Los estudiantes retoman el curso a la espera de que el aumento de contagios no impacte en las aulas

La meta, el deseo, es que la tercera ola de la pandemia no impacte de lleno en las aulas haciendo que la educación presencial se resienta. Sobre todo, después de que el primer trimestre de este curso anómalo se haya salvado con problemas, pero con holgura. Cuatro centros educativos tuvieron que cerrar totalmente –José María Pereda (Torrelavega); Apostolado del Sagrado Corazón (Medio Cudeyo); IES 8 de Marzo (Castro Urdiales) y Torreánaz (Medio Cudeyo)– y otros, de forma parcial –Sagrados Corazones y La Paz, ambos en Torrelavega–. En cualquier caso, las cuarentenas del alumnado en ningún momento han superado el 1,3% del total, según los datos oficiales de la Consejería de Educación y Formación Profesional.

Su titular, Marina Lombó, ya expresó su preocupación por las condiciones de la vuelta a clase justo antes de que comenzaran las vacaciones de Navidad: si aumenta la incidencia del coronavirus en la sociedad, esa situación tendrá «un reflejo directo e instantáneo en las aulas». Pidió «responsabilidad» a los cántabros durante unas fiestas que en 2020 tenían que ser «necesariamente diferentes», para, de este modo, proteger la salud y asegurar una «vuelta lo más segura posible a las aulas».

A partir de hoy, cuando el Gobierno vuelva a remitir estadísticas diarias sobre el impacto del covid en las aulas, se irá aclarando la situación. Desde luego, no es sencilla. Así la ha descrito Reinhard Wallmann en este periódico en su primera entrevista como director general de Salud Pública, después de sustituir a Paloma Navas. «Al principio, se cerraron colegios, después pasamos a considerarlos seguros, ahora están otra vez con que en los niños se transmite igual que en los adultos, aunque con casos más leves, y con la incertidumbre de la variante británica. Es difícil de concretar realmente hasta qué grado contribuye a la dinámica de la pandemia. Lo que sí sabemos es que, en el ámbito educativo, en Cantabria se han hecho muy bien las cosas, mucho mejor de lo esperado», expresó el nuevo responsable.

Cantabria vuelve a clase hoy y no ha modificado la fecha. Otras comunidades sí lo han hecho, bien por los datos de la pandemia, bien por las consecuencias de la borrasca Filomena –como es el caso de Extremadura o Castilla La Mancha, respectivamente–. ¿Qué ha ocurrido en la vecina Asturias? Allí se retomó el curso el pasado viernes, como estaba previsto, y las bajas temperaturas se dejaron sentir en las aulas.

Precisamente el frío es uno de los asuntos que preocupa a los centros educativos desde el pasado diciembre. Si bien la ventilación se ha revelado como una de las mejores medidas anticovid en clases y otros espacios compartidos, la llegada del invierno, de borrascas como la reciente Filomena, puede instalar ese frío en las aulas o alterar su tempo lectivo. Hasta ahora, la comunidad educativa ha respondido abrigándose y en muchos centros se ha optado por encender la calefacción a pesar de las ventanas abiertas o entornadas. No obstante, hay centros en los que se ha decidido no poner en marcha los calefactores.

El curso 2020-21, por tanto, sigue siendo un desafío para la comunidad educativa. El segundo trimestre revelará si hay nuevos frentes.