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Investigadores del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) y de la Universidad de Cambridge han determinado científicamente la autoría infantil de las manos sopladas hace 25.000 años, en la fase gravetiense, que aparecen impresas en las cuevas cántabras de El Castillo, La ... Garma y La Fuente del Salín, así como en las de Maltravieso, en Extremadura, y Fuente del Trucho, en Huesca.
El estudio del IIIPC, publicado en 'Journal of Archaeological Science', revela que entre el 20% y el 25% de las manos han sido realizadas por menores de entre 2 y 12 años.
En total, se han analizado más de 150 representaciones de manos sopladas que se han comparado con una muestra moderna de 600 manos para averiguar si hubo participación infantil en esta singular actividad artística. La investigación se ha completado con una experimentación arqueológica con el objetivo de poder comparar las siluetas de manos actuales con las manos arqueológicas sopladas.
Según explica Verónica Fernández-Navarro, que encabeza la investigación en el marco de su tesis doctoral, «mediante la morfometría tradicional y estadística multivariante hemos sido capaces de reconocer y caracterizar la forma y tamaño de las manos para asignar el grupo de edad correspondiente a cada una de las manos arqueológicas por comparación con las actuales».
Los resultados han sido «sorprendentes», subraya Fernández-Navarro, pues se han verificado algunas interpretaciones anteriores y se han «ampliando considerablemente la atribución de las manos». Es decir, se ha podido observar un alto porcentaje, entre el 20% y 25% aproximadamente, de participación de niños en esta práctica, con edades comprendidas entre los 2 y 12 años, concreta el director del proyecto 'Before Art' en el que se enmarca este estudio, Diego Gárate.
«La actividad artística no era exclusiva de los individuos masculinos ni cerrada y vinculada a la subsistencia del grupo, como hasta ahora se pensaba. Parece que los niños y los adolescentes tuvieron también una participación activa y, por tanto, seguramente estuvo más abierta de lo que se pensaba, quizás como elemento cohesionador del grupo», indica la investigadora.
Todas las cuevas sugieren este tipo de participación mixta, aunque el porcentaje varía entre unas cavidades y otras. La actividad gráfica prehistórica se presenta como un acto grupal, en donde niños y adultos tenían cabida, y no como propia de un espectro social concreto como tradicionalmente se pensaba, dice Garate.
El estudio se enmarca dentro del Proyecto 'Before Art: social investment in symbolic expressions during the Upper Palaeolithic (B-Art)', financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que se desarrolla en el IIIPC, instituto universitario de investigación de carácter mixto, cuya titularidad comparten el Gobierno de Cantabria, la UC y Santander Universidades.
El objetivo es tener un conocimiento más profundo, no solo del arte de estas sociedades, sino de los propios protagonistas, hombres y mujeres, que realizaron estas representaciones durante el Paleolítico, recuerda Gárate. Además, desde el proyecto 'Handpas. Hand from the past', financiado por el Programa Cultura de la UE, se ha facilitado la documentación tridimensional sobre las cuevas a estudio.
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