haciendo una labor encomiable de oposición y se están ganando el respeto del Gobierno. Hacen oposición, pero si hay alguna vez una iniciativa que tenga sentido, la pueden apoyar también. Hacen muy buen papel dentro de su limitada capacidad.

-¿Qué opina del presidente?

-Es un populista capaz de pasarse de un extremo a otro, que viene del Movimiento, que ahora se sienta con el PSOE y que antes estaba con el PP. Tiene un enorme afán de protagonismo y un tirón mediático que no se corresponde con su capacidad de gestión.

-¿Seguro que no ha venido de vacaciones aquí por lo que ha oído contar de la región?

-No, no. Yo veraneo entre Asturias y Cantabria desde hace muchos años. Es una zona maravillosa, que me permite estar en contacto con un mundo muy distinto al de Madrid. Aquí tengo amigos ganaderos, agricultores,... me permite ver la realidad de las cosas y le permite a mi familia, a mis hijos especialmente, entender de dónde vienen los productos que compran en el supermercado. Ver el parto de una vaca, los campos de maíz, cómo llegan los pescadores a puerto después de faenar...

-¿Cuál es su plan de vacaciones?

-Pues un plan muy sencillo: pasar con mi familia el tiempo que no puedo pasar en invierno. Mi mujer y yo estamos metidos en una vorágine que nos limita mucho el tiempo libre con nuestros hijos. Aquí vamos a la playa, a hacer surf, deporte, dar paseos, recorrer senderos por el monte; también vamos a ver granjas, que les gusta mucho. Si hace malo, leemos. Fundamentalmente se trata de pasar tiempo con ellos.

-¿Teme encontrarse una pintada de 'Iván, rata'?

-Creo que ellos saben que no se han largado de ningún sitio por una pintada a dos pueblos de distancia de dónde estaban, pero han querido capitalizar un 'no suceso' para ocultar los problemas internos que tienen con su financiación irregular. Vox siempre ha dicho que jamás apoyará el acoso a ningún político; decir que no lo apoyabas era innecesario hasta hace unos años, porque a nadie se le hubiera ocurrido hacer esto, pero esta es una innovación que trajo Podemos, y son enormemente responsables de lo que está pasando.