Sonsoles López | Directora de Cáritas Diocesana
«No existe un perfil de persona vulnerable: podemos serlo cualquiera»Secciones
Servicios
Destacamos
Sonsoles López | Directora de Cáritas Diocesana
«No existe un perfil de persona vulnerable: podemos serlo cualquiera»En Cáritas parece que viven una realidad paralela: mientras los políticos presumen de cifras de empleo y prosperidad, ellos no dejan de ver necesidades y un número creciente de personas vulnerables. El año pasado fueron más de 6.000 las que recibieron su ayuda, con ... un presupuesto de 3,5 millones. Sonsoles López, directora de la entidad, dice que prefiere hablar de «inversión» que de «gasto».
– El Gobierno central dice que el país va como un tiro, y el regional presume de las cifras de empleo y actividad. ¿Es la misma realidad que ven ustedes?
– Es verdad que hay cifras que parece que reflejan que todo va muy bien, pero tenemos que pensar en las familias que están viviendo situaciones muy vulnerables, en qué ocurre con el alquiler –cuando ya no es que sea un alquiler alto: es los requisitos que te piden–; qué sucede cuando tienes un trabajo muy precario, mujeres monoparentales que están a cargo de sus hijos y no tienen una cobertura suficiente para vivir con dignidad... Esas cifras, cuando nosotros rascamos en ellas, nos encontramos con una realidad distinta.
– ¿Qué perfil tiene la gente a la que ayudan?
– No existe un perfil de persona vulnerable: podemos serlo cualquiera. Para mí vulnerable también es el que no puede comprar lo que desea estas navidades para compartir con su familia, o el que tiene hijos y tienen que ir un día al cine con sus amigos, que también tienen derecho, y no se lo puede permitir. La vulnerabilidad no es sólo lo económico sino también lo personal, lo anímico, porque ese niño que no puede hacer ninguna actividad y que se ve en casa solo ¿no va a tener un daño psicológico?
– ¿A cuánta gente ayudan?
– En 2023 se atendió a 6.085 personas, con una inversión –nosotros lo llamamos inversión, no gasto– de casi tres millones y medio. Para eso contamos con 363 voluntarios, 684 socios y 1.602 donantes.
– ¿Cuál es la proporción de inmigrantes entre quienes solicitan ayuda?
– El porcentaje de personas extranjeras que acompañamos durante 2023 –incluye comunitarios y extracomunitarios– fue de casi el 40%.
– ¿Qué piensa cuando oye eso de 'los españoles, primero'?
– Me parece inconcebible. Para mí las personas son personas sean como sean: si tienen una discapacidad, si es una mujer sola con niños a cargo, si es una persona nacional o si es una persona de otro país. No hacemos fronteras hacia nadie.
– ¿Y cuando se habla de 'la paguita? ¿Hay tanto profesional de la caridad?
– La gente prefiere trabajar a estar cobrando un subsidio que al final no le saca de nada; lo que quieren son trabajos con un salario digno. La gente quiere trabajar para sentirse digna y ver que tiene un futuro para ellos y para sus familias.
– ¿De qué fondos se nutren?
– La mayoría son fondos privados de nuestros socios y donantes, a los que siempre tenemos que dar las gracias porque son los que hacen que podamos trabajar.
– ¿Han descendido las donaciones?
– Se nota que cuando nos ocurre algo, como la catástrofe de la DANA, toda la sociedad reacciona y está al lado en estos momentos de impacto, pero sí es verdad que en lo continuo este individualismo que a veces impera en nuestra sociedad nos lleva a desvincularnos de lo que es la solidaridad. Pero yo creo en la esperanza y creo que esto va a cambiar. Creo que la sociedad está repensándose que nos tenemos que cuidar unos a otros y que si nosotros llegamos a la población de Cantabria y saben quién es Cáritas, qué está haciendo y cómo está acompañando, desde luego nos van a apoyar.
– Hablando de aprietos económicos, este año han despedido a ocho trabajadores por ese motivo. ¿Hay riesgo de que haya que reducir más la plantilla?
– Ha sido muy doloroso tener que tomar una decisión así, una decisión meditada y además documentada: bajan los socios y donantes y la mayoría de nuestros fondos tienen que ir a las personas vulnerables; la estructura tiene que servir a las personas vulnerables, no podemos tener una estructura para mantener una estructura.
– ¿Ha evolucionado Cáritas con los tiempos?
– Ha evolucionado que nosotros creemos en la promoción, en las potencialidades de las personas que llegan a nosotros. No somos políticos ni partidistas, pero sí tenemos una acción en cuanto que creemos en los derechos de las personas y trabajamos en base a que tengan acceso a todos sus derechos. Somos una organización de futuro. Por ejemplo, en la atención a las necesidades básicas, trabajamos con una tarjeta monedero con banca ética, para que las personas compren como tú y como yo; también hemos transformado proyectos, como esos roperos famosos, que hemos convertido en empresas de inserción.
– ¿Quiénes son sus voluntarios?
– El perfil de nuestro voluntario es de personas mayores, de cincuenta años para arriba. Pero no es una cuestión de ser mayor o joven, sino de cómo sean: conozco voluntarios que son muy mayores y que dan cien vueltas a lo mejor a otro tipo de voluntario porque es que entregan la vida. El voluntario de Cáritas entrega la vida y acompaña, promociona y cree en que la otra persona es igual a él. Pero nos encanta que vengan voluntarios jóvenes, de edad media... estamos con las puertas abiertas para cualquiera.
– ¿Les perjudica formar parte de la Iglesia? ¿Se enfrentan a prejuicios?
– Cáritas es Iglesia, y yo me siento orgullosa de decirlo: Cáritas es el corazón de la Iglesia. En este mundo que vivimos, tan desafectado y en el que nos cuesta tanto vincularnos, pues a lo mejor sí nos puede perjudicar porque quizás se sigue pensando en una Iglesia de puertas cerradas, pero nosotros somos una iglesia de puertas abiertas. El Papa Francisco lo dice; yo escuchaba el otro día una homilía de don Arturo (Ros, obispo de Santander) y hablaba de futuro, de una Iglesia con las puertas abiertas, de una Iglesia en la calle, manchándonos, con las personas vulnerables. No hay un programa más innovador y más valiente que el Evangelio de Jesús, que se juntaba con los que nadie se juntaba.
– ¿Qué es lo que les hace falta?
– Socios, donantes y voluntarios. El querer de la sociedad ya lo tenemos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.