Entre la euforia y los temores

En el PP, que adelantaron su cierre de campaña al jueves para asistir ayer a la exhibición de músculo de Pablo Casado en Madrid con más de 7.000 asistentes, se han «dejado la piel» para mantenerse como primer partido en la región. Sus candidatos al Congreso y al Senado, Diego Movellán y Javier Puente, han hecho campaña «de calle» bastante independiente del equipo de María José Sáenz de Buruaga para pelear por mantener los dos diputados actuales y seguir siendo primera fuerza, pese a que las encuestas vaticinan una victoria del PSOE.

Movellán y Puente reconocieron que se «han dejado la suela de los zapatos y la piel» explicando su proyecto para España y para Cantabria. El candidato al Congreso, que ha basado gran parte de su discurso en la unidad de España, se mostró convencido de que «el PP va a ganar las elecciones porque los ciudadanos no se van a volver a dejarse engañar en unos momentos en los que se empiezan a escuchar los tambores de la recesión, y después de que en sólo nueve meses de Gobierno de Pedro Sánchez el paro haya aumentado en 120.000 personas».

Los populares confían en que el 'efecto Vox' se desinfle en el momento de ir a depositar el voto en la urna e insisten en que son el único partido «que puede hacer que Cantabria avance, tenga infraestructuras y se cree empleo».

En el PSOE están convencidos de que tienen dos diputados consolidados y van a por el tercero. El entusiasmo reina en Bonifaz después de 26 años encadenando derrotas. Los de Pablo Zuloaga huelen una victoria electoral que apuntan las encuestas, pero, para evitar sustos, llaman a aglutinar todo el voto de izquierdas bajo sus siglas como muro de contención de la «ultraderecha».

En las horas finales, Luis Santos Clemente no quiere dejar ningún cabo suelto. Ni un momento de tregua o complacencia. Quiere evitar un pacto del «bloque de derechas» que pueda poner «en riesgo los avances producidos en democracia y los derechos fundamentales» de los ciudadanos. Por ello, antes de ir a la plaza de Pombo a repartir publicidad, Clemente apostó por «seguir avanzado en un país de progreso y no retroceder décadas» como, en su opinión, puede suceder con un pacto de las derechas. Una idea que reiteró su homóloga al Senado, Isabel Fernández, quien destacó que «no hay más que leer el programa de Vox que pretende llevarnos claramente a la España franquista y eso es algo que no podemos consentir».

La irrupción de los de Abascal también le quita el sueño a Ciudadanos, pero no por su ideología. El miedo es que les arrebaten un escaño que hasta hace poco daban por seguro. Ahora, como mínimo, tienen la incertidumbre de quedarse fuera. Sin embargo, su candidato, Rubén Gómez, confió en que la formación naranja dará «la campanada en las urnas» y con ello, a partir del lunes, se pueda empezar a hablar de «la España y la Cantabria del futuro» y «no del aborto o los huesos de Franco».

Ciudadanos tira de hemeroteca para vencer a las encuestas. Recuerdan los comicios en Andalucía, donde «nos daban 15 diputados y alcanzamos 21», y a los de Cataluña, en los que «nadie nos daba ganadores, nos daban 25 y lo superamos en más de diez escaños». Gómez lanzó un dardo a sus rivales y lamentó lo que ha visto en el resto de partidos a lo largo de esta campaña en Cantabria porque «nos han contado las mismas propuestas que llevan haciendo los últimos veinte años».

En Unidas Podemos pusieron al mal tiempo música con la celebración de un mitín-concierto en la plaza de Pombo. Luis del Piñal, el candidato a la Cámara baja, apuesta por un trabajo de calidad y la defensa de los servicios públicos dentro de una propuesta «progresista, feminista y ecologista». Hay ambiente de remontada en el partido después de los dos debates de Pablo Iglesias y creen que aquellos indignados del 15-M que hace cuatro años al final volverán, lo que puede servir para mantener su escaño. Después de la destrucción interna, sería para ellos toda una victoria. Por eso, defienden que «el voto seguro» en el bloque progresista es a Unidas Podemos porque «no se sabe qué va a hacer Pedro Sánchez con los suyos».

Revilla, que presume de olfato, dice que el PRC tiene «garantizado holgadamente» un diputado y espera que también un escaño en el Senado, y va a seguir luchando para conseguir el segundo diputado. Su pronóstico es que cinco partidos conseguirían un diputado cada uno -PRC, PSOE, PP, Ciudadanos y Vox- y que el PRC es el que está «más cerca» de conseguir el segundo escaño y ser la fuerza más votada. El cabeza de lista al Congreso, José María Mazón, se mostró «muy satisfecho por cómo se ha desarrollado esta campaña, en la que todos se lo han tomado como algo propio». Dijo que se han dirigido a unas «6.200 personas» y participaron en más de 80 actos. «Hemos visto que vamos creciendo», señaló el ex consejero de Obras Públicas y Vivienda, quien desafió a las encuestas.

La euforia, porque no se puede llamar de otra forma, tomó ayer la fiesta de Vox en el Hotel Palacio del Mar. Emilio del Valle consideró que el balance de campaña «es muy positivo». «Estamos ilusionados y prevemos un resultado exitoso. Algunos se van a llevar una gran sorpresa. Vamos a ganar por España», dijo el candidato, quien pidió a los cántabros «que no se dejen engañar por los de siempre, que sólo persiguen su estatus personal y no cumplen sus promesas».