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Poco más de 24 horas ha estado Eva Guillermina Fernández sin trabajo. La exconsejera de Cultura, Turismo y Deporte, que el miércoles fue cesada de sus funciones por María José Sáenz de Buruaga tras solo 14 meses en el cargo, vuelve de manera sorpresiva ... al Gobierno de Cantabria como directora general de Cultura. Este extraño movimiento hará que Fernández se ponga ahora a las órdenes del que fue su subordinado en la etapa anterior, Luis Martínez Abad, ascendido por la presidenta al puesto de consejero. El gran perjudicado de esta cadena de relevos es Juan Antonio González Fuentes. El gestor cultural, hasta ahora número dos del departamento, desaparece definitivamente del organigrama del Ejecutivo.
Hasta la jefa del Ejecutivo reconoce lo poco común del episodio. «Demuestra una gran generosidad y humildad al ponerse al frente de la Dirección General de Cultura», apuntaba Buruaga, que a través de sus redes sociales confirmaba cuáles serán las nuevas funciones de Fernández y dedicaba más palabras a darle de nuevo la bienvenida que las que utilizó para despedirla hace solo dos días. A lo largo de la mañana de este viernes los nuevos consejeros -Martínez Abad y su compañera en la Consejería de Ganadería, María Jesús Susinos- darán a conocer nuevos ceses y relevos en sus departamentos.
Eva Guillermina Fernández se centrará en esta nueva etapa en lo que mejor sabe hacer y le apasiona: gestionar la cultura.
— M.J Sáenz de Buruaga (@mjburuaga) September 13, 2024
Tiene el mandato de convertirla en eje de la nueva economia a través del proyecto de turismo cultural que va a liderar como consejero Luis Martínez Abad. pic.twitter.com/J9uFRtioou
Este giro de guion se ha orquestado de manera conjunta entre los tres protagonistas (Buruaga, Martínez Abad y Fernández), aunque el Ejecutivo señala que los nuevos consejeros tienen libertad para tomar sus propias decisiones y elegir a sus equipos. La ya exconsejera y ahora directora general ha protagonizado durante el tiempo que lleva en el Gobierno una sucesión de polémicas, sobre todo en el área de Turismo, que ahora gana peso con la llegada de su sustituto. En el apartado de Cultura, su especialidad, Fernández también ha tenido enfrentamientos con el sector cultural. Por ejemplo, con los organizadores de conciertos y festivales de folk. A ello se suman las críticas por promocionar mucho más aquella parte de la cultura que le interesaba: la más elitista y la menos popular.
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