Las estafas informáticas se disparan un 25% en Cantabria con más de 16 casos diarios

Cantabria es un fiel reflejo de la tónica nacional, donde la criminalidad convencional está a la baja, hasta un 3,4% menos en esta región;pero donde por contra continúan creciendo el total de las infracciones penales (un 2,3%). Además de los delitos digitales, que son los que más quebraderos de cabeza causan a los agentes, alimentan esta estadística otros como las sustracciones de vehículos, que aumentaron un 38%; los casos de tráfico de drogas, que crecieron un 37%; y los delitos contra la libertad sexual (aquellos donde no hubo penetración), que proliferaron un 21%.

La delegada de Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, insiste en que «Cantabria es una región muy segura, entre las comunidades autónomas más seguras de España en uno de los países más seguros del mundo»; y lo cierto es que los índices de delincuencia se encuentran por debajo de la media nacional, pero ello no es óbice para que el total de infracciones penales haya crecido en la región, lo que no puede considerarse una buena noticia.

Preocupan sobremanera los delitos que se producen en internet, para los que Policía Nacional y Guardia Civil no encuentran freno, porque se reinventan tan rápido como surgen nuevas herramientas digitales. Se contaron hasta 4.806 casos en todo 2023, lo que supone algo más de 16 diarios. Una tendencia que no va a parar sobre todo a partir de la incursión de la inteligencia artificial.

Desde la Delegación de Gobierno se insiste en la necesidad de formar e informar al usuario: «Si en algún momento creemos que estamos siendo víctimas de alguna estafa o algún delito, hay que denunciar sin miedo y sin vergüenza». Gómez de Diego asegura que será necesario redoblar esfuerzos para combatir esta lacra: «Seguramente tendrán que verse reforzadas campañas contra este tipo de delitos, por desgracia cada vez más comunes», insiste la delegada del Gobierno.

La Guardia Civil combate estos delitos desde hace años con el 'Equipo @', y en Policía Nacional hay grupos de investigación de policía judicial que cuentan con numerosas investigaciones abiertas, pero aseguran que son «procesos complejos, que tienen muchas veces su origen en terceros países, lo que hace que la cooperación policial sea crucial».

Las entidades bancarias se han sumado a la didáctica y están haciendo cada vez más esfuerzos por concienciar a sus usuarios. Banco Santander, en su página web, dedica un apartado entero a publicar artículos relacionados con esto. Uno de los últimos está dedicado al llamado 'deepfakes', «contenidos creados por delincuentes digitales para engañar a los clientes y hacerles entregar datos privados o incluso transferir dinero a cuentas falsas».

Hay timos que utilizan los códigos QR;otros en que hablan también del llamado 'romance scam', donde «los estafadores se ganan la confianza de sus víctimas, incluso llegan a hacerles creer que mantienen una relación sentimental». Hay delincuentes capaces de acceder a los dispositivos por bluetooth, por el correo electrónico o por medio de las redes sociales. Pero en todo caso, siempre hay un mensaje de calma: «Más de 3 mil millones de personas utilizarán la banca online este año con la tranquilidad de que la criptografía, algoritmos altamente complejos que encriptan los datos, mantendrá segura su información personal y financiera», certifican en Banco Santander.

CaixaBank ha optado por una estrategia similar. En este caso han desarrollado hasta un podcast dedicado a la ciberseguridad y dirigido por la periodista Gema Nierga. Y en otro de los apartados desgranan siete consejos para comprar online. A saber: desconfiar de las ofertas increíbles; vigilar la legitimidad de las páginas web; no utilizar conexiones públicas para hacer compras online; estudiar bien el aspecto de la página, para que nada resulte extraño; no tener prisa por confirmar los pagos en la app;revisar las cuentas; atender a las opiniones de otros usuarios y tener una tarjeta única para realizar pagos por internet. Todo ello ayuda a no caer en el engaño, pero en este juego de carrera por la pillería, los ladrones siempre van a ir un paso por delante.

Más allá de este tipo de delincuencia, que es la más presente a día de hoy, preocupan también mucho los que atentan contra la libertad sexual, que aumentaron de los 101 registrados en 2022 a los 123 de 2023; aunque cayeron aquellos en los que hubo penetración, en total, 34 este pasado año. La situación no mejorará mientras no haya un cambio social, lo acredita Ana Bolado, portavoz de la Comisión 8 de Marzo: «Mientras esos hombres que cometen estos delitos no comprendan que no pueden ser dueños de los cuerpos de las mujeres, es imposible que vayamos a mejor», remarca cada vez que salen a la luz datos similares. Este delito creció en Santander y por el contrario descendió en Torrelavega.

Los robos en viviendas continúan también registrando cifras escalofriantes con 1.348 casos anuales este pasado año, lo que supone el asalto de más de tres viviendas al día. Es una tipología que ha caído un 4% respecto a 2022, lo que supone un buen dato porque en balances de años anteriores siempre era uno de los epígrafes fijos que se encontraban al alza. Buena parte de la culpa de que esta realidad haya cambiado ha sido la puesta en marcha de dispositivos preventivos sobre todo en la capital cántabra, donde Policía Nacional ha hecho un esfuerzo por reaccionar a las oleadas de robos que tuvieron en vilo a vecinos de Nueva Montaña, Cueto y Monte, barrios donde los ladrones podían entrar en varias casas en un mismo día.

Otro de los fijos en el debate cada vez que se publican estos datos ha sido el tráfico de drogas, que también ha crecido un 37%. Lo que ocurre en este caso es que hay que hacer una lectura correcta conociendo el contexto. La Policía Nacional explica que estas cifras son el resultado del incremento de los dispositivos preventivos establecidos tanto de Seguridad Ciudadana como de policía judicial junto a las detenciones de autores. «Los grupos de estupefacientes especializados en investigación de policía judicial tienen investigaciones abiertas para relacionar estos hechos y continuar esclareciendo hechos para erradicar los puntos negros de venta y distribución de sustancias». En resumen, no hay más casos sino más esfuerzo policial por destapar los existentes.

En el caso del delito por sustracción de vehículos, que se ha disparado hasta un 38%, la mayor escalada de este último balance, puede haber una explicación poco convencional. Se ha pasado de los 86 automóviles robados en 2022 a los 119 de este pasado 2023 y en algunos casos ha tenido que ver con vehículos sustraídos en un concesionario, probablemente por una misma persona, que repitió en varias ocasiones la acción para dejarlos abandonados en la calle una vez consumado el robo. La última vez que lo hizo, en un episodio que llamó la atención de los vecinos de Maliaño, fue cuando abandonó un Volvo de alta gama y sin matrícula tras al quedarse sin gasolina, en la Avenida de Bilbao. La delegación del Gobierno insiste en que se seguirá trabajando para que estas cifras mejoren cada ejercicio.