La UC espera a conocer la cifra final de matrículas para diseñar un curso «lo más presencial posible»

La misma pandemia que ha obligado a rediseñar la vuelta a las aulas es la que ha hecho que todavía no se conozcan las cifras definitivas. El periodo ordinario de matriculación ya está cerrado, pero esos números no serán ni mucho menos los definitivos.

A partir de ahora habrá que incorporar también a los jóvenes que, desde ayer, están realizando las pruebas de recuperación. Los exámenes de septiembre que habían sido desterrados han regresado a la fuerza, porque esta convocatoria extraordinaria que estaba prevista inicialmente para julio tuvo que retrasarse por el covid-19. En función de que aprueben o suspendan tendrán que formalizar una matrícula u otra, por lo que la ocupación de las aulas es susceptible de variar. Y se da por hecho que en algunas no se podrá mantener la distancia mínima de seguridad. Se espera que ocurra en las carreras con más demanda y especialmente en los primeros cursos, que son los que suelen concentrar un mayor número de estudiantes. En ellas se pondrá en marcha ese modelo mixto:algunos alumnos asistirán físicamente y otros seguirán las lecciones de manera telemática. Se repartirán en distintos turnos que irán rotando de forma periódica para que todos se encuentren en igualdad de condiciones.

También falta por incorporar a los alumnos que realizarán la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) –la antigua selectividad– en la convocatoria de septiembre. Por estos dos factores, el periodo de matriculación estará abierto hasta el mismo día 22, coincidiendo con el inicio del curso.

La UC también tiene distintos planes para las prácticas curriculares, pero la institución prefiere comprobar cómo avanzan los acontecimientos antes de concretarlos. Dependerá de la evolución de la epidemia y de las decisiones de la autoridad sanitaria. Donde no tendrá que introducir apenas cambios –algunas modificaciones puntuales– será en el protocolo de retorno a la actividad presencial, ya que su plan encaja con las exigencias que aprobó el lunes el Ministerio de Universidades.

Entre las principales medidas específicas se hace hincapié en que no se debe acudir a la universidad en caso de tener un diagnóstico de covid positivo o algún síntoma compatible. Asimismo, se establece el uso obligatorio de mascarillas, se prohíbe el uso de ascensores y, al acceder al aula, los estudiantes deberán aplicarse gel hidroalcohólico y sentarse sólo en las zonas habilitadas.