

Secciones
Servicios
Destacamos
La pobreza es una trampa eficaz; porque una vez te atrapa, es difícil escapar. Crece en esta crisis sanitaria casi al mismo ritmo que la ... pandemia del covid, y ambas parecen alimentarse. Lo evidencian los resultados de un estudio publicado recientemente por el grupo de Economía de la Salud de la Universidad de Cantabria (UC) y el Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (Idival), que dejan claro que el patógeno se ceba en Cantabria con aquellos hogares socioeconómicamente más deprimidos.
«Si pudiéramos señalar un nivel de renta media anual por familia, podría ser 11.000 euros. Por debajo de ese umbral, podríamos decir que se multiplica la vulnerabilidad», explica el profesor David Cantarero, que lidera el análisis junto a Olga de Cos y Valentín Castillo, del Departamento de Geografía y Urbanismo del campus cántabro.
Queda demostrado, además, que la pandemia vuelve elegir en esta segunda ola escenarios que le eran familiares para causar mayor daño: «El 65% de los nuevos positivos se dan en aquellos entornos donde ya se había sufrido más el impacto de la enfermedad en la primera ola de marzo y abril. Con lógica, porque continúan siendo los más expuestos», agrega De Cos.
Es una vulnerabilidad entendida en materia de rentas más bajas, de mayor hacinamiento en los hogares, o de trabajo más precario. Estos sectores sociales suelen ocupar puestos de menor cualificación, donde las labores manuales hacen imposible el teletrabajo, y donde las medidas de seguridad son a veces más complicadas de implementar.
«Lo importante aquí es poder conocer mejor el comportamiento del covid y cómo afecta a nuestras sociedades, y así poder trabajar desde ya en medidas concretas que puedan servir para frenar o retrasar una hipotética tercera ola, de cara a la llegada de las vacunas», defiende Cantarero. Y es que todos los datos están puestos al servicio de la política, dado que Salud Pública tiene acceso a todos estos resultados.
Conocer el modo en que se propaga el virus en la pequeña escala podría ayudar a implementar soluciones quirúrgicas como fue el pasado julio el confinamiento del número 4 de la calle Nicolás Salmerón, donde un brote llegó a afectar a 16 de sus vecinos. «Nosotros trabajamos con datos anónimos, pero el nivel de detalle alcanza a los edificios donde tienen su domicilio los positivos, con lo que logramos una segmentación muy concreta que puede resultar de gran ayuda para adivinar patrones y tomar medidas», aclara la profesora De Cos.
Las tecnologías de información geográfica han permitido desarrollar el Sistema de Información Territorial de Acción Rápida (Sitar) para adivinar las pautas de distribución del covid en toda Cantabria. También se han incluido en el sistema de análisis todos los centros asistenciales, sociosanitarios y educativos de la región, «primero porque son entornos donde con mayor facilidad puede propagarse el virus y también porque son más vulnerables que el resto», aclaran los investigadores. «Hemos incluido los centros de salud, las residencias de ancianos, las farmacias, los hospitales y todos los edificios que podrían aportar información útil para entender los patrones espaciales que sigue el virus», detalla Castillo.
Por el momento todos estos datos no son públicos; pero desde el grupo de investigación se trabaja para lograr que terminen por servir de información abierta frente a la pandemia. «Actualmente el Servicio Cántabro de Salud (SCS) y el Instituto Cántabro de Estadística (Icane) publican datos sobre el impacto de la crisis sanitaria en la región. Nosotros nos preguntamos si nuestros resultados, que detallan el número de contagios en los barrios y los edificios, podrían ser útiles como información pública para concienciar a los vecinos de cara a tener más cuidado en su día a día. ¿Si supiéramos que en nuestro barrio hay varios edificios donde los contagios se han disparado, tendríamos más cuidado?», cuestiona De Cos. Lo mismo sucedería de conocerse los resultados de los centros públicos que se contemplan en el estudio, dado que la movilidad se ha demostrado también clave en la progresión de los contagios en estos entornos de mayor flujo de personas.
Entretanto, sólo queda la posibilidad de minimizar el daño de un círculo vicioso que ha encontrado en los más vulnerables la víctima perfecta. «Con la luz al final del túnel que comenzamos a ver ya con la llegada de la vacunas, la solución ahora es de manual. No queda otra que la resilencia, esto es, ayudar de forma más agresiva a los sectores socioeconómicos más castigados con un presupuesto expansivo. En el futuro, cuando todo regrese a la normalidad, habrá tiempo de reconfigurar el modelo económico, pero ahora necesitamos esta solución de choque», zanja Cantarero.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.