La UC estrena un curso adaptado a la realidad covid

La Universidad de Cantabria estrenó ayer el curso académico 2020-21. Lo hizo bajo un estricto protocolo de prevención y seguridad -mascarilla, distancias, higiene, descenso de los aforos...-. Durante la mañana se sucedieron las presentaciones y los primeros compases lectivos. Alrededor de 12.000 alumnos se han matriculado en los estudios que oferta la UC, según las proyecciones que maneja la UC respecto del año pasado, dos mil de los cuales son de primer ingreso.

En Educación optaron ayer por que el alumnado primerizo tuviera, en su estreno universitario, una toma de contacto presencial con compañeros y profesores, con los espacios. «Queríamos que los alumnos, sobre todo los de primero, viniesen, conociesen la facultad y se pusiesen cara porque, como se van a subdividir los grupos, queríamos que tomaran contacto con las personas con las que van a trabajar durante el curso», explicó García. Ella y su equipo han trabajado todo el verano en el diseño de la programación y de modalidad de docencia precisa y flexible al mismo tiempo.

El resto de presentaciones y la incorporación de los cursos superiores de la Facultad de Educación será progresiva. El covid impone gradualidad, prevención y capacidad de adaptarse a las circunstancias. De hecho, las facultades de la UC han podido acomodar algunos aspectos organizativos del protocolo al espacio con el que cuentan, a su número de matriculados, a su realidad. La Facultad de Ciencias, por ejemplo, realizó ayer presentaciones virtuales. El salón de actos, vacío en esta ocasión, con las butacas precintadas, estuvo al mismo tiempo hiperconectado con el exterior. A las diez de la mañana, 160 alumnos de 1º atendían las explicaciones del decano, Francisco Matorras.

Tras esa bienvenida virtual, los alumnos siguieron conociendo los entresijos de su grado de la mano de los profesores de las materias específicas. El decano y su equipo eligieron un formato combinado -en cuarto curso, la presentación fue presencial-, para evitar que los alumnos más novatos brujulearan por el edificio.

Durante el curso, la meta es que la enseñanza sea mayoritariamente presencial. Para ello, se han fijado turnos de tarde y se aprovecharán más metros cuadrados, como los que ofrece el salón de actos. «El 80% de la docencia la daremos en el aula, con más espacio y los controles que hay que tener», precisó Matorras

La UC apuesta por la presencialidad siempre que sea segura. Hay centros que, por sus características, podrán mantenerla, como Caminos o la Facultad de Enfermería, pero en otros, para mantener la distancia de seguridad y cumplir la normativa, se optará por lo que la UC llama «docencia online síncrona».

Ayer se vieron ejemplos de ella. A media mañana, la profesora Reyes Ruiz impartía una clase de Cálculo a los alumnos que la seguían en su aula de la ETS de Ingeniería Industrial y Telecomunicación, pero también en una anexa y desde casa. Más del 50% de las aulas de la UC disponen de tecnología que permite seguir la clase de ese modo. El director de la Escuela, Francisco Javier Azcondo, destacó la importancia de que la conectividad refuerce la docencia, la extienda cuando sea necesario. «Con estas nuevas capacidades podremos generar una nueva presencialidad», indicó. Confía además en los protocolos y en la experiencia covid que la UC ha sumado tras celebrar la EBAU, los exámenes extraordinarios... para mantener la docencia sin perder calidad.

Enrique Rodríguez, presidente del Consejo de Estudiantes, acudió a la presentación en Educación. «Se ha venido organizando todo desde verano: horarios, grupos, sistema rotatorio. Veremos la semana que viene si el sistema funciona al 100% o hay que hacer algún cambio», expuso antes de entrar al aula. Una de las metas del CEUC es garantizar el acceso a la educación: «Estaremos detrás de las convocatorias de ayudas para que todo el mundo pueda seguir las clases en igualdad de condiciones».