Los exámenes llenan las bibliotecas

En el caso de los alumnos de la Universidad de Cantabria (UC) empezaron los exámenes a mediados de diciembre y las pruebas se extienden hasta la próxima semana -los que suspendan en primera instancia tendrán una segunda oportunidad a finales de enero con la extraordinaria-, mientras que los estudiantes de la Universidad Europea del Atlántico (Uneatlántico) comenzaron este viernes su convocatoria del primer semestre. Y no tendrán las recuperaciones hasta el mes de junio.

«En el Interfacultativo si no madrugas, olvídate de coger sitio», explicaba este viernes Natalia Martínez, estudiante de Magisterio en la UC, a las puertas del edificio. «En época de exámenes siempre está llena, viene mucha gente de otras facultades». Junto a ella, se encontraban sus compañeras de carrera Sheila López y Cantia Piorno que habían aprovechado para repasar en la biblioteca antes de realizar un examen. Las tres estudiantes de Magisterio creen que una de las claves para que las salas de estudio de la facultad se llenen en pocos minutos es la «presión» de ponerse a estudiar. «Como ves al resto, pues tú también te pones con los apuntes», añadían. Y es que la situación que presentaba el Interacultativo era de tener pocos asientos libres, muchos de los mismos de los propios universitarios que salían a hacer un descanso o reservaban un hueco a alguno de sus amigos.

Una de las bibliotecas que más «tirón» tiene para preparar los exámenes es la Biblioteca Central de Cantabria, que ha vivido colas de universitarios durante los fines de semana. Leila Ramírez, estudiante de Fisioterapia en la UC; Daniela Repetto, estudiante de Ingeniería Civil en la UC; y Sara García, estudiante de Enfermería en Mompía, aprovechaban unos minutos de parón para ir a por la comida y regresar a la BCC. «Estas semanas nos pasamos los fines de semana dentro de la biblioteca. Se montan unas colas bastante grandes», afirmaban. Una de las razones que esgrimen para asistir con regularidad a la sala de estudio de la BCC es que el «contexto» les permite concentrarse mejor. «Miras menos el teléfono y estás mucho más pendiente de los apuntes», confesaba la estudiante de Fisioterapia. En la misma línea se manifestaba Daniela Repetto: «Yo en mi casa no me puedo concentrar de la misma forma que lo hago aquí».

Para los estudiantes más cafeteros y que quieran extender sus jornadas de estudio hasta bien entrada la madrugada, tienen en la biblioteca Electrónica Emilio Botín (Paraninfo) una opción de pasar hasta las 02.45 horas rodeado de apuntes. Eso sí, solamente de forma excepcional hasta el próximo 24 de enero, que regresará a su horario habitual de cierre, las 23.45 horas.

Con la vista puesta en el último examen de la convocatoria ordinaria se encontraba Lucas Rodríguez, estudiante de ADE en la UC. «Me queda ahora uno el miércoles y luego ya alguna recuperación que se ha atascado», confesaba. «Estos últimos días la gente se lo toma con un poco más de calma, porque al final ya quedan pocos y al final, pues esto ya va vaciándose un poquito». La ubicación céntrica de la biblioteca del Paraninfo provoca madrugones para coger sitio. «Aquí al final el sitio es bastante reducido y si no vienes temprano se te puede complicar».

En el goteo constante que vivió este viernes la puerta de la biblioteca Emilio Botín, se encontraban Sofía Sánchez y Mar Bosque, estudiantes de Magisterio en la UC, realizando un descanso. «Está algo más tranquila de lo que suele ser habitual, aunque en la planta -1 hay bastantes personas, normalmente cuesta coger sitio en esa y probar suerte en la planta de abajo», puntualizaban.