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«Esta medida no debe alarmar. Es una alteración natural detectada gracias al constante, exhaustivo y riguroso seguimiento de las condiciones de la cueva». Pilar Fatás, directora del Museo de Altamira, recordó ayer la «fragilidad» inherente a la Capilla Sixtina del arte paleolítico y la ... complejidad de la conservación. Sus declaraciones a El Diario se hicieron pocas horas después de que este periódico desvelara la suspensión temporal de los accesos a la cavidad, un régimen de visitas que se viene registrando desde hace casi cuatro años de forma regular y controlada. La decisión (precedida de otra aislada el pasado mes de diciembre) responde a la existencia de una «perturbación en la concentración de Anhídrido Carbónico en el interior de la cueva, que es natural y estacional, y viene determinada por la situación climática en el exterior».
Pilar Fatás reiteró ayer que la medida es una acción temporal, «preventiva y de carácter provisional, que se mantendrá hasta que se recuperen los valores de referencia establecidos». A su juicio, en Altamira existe «transparencia» y gracias al seguimiento permanente «se conocen mejor los riesgos y el estado de la cueva». Pero recalcó lo «frágil» del ecosistema de la cavidad que alberga las pinturas rupestres. La gestora negó que el estado de Altamira haya empeorado.
El Museo de Altamira suspendía ayer de manera excepcional las visitas de los viernes a la cueva Patrimonio de la Humanidad por el aumento de los niveles de CO2 en el interior de la cavidad, «aumento que es natural y estacional y que viene determinado por la situación climática». Fatás insistía en que la medida se adopta en cumplimiento de los protocolos establecidos en el Plan de Conservación Preventiva aprobado por el Patronato. Como ya sucediera tras la suspensión del 14 de diciembre, «el próximo viernes se podría volver a abrir con normalidad si los niveles están dentro de los parámetros y valores normales».
Ministerio de Cultura
Fatás recordó que en la primavera de 2015 el Patronato del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira decidió mantener el régimen de acceso controlado y limitado a la cueva puesto en marcha por el «Programa de investigación para la conservación preventiva y accesibilidad». Como señala la web del museo, este régimen consiste en una visita a la semana para cinco personas de 37 minutos de duración.
«La visita se realiza bajo un estricto protocolo de indumentaria e iluminación, y con un recorrido y tiempos de permanencia definidos para cada zona de la cueva. La visita a la cueva de Altamira tiene lugar todos los viernes a las 10.40 horas. Pueden participar en el procedimiento de selección de los cinco participantes todas las personas mayores de 16 años que se encuentren visitando el museo entre las 09.30 y las 10.30 horas de ese día».
Pilar fatás
La directora reiteró que existe desde el arranque de las visitas la advertencia de que los accesos pueden verse alterados. «Los días y las condiciones de las visitas pueden sufrir variaciones por diversos motivos que, en su momento, serán anunciados con antelación en la página web del Museo, como se ha hecho en este caso». Fatás explicó que el periodo invernal es de por sí en el que la cueva ventila menos y tiene valores de CO2 más altos. «Debido a la climatología se han detectado esas alteraciones que no son normales, de ahí que hayamos decidido suspender el acceso para evitar aumentar las aportaciones de CO2».
En todo caso, recalcó que «las condiciones generales son idénticas al pasado y los procesos naturales siguen su camino». Los actuales planes y protocolos nos permiten identificar cualquier alteración.
El pasado jueves se pusieron en marcha las medidas contempladas en el Protocolo de actuación para este tipo de casos, «movilizándose» al equipo de científicos que coordina el catedrático de Radiología y Medicina Física de la Universidad de Cantabria Luis Quindós, quien dirige un proyecto titulado 'Control y seguimiento del biodeterioro y de las condiciones ambientales del agua de infiltración y de las emisiones de gas radón de la cueva de Altamira'.
Respecto a una nueva convocatoria del Patronato, que no se reúne desde hace año y medio, fuentes del ministerio apuntaron que la cita debe ser acordada por los responsables de Cultura y del Gobierno de Cantabria para lo que «se está buscando la fecha idónea. Y es de prever que se concrete en los próximos meses».
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